San Valentín

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-Hannibal...

-¿Sí, Mylimasis?

-¿Eso...eso que está en la mesa de nuestra puta casa es....es...?

-Sí, amor. Mi regalo por el día del amor y la amistad, quise seguir las costumbres americanas y darte una sopresa que no olvidarías.

-Hannibal es un maldito corazón humano lo que me estás dando. Y estoy seguro como el infierno que aún sigue latiendo.

-Es imposible amor, el corazón humano no puede...

-¿HANNIBAL LECTER, QUÉ HICISTE EN LOS DOS DÍAS QUE ESTUVE DE VIAJE?

-Ya te lo dije, cariño. Planeé tu regalo por el día de San Valentín.

Will vio a su esposo. Muchos pensaban que Hannibal era un hombre perfecto y casi siempre lo era, pero desde que se enteró que era el Destripador de chesapeake y lo aceptó, su esposo empezó a matar en gran medida para hacerle obras de arte a Will. Y si Will sabía que eso era algo grotesco e inmoral, también sabía que el corazón se le aceleraba cada vez que Jack lo llamaba y le decía que habían encontrado un cuerpo, víctima de su esposo.

Las obras de Hannibal siempre eran perfectas. Demostraban pasión, entrega, respeto y obsesión por Will y al empatico hombre secretamente los amaba.

Pero en este momento todo era muy raro.

-Cariño, no creo que un corazón de una persona recién asesinada sea el mejor regalo que me hayas dado en nuestros años de casados.

-Lo es, Mylimasis. Acércate más y lee la descripción.

-Le pusiste una maldita descripción al corazón. Pero por supuesto que lo hiciste.- Dijo Will entre incrédulo y asombrado, pero nunca sorprendido.

-Utilicé la daga que me regalaste en mi cumpleaños.- Dijo Hannibal con intensión.

-Claro eso lo hace más romántico.- Medio Dijo Will con sarcasmo mientras se acercaba a la mesa.

Y fue justo en ese momento, cuando leyó las palabras cicatrizadas en el órgano que estaba reposando en su mesa, que lo comprendió.

Con letras elegantes, casi imposible de hacer en un maldito corazón, se leía claramente.

"Bedelia Du Maurier"

Will quedó perplejo.

En su mente recordó la discusión que tuvieron hace una semana y por la que no habían hablado por un par de días antes que Will se hubiese ido de viaje.

FLASHBACK

-Matala.

-No.

-Te estoy pidiendo amablemente que la mates, Hannibal.

-Y yo te digo educadamente que no mataré a Bedelia.

-¿Por qué? ¿Será porque te gusta que otra persona, además de mí, esté enamorada de ti?

-¿Cómo puedes sugerir eso? Yo te adoro, me importa muy poco la vida de los demás, solo me interesa la tuya.

-Pruébalo. Matala.

-Es mi amiga, Will. La única que tengo, tú tienes muchos amigos.

-Si me pides que deje de hablar con ellos, lo haría.

Hannibal quedó en silencio por unos segundos. Will se rió.

-Claro, el gran y magnífico Doctor Lecter no puede ser visto como débil o matar a la única persona que su esposo le dice.

Corazones entrelazados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora