Una Prostituta En Los Años 1700

La Chispa Que Inició Todo El Fuego

Esta chispa que inició el fuego que consumiría la vida de muchos, era conocida como Louli, una joven chica de catorce años que era el tesoro de muchos, hija de un par de ricos que compartían con amor su fortuna entre los desvalidos, un día esta pareja murió en un accidente y Louli quedo sola siendo aun una niña, y su dinero no tardo en ser robado por personas inescrupulosas, y llevada a la ruina paso por muchos orfanatos escapando de todos ellos, haciendo esto tantas veces que su presencia en las calles se hizo algo frecuente, y al verse en tan precaria situación, las personas que un día fueron ayudadas por sus padres le dieron una mano y se encargaron de ella, turnándose en vivir por días con las familias pobres que le daban lo que podían. Esto fue así hasta que Louli tuvo edad para comenzar a trabajar, y aunque las cosas con las familias no cambiaron su mente si lo hizo.

Todo ocurrió una mañana cuando muchos en Londres comenzaron a buscarla asegurando que llevaba mucho tiempo desaparecida, y así con el afán que suelen llevar los días, las semanas pasaron y justo antes de que se cumpliera un mes de su desaparición, la joven Louli volvió a ser vista en una de las casas que solía resguardarla, pero algo había cambiado, la chica ya no era la misma, y a pesar de que seguía moviéndose con gracia, su racionamiento ya no era el mismo, y quien ahora se convertía en una señorita en cuerpo, sería una niña en su mente, pues la inocencia de estas infantiles edades hacia parte de ella como si en lugar de seguir creciendo hubiera retrocedido.

Comunicarse con Louli no era difícil, y cualquier tema le resultaba fácil de hablar menos lo que le ocurrió en el tiempo en el que estuvo perdida, y saber esto con exactitud resultaría una tarea compleja, debido a que ella se cansaba rápidamente al hablar del tema, eludiéndolo o simplemente manteniéndose en silencio luego de hablar por corto tiempo de esto, y más difícil seria averiguar lo ocurrido cuando un fantasioso relato se repetía cada vez que se le peguntaba sobre su desaparición.

Quienes tuvieron paciencia para que les contara lo ocurrido por partes, narrándoles su historia a lo largo de diferentes días, podían decir que Louli viajo a otra dimensión, una oculta tras una puerta, puerta que se encontraba en alguna de las colinas en las afueras de Londres, al sentir curiosidad por esta puerta que salía de la nada, Louli la abrió pasando a través de ella, y una vez que se encontró del otro lado pudo ver un mundo que se adentraba bajo la tierra, un lugar lleno de riqueza donde las personas que vivían allí trabajaban sin descansar, estos al percatarse de su presencia no tardaron en darle un oficio, y sin saber por qué, comenzó a trabajar junto a ellos olvidando de donde venia en realidad, trabajaba todos los días sin descanso hasta dormirse tratando de terminar sus labores, y dormirse era un grave error en este lugar, uno que era castigado con fuertes golpizas que todos sus compañeros de trabajo le daban. Las cosas fueron así por días y cuando sintió que no podía continuar, resignándose a morir fue atacada al detener su trabajo, cayendo al suelo por los golpes, y esta vez sin defenderse, esperando su final de la nada recordó que llego allí por una extraña puerta, que no pertenecía a ese lugar y que debía escapar, y una vez tuvo eso claro de repente se comenzó a hacer más pequeña, rejuveneció hasta que se convirtió en una niña, una indefensa infante a la que los demás ya no se atrevían a golpear, y al detener sus ataques la pequeña Louli salió despavorida del lugar en busca de la puerta que recientemente había recordado, y buscándola con desespero después de mucho la vio a los lejos, en una parte donde la gigantesca cueva se estrechaba, y subiendo una colina hasta llegar a ella la abrió y de un salto salió de allí, siendo lo primero que sintió al estar del otro lado, una fuerte lluvia que se desataba en medio de la noche, y entonces recordó que ese era el inmenso cielo que desde hace mucho no veía. Tumbada en el suelo las gotas de lluvia entraron en su boca, y con ellas regreso la sed y el hambre, así como los recuerdos que había perdido, y al recordarlo todo se adentró de nuevo en Londres para ir a una de las casas donde sabía que la ayudarían, llegando hasta ese lugar ahora como una niña que no volvería a ser atacada, pero aun estando segura de que era una niña, no dejo de ir a trabajar todos los días que los demás también lo hacían.

Esta era Louli, una joven con mente de niña a quien todos amaban, y su muerte avivaría el fuego que ya muchos tenían dentro, llevando las marchas a una violencia alimentada por la indignación que generaba su muerte. Esta muerte se dio cuando un grupo de trabajadores se reunía para recibir el mensaje que yo había dado, en el cual le pedía a todos los que estaban dispuestos a realizar manifestaciones, que me dieran dos días para tratar de resolver la situación, y de no lograr nada en esos dos días me uniría a ellos en las marchas. El grupo de trabajadores en huelga a quienes su líder les comunicaba sobre mi petición, discutían acalorados por mi forma de actuar al no convocar las masas para una protesta tan grande que amedrentara a quienes les exigíamos un cambio, y esta discusión habría terminado allí si la intervención de la policía no hubiera empeorado las cosas.

Al ver este grupo de trabajadores reunidos, un par de policías llamo a un grupo más grande, y acudiendo al lugar trataron de intimidar a los trabajadores con sus bastones, golpeándolos para hacer que se dispersaran, pero en medio de los golpes y empujones se encontraba Louli acompañada de un indigente de nombre Oswalt, quien se decía que estaba loco más a pesar de su locura era inofensivo, ellos dos estaban junto al grupo de trabajadores bailando como lo solían hacer cada vez que se veían, y al estar dispersos en su mundo no se dieron cuenta del conflicto que se desarrollaba junto a ellos, y al verse involucrados en el problema uno de los policías golpeo a Oswalt, provocando que este cayera sobre Louli, empujándola tan fuerte contra una pared que su nuca no soporto el golpe, perdiendo la vida al instante. Cuando Oswalt se dio cuenta de lo ocurrido, dio un alarido tan fuerte que llamo la atención de todos, siendo así testigos de la desgarradora escena donde Oswalt lloraba con Louli en sus brazos, a su vez que el policía la tomaba de una mano y llorando también le pedía perdón, asegurando que no quería que ocurriera eso.

Cuando la multitud entendió lo que estaba pasando, atacaron con tal ira a los policías que provocaron la muerte de muchos de ellos incluido quien hizo que el indigente loco empujara contra una pared a la inocente Louli, muriendo junto a ella en ese lugar personas de ambos bandos.

Eventualmente las protestas se comenzaron a desarrollar en distintos puntos de la ciudad tras la noticia de la muerte de una joven inocente a manos de la policía, y lo que fue una tragedia se convirtió en la llama que encendió el caos. Al encontrarnos en esta situación, no tenía otra salida que encausar a las masas para tratar de dirigir su destructiva motivación.