Capítulo 8

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Tras una noche maravillosa de reconciliación, en la que experimenté sensaciones celestiales y fui tratado de manera increíble, me hizo el amor como nunca antes, lo disfrute y me hizo sentir especial, escuché las palabras te amo de sus labios y presencié un cambio en su actitud: más detallista, cariñoso, atento y caballeroso. Era el hombre de mis sueños. (Sin embargo, nada es eterno).

Una vez más me vi inmerso en idealizarlo, colocándome una venda emocional que me impedía ver la realidad. Pasaba justificando continuamente sus errores o simplemente ignorándolos, centrándome en aquellos momentos en los que me hacía sentir único y amado con la intención de salvar esta relación.

Taehyung vino esa noche donde armó un escándalo para rescatar a su estúpido e inofensivo amigo de mierda (osea, a mi wey) vino acompañado de nada más y nada menos que de Taemin, ambos exigían verme y cuando les di la cara y aclare el asunto explicándoles que "todo estaba bien" que no se preocuparan y que por favor se retiraran, ya que yo no pensaba irme de ahí.. (es decir.. mi lugar es a lado de mi esposo y me estaba demostrando lo mucho que me ama yo pude sentirlo)

QUE EQUIVOCADO ESTÁBA :(

Taehyung se despidió expresando su tristeza por mí, mi soulmate mostro decepción por haber recaído en las garras del diablo nuevamente. Sus palabras me hirieron profundamente al sentir que lo defraudaba una vez más

Durante los últimos 7 meses he estado sin noticias de Taehyung ni Jungkook, quienes solían frecuentarme, pero no me sorprende ya que fui yo mismo quien los alejó con mis acciones.

Hoy celebramos nuestro segundo aniversario de matrimonio. He preparado una cena exquisita, he puesto la mesa y me he arreglado para darle una sorpresa.

Los minutos se convirtieron en horas y no llegó a casa. Los nervios me estaban consumiendo ante la incertidumbre del paradero y estado de mí esposo, sentía una angustia que me apretaba el pecho.

Contacté a su secretaria, quien me indico que abandonó su lugar de trabajo en el horario habitual. Posteriormente, me puse en contacto con familiares y amigos, quienes afirmaron no tener información sobre su paradero. Llamé a hospitales, comisarías e incluso a la morgue, sin obtener ninguna noticia acerca de él. Su desaparición parece ser un verdadero misterio.

Tres días después de su ausencia, finalmente regresó. Al verlo sano y salvo entrando por la puerta, mi corazón se llenó de alivio y emoción, me acerque a él.

Sin embargo, al percibir el desagradable olor a perfume barato y notar los chupetones en su cuello, sentí una punzada en el pecho que intenté disimular frente a él, prefiriendo ignorar su infidelidad. 

— ¿Dónde has estado?  Estaba muy preocupado por ti — le reclamé, frunciendo el ceño molesto.

— Estoy bien, deja el drama y sírveme de cenar — dijo, aflojando su corbata y dirigiéndose al comedor.

Yo permanecí inmóvil, preguntándome qué le sucedía. ¿Por qué esa actitud tan desagradable? Por primera vez desde que lo conocí, sentí ganas de gritar y llorar para liberar todo el dolor acumulado que tenía atrapado en mi pecho, ahogándome lentamente.

Pero en lugar de responder, simplemente apreté mis manos y caminé hacia mi habitación. Me puse el pijama sin pronunciar una palabra y me acosté en la cama.

Escuché cómo los pasos se acercaban con firmeza y cerré mis ojos con fuerza, la puerta se abrió bruscamente.

— Levántate y sírveme la cena, no voy a repetirlo— me amenazó, pero decidí ignorarlo (gran error).

Sentí cómo tiraba de la sábana y me agarraba del cabello, arrastrándome por toda la habitación y el pasillo.

—¡Detente ya! —gritaba llorando.
—¡Auxilio, ayuda! —grité, desgarrando mi garganta, pero la ayuda nunca llegó.

Al llegar a las escaleras, me levantó del suelo. —Eres inútil, no sirves para nada, estoy harto de ti —me abofeteó.

—Nunca seré suficiente para ti — susurré, frotando mi mejilla mientras él negaba con la cabeza.

— No solo para mí, sino para nadie... ¿te has mirado? Has descuidado tu apariencia y luces terrible, me avergüenzas y hasta me repugnas — expresó con desprecio mientras me jalaba el cabello nuevamente y me arrastraba hasta el comedor, donde me arrojó al suelo. — Sírveme — ordenó al tomar asiento.

Mi cuerpo dolía, mi cabello estaba hecho un desastre y mi cabeza sensible por los tirones, mi labio sangraba, mis ojos llenos de lágrimas.

— ¡Rápido! — gritó golpeando la mesa, lo que me hizo dar un salto por el susto. Me levanté como pude y fui a calentar la cena para servírsela, pero él hizo una mueca de asco y la tiró al piso.

— Trabajo todo el día y ni siquiera puedo comer algo decente — dijo levantándose.

— Yoongi, es espagueti en cuatro quesos con albóndigas, tu platillo favorito — respondí obviamente, ya que era cierto.

Él me golpeó y me tiró al suelo, ordenándome que me lo tragara y limpiara el suelo con mi lengua. Me negué, pero me pateó fuertemente en el abdomen, provocándome un fuerte dolor.

—Por favor, no me pegues — supliqué entre lágrimas.

—Entonces obedece —me exigió, mirándome como si fuera un perro de la calle y no su esposo.

Comencé a comer del suelo y escuché cómo se burlaba de mí entre carcajadas.

Mi corazón se fracturó por completo y sentí el impulso de huir lejos de aquella situación infernal, sin embargo, no tenía un lugar al cual dirigirme. Jungkook es mi único vínculo familiar y estamos distanciados, mientras que Taehyung se encuentra desilusionado de mí y no me atrevo a solicitar su ayuda.

Durante mis años universitarios, Yoongi me apartó de mis estudios, lo cual ha impedido que obtenga una carrera que me asegure un buen trabajo y me permita valerme por mí mismo. Además, me he dado cuenta de que no tengo amigos. Hasta el momento comprendo que Yoongi me ha aislado del mundo, aunque reconozco que fui yo quien permitió esta situación, por lo tanto asumo la responsabilidad que me corresponde.

¡Maldición!

¿Ahora como salgo de aquí?.. ¿A dónde? Y ¿Con quién?

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Ciego de amor  [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora