Capítulo 3: Qué comiencen los juegos

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Las calles poco a poco se tornaban oscuras mientras el sol se ocultaba, Sage admiraba el extraño fenómeno que se producía mientras Eggette caminaba hacia alrededor del balcón inquieta, la casa de Eggette poseía un balcón con vista hacia afuera, sería hermoso que las puestas sol se apreciarán mejor sin los dos grandes edificios que tapan la luz.

Eggette: ¡No se me ocurre nada! ¡que se supone que voy hacer!

Sage: ¿Cúal es el problema?

Eggette: Mañana vuelvo a la escuela, el pedo es que Mike me dijo que ese preciso día la profesora pidió un trabajo ¡en duplas! ¡hay que presentar un proyecto a la clase!, el suele venir a mi casa para pasarme la materia pero en algunos no viene, ¡y hoy no vino! ¡como se supone que haré esa cosa sin un compañero de clase decente!

Sage: Preguntar a quien sea.

Eggette: Eso suena fácil para ti, pero me temo que todos mis compañeros me caen mal, todos apestan.

Sage: ¿Como son?

Eggette: Algo así como Támara y Cindy.

Sage: Ugh, ya veo.

Eggette: En fin se hace tarde Sage, creo que debes marcharte antes de que mis padres te vean, más tarde retomamos el proceso del ciberespacio. Investigaré posteriormente sobre el motor de avión.

Sage: Mañana informaré sobre su ubicación.

La chica procede a esfumarse de la vista de Eggette, lo que la deja con la intriga sobre su comportamiento últimamente.

En la cena al tener a la familia reunida, junto al robot abogado del doctor Broder, disfrutaron un momento comiendo tranquilos, en algún momento se le cruzo en la cabeza la tan sola idea de confesar a sus padres sobre su comportamiento en su escuela, pero no encontraba las palabras que quería expresar por lo cúal, al terminar la comida agradeció enormemente a ambos padres para marcharse a su habitación, si conseguía leer sobre el tema de las dimensiones.


Al día siguiente al volver nuevamente a clases, sentía una presión de que todos la iba juzgar, tras safarse del inspector Bones la niña caminado por la escuela, multiples estudiantes la saludaban y le daban halagos a cada paso que daba, Eggette que desconfiaba ciegamente respondía de forma esquiva en protesta que la dejaran en paz, pero esos minutos de atención realmente lo gozaba. Mientras su ego crecía miraba en varias direcciones si Mike apareciera para felicitarla, fue grata decepción que tal chico seguía jugando a la pelota mientras dos amigos suyos corrían con el.

Eggette: (Con que esas tenemos ¿eh?)

Al llegar a clases todos de su salón pasaban a fecilitarla, todos salvo ambas chicas que miraban con repudio a Eggette pero poco le importaba a esta última. Al llegar a su puesto y los demás estudiantes que escuchaban reguetton, una de ellos se acercó.

La Chola: Buena Shica Robonik.

Eggette: Ah sí tú, ¿que tal?

La Chola: Vo eri la leyenda en esta cagada educacional al salvar la mina oxigenada.

Eggette: Me halagas, pero tu sabes que soy buena gente, que puedo decir.

La Chola: ¿Quieres vicio amiga? *ofrece hierbas*

Eggette: Aja no no gracias.

Al mirar en otra dirección ve como Mike entra al salón, al principio Eggette mantiene una expresión de disgusto hasta que se percata que el chico voltea hacia donde esta ella, con ese intercambio de miradas la pone nerviosa por ende agarra un libro para taparse la cara, mientras escucha como Chola se aleja también alcanza oír alguien acercardonse, en eso aprovecha de bajar el libro bruscamente y levantar la vista.

Eggette  Strickes BackWhere stories live. Discover now