Mirando De Frente a La Muerte

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Alejándome del cadáver de Spencer y mientras me acercaba al conflicto que todavía se libraba a unos metros de mí, pensé en el desequilibrio espiritual que existía en mi interior, al encontrarme hablando de Dios para luego abruptamente tomar la vida de alguien, existiendo una dualidad dentro de mí, donde cada una de las dos partes que la conformaban negaba a la otra. Y al tener la intención de ser mejor persona cada día que pasaba, no podía consentir el alimentar este mal de la misma forma en que se hizo en las cruzadas, quitando vidas mientras se pregonaba el mensaje de Dios. Y así mientras cavilaba en mis errores llegue a la batalla que inicie para ahora terminarla, y hablando a viva voz deje claro que Spencer había muerto, y que quienes siguieran luchando en su nombre les pasaría lo mismo. Una vez escuchado mi mensaje, los ataques se detuvieron, y las extremidades convulsas en violencia cesaron en su desenfreno, los cuerpos se alejaron lentamente y al tener la distancia suficiente se echaron a correr, valorando sus vidas más que la paga que les ofrecieron por luchar.

Los únicos enemigos que permanecieron en el lugar eran los arqueros atrapados en los techos de las bodegas, quienes no podían bajar sin ayuda, y viéndose en esta situación comenzaron a rogar por sus vidas, creyendo que los mataríamos incendiando las bodegas para obligarlos a saltar y quizás morir, siendo llevados a pensar esto por nuestro actuar delictivo en donde quemamos parte de la ciudad. En medio de las suplicas de nuestros enemigos, la celebración en forma de vitoreo que parecían rugidos de quienes me acompañaban y aun seguían con vida, se hicieron presentes añadiendo a su alegría abrazos y apretones de manos. Estos aires de victoria me parecían impropios para los muchos cuerpos que sin vida permanecían tirados en el suelo, y queriendo pedirles un minuto de silencio para los caídos, decidí abstenerme de mi solicitud y en lugar de truncar su celebración me dirigí a donde el cadáver de Benny esperaba a que viniera por él. Tomándolo en mis manos y dejando que su cabeza reposara en mi regazo, le pedí perdón por involucrarlo en esto así fuera de manera indirecta, y acariciando su frente calcinada vi como en sus rasgos faciales se trataba de dibujar una sonrisa, una que con seguridad me dedicaba, y cumpliendo lo que dijo en la última vez que nos vimos, dio su vida por mí con la intención de que entendiera su mensaje, estropeando los planes que sin su ayuda abrían logrado mi muerte. Siendo él la persona que la vida me dio para que supiera lo que era el amor paternal.

Luego buscando entre los cadáveres encontré el cuerpo de Oswalt, quien también dio su vida a cambio de la mía, y cerrándole los ojos le pedí perdón porque llegara su muerte y la de Louli, ya que a los dos los veía como inocentes a los que la violencia los engullo dejándolos como victimas a su paso. Fue entonces cuando quienes me rodeaban guardaron silencio, viendo en mi acto una razón para detener el júbilo que los invadía, para de esa forma despedir con respeto al demente que marcho a nuestro lado, enfrentando las injusticias sociales con irreverencia, quien hizo de las manifestaciones una fiesta de excesos, un festival de violencia en el que esta no alcanzaba a tocarlo como si fuera intangible, saliendo ileso de cada una de estas ocasiones hasta que decidió que ya no sería así, y dando su vida lucho de manera pacífica, haciendo de su dolor por las perdidas una danza donde el mal no lo podía dañar. Este fue el final de Oswalt, el final de un hombre que danzaba al ritmo de la melodía que siempre sonaba en su cabeza, quien ahora su espíritu se retiraba hacia las alturas al ritmo de los aplausos de quienes lo honrábamos de esta manera.

Luego para responder a las miradas preocupadas que nos observaban desde las alturas, ayudamos a bajar al pequeño número de arqueros que esperaban pasar saber que ocurría con ellos, y una vez estuvieron a salvo los hicimos prometer que respetarían la tregua constante que desde ese momento existía entre nosotros, y dejándolos ir una vez aceptaron, terminamos en ese lugar la venganza por la muerte de Sonia.

Pasado todo esto, tomamos el cuerpo de Benny y Oswalt para enterrarlos, siendo la noticia de sus muertes la causa de que un gran número de personas se reuniera para despedirlos, siendo conocidos por tantos que en esta ocasión de nuevo los trabajos estaban solos, y no a causa de una protesta, sino por el cariño que tantos les guardaban, siendo acompañados en su final por muchos, cuando por otro lado pocos acompañaban a Spencer cuando su ataúd quedo tapado por la tierra.

Una Prostituta En Los Años 1700Donde viven las historias. Descúbrelo ahora