Ciego de amor [YM]

Capítulo 2

¡Oh! Qué maldito — expresó Jungkook con indignación mientras limpiaba la sangre del labio de Jimin.

— Es un miserable, ¿Hasta cuándo vas a permitir esto?— pregunto cansado de ver lo lastimado que estaba Jimin la mayor parte del tiempo.

Su matrimonio era igual de desagradable que el suyo, lamentablemente a ambos les tocó sufrir.

— ¡Ay! Me lástimas — dijo Jimin mientras tomaba el pañuelo Kleenex para limpiarse solo.

— Apuesto a que cuando te golpeó, no te quejaste — se levantó del sillón y caminaba de un lado a otro para calmarse. — Déjalo — detuvo sus pasos y vio que Jimin solo miraba el suelo bajo sus pies sin decir una sola palabra.

Se agachó frente al rubio y tomó sus manos, las acarició con ternura mientras veía cómo Jimin resistía las ganas de llorar.

— Eres una persona hermosa, no deberías estar sufriendo por todo lo que Min te hace — dijo mientras limpiaba sus lágrimas.

Jimin suspiró y se liberó del agarre de Jungkook, enderezando su postura.

— Fue un accidente —  señaló su golpe en el labio. — De todas formas, reconozco que merecía un castigo — Jungkook cerró los ojos. — Sí, Kook, soy un inútil y manché su traje... fue mi culpa —

Jungkook se levantó y se dirigió al minibar en busca de una bebida para relajarse. No podía creer la tontería por la que había sido golpeado ahora.

— ¡Oye, te estás escuchando! No puedo creerlo —  exclamó mientras servía hielo en su vaso y se servía licor. — ¡Ya basta! Jimin, abre los ojos o un día te va a matar — gritó furiosamente.

— Sé que no tiene la intención de herirme, es un hombre que se encuentra bajo mucha presión y tiene numerosos problemas, por lo que a veces no puede controlar sus impulsos. Además, cada vez que me reprende es por alguna acción o comentario imprudente de mi parte —

Jimin aclaró su garganta y evitó mirar a su hermano.

— ¿Eres consciente de que estás intentando justificar todas las cosas que te hace? —le dijo.

Jimin se levantó del sillón y miró desaprobatoriamente a Jungkook.

— No tienes derecho a juzgarme, estás en la misma situación o incluso peor que yo —le reprochó ha Jungkook, continuó —¿Vienes a darme consejos? ¡Qué falso eres! Deberías aplicarlos primero en tu propia vida —concluyó Jimin, frente a Jungkook.

—No es justo que me hables de esa manera, ya que mi situación es completamente distinta a la tuya — empujó ligeramente a su pequeño hermano — Mientras que yo estoy obligado a permanecer con Namjoon por motivos de peso — sus lágrimas caían — Tú estás con el desequilibrado de Yoongi por elección propia. Tú puedes salir de esta situación pero prefieres soportarla porque estás ciego de amor por él —

Los dos hermanos se observaban mutuamente con expresiones de pena, tristeza y decepción (Kook), mientras que el otro lo miraba con coraje (Jimin).

— Aunque te duela, nos amamos y somos felices juntos... No olvides que querías estar con Yoongi cuando lo conocimos — empujó a su hermano — Claro, eso es... — rio un poco — estás molesto porque me prefirió a mí, ¿verdad? — dijo Jimin con una sonrisa torcida.

— Estás tan inmerso en tu propia realidad que no ves las cosas con claridad, tus palabras son simplemente absurdas... grábatelo bien en tu cabeza hueca — suspira —  Min fue mío primero, pero al despreciarlo se quedó contigo — mira con tristeza y el corazón de Jimin sufre—  Quiero ayudarte, pero si tengo que revelar la verdad sobre tu esposo para que abras los ojos, lo haré  — traga saliva — Hasta la fecha sigue buscándome, dice que no sabes satisfacerlo y por eso te engaña siempre —

Jimin dio una bofetada a su hermano, exigiéndole que abandonara su hogar. Con lágrimas en los ojos, expresó su descontento. Su hermano trató de persuadirlo, asegurando su amor y lealtad, pero Jimin no creyó sus palabras y le pidió que se fuera.

Jimin se retiró a su habitación, dejando a Jungkook solo en la sala.

— ¡Miren lo que tenemos aquí! — exclamó Yoongi al entrar a la casa y ver a su cuñado solitario en la sala.

— Ya me iba — respondió Jungkook bruscamente. Caminando hacia la salida,

Yoongi agarró a Jungkook de un brazo y lo empujó contra la pared, donde lo acorraló y besó a la fuerza.

— No te resistas, sé que también lo deseas — dijo Yoongi sujetando con fuerza a Jungkook, quien mordió su labio provocando que sangrara. 

— ¡Aah! — Min se quejó, lanzando a Jungkook al suelo y preguntándole  — ¿Te gusta rudo? — Jungkook gritó pidiéndole que lo dejará.

— déjame ¡maldito! —

Jimin, al bajar las escaleras, presenció la escena y exclamó: —¿Qué está pasando aquí? — al ver a su esposo agitado sobre su hermano en el suelo llorando.

— Querido, es un alivio que hayas venido. Tuve que defenderme de tu hermano porque es una zorra provocativa, siempre busca seducirme — dijo Yoongi.

— ¡Eso es mentira! ¡Eres asqueroso! Eres tú quien me acosa constantemente — gritó Jungkook, levantándose del suelo.

— ¿Y tu labio? — preguntó Jimin entre lágrimas, negando con la cabeza. — ¿Intentaste aprovecharte de mi hermano? — Jimin lo abofeteó. — Eso no te lo voy a pe— no pudo terminar.

Yoongi respondió con contundencia al golpe, devolviéndolo con mayor fuerza.

— No necesito tu perdón — le espetó antes de propinarle otra bofetada al rubio.

En ese momento, Jungkook se interpuso amenazante con un cuchillo en la mano.
— ¡Déjalo! no te atrevas a golpearlo de nuevo — advirtió. Ante la situación

Yoongi levantó las manos en señal de rendición.

— No lo hagas, Kook —  intercedió Jimin al levantarse del suelo, colocándose delante de su hermano para evitar una tragedia

— Voy a llevarme a Jimin — dijo Jungkook

Yoongi rodeó la cintura de su esposo y le dijo — Vete solo, mi esposo debe estar a mi lado ¿Verdad, cariño? — susurro cerca del oído de Jimin.

Jimin suplicó con la mirada y dijo — Por favor, vete Kook —

Jungkook con pesar accedió — Volveré por ti, por favor, resiste — Jimin sonrió débilmente y su hermano Jungkook se alejó de la mansión.

— Quiero que estés en el sótano desnudo en 20 minutos — susurró Yoongi en su oído antes de alejarse y dejar a Jimin solo.

El rubio sintió que se desmoronaba, pero sabía que debía actuar con rapidez si no quería sufrir más consecuencias. Con temor, se dirigió a ducharse rápidamente para luego descender al sótano perfectamente aseado.