Sage Story: #1-3

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Hacia afuera del balcón de la casa, en un cielo nublado en la ciudad, la pelirroja jugueteaba con unos cables míentras creaba un sistema corto circuito agregando su toque extravagante y complejo, en eso una voz suave pero arrepentida escucha: ¿Te sientes bien? 

Eggette levanta la vista, viendo a una Sage sentada encima de la barandilla observándola fijamente.

Eggette: Me siento, me siento bien. Sólo que últimamente desde ayer he estado pensando más, mis papás no lo saben pero, me da susto ir a la escuela ahora en estos momentos.

Sage: ¿A que le tienes que temer, existe un enemigo que nuevamente te está atormentando allí?

Eggette: Para mi fortuna nadie se ha metido conmigo, me tratan como una igual, pasé de ser la bicha rara a la inteligente y carismática del salón . Aún así desde que falleció Cindy... me ha hecho sentir mal.

Sage *indignada*: Pero como te puedes sentir así, ella te molestó cruelmente junto a su amiga, merece ese destino.

Eggette: La verdad ni siquiera me hace sentir mejor que se haya muerto, yo quise si muriera pero nunca pensé que realmente traería tristeza a los demás. Apesta pero así pienso. *reacomoda sus lentes*


Sage cruzó los brazos mientras sus colores rojos se tornaban más apagados, recordó la vez que el culto le había traído dicha noticia pero no se esperaría que Eggette tuviera una reacción opuesta a la célebre que tendría.

Sage: ¿Y que puedo hacer para que te sientas mejor?

Eggette: ¿Ah? ¿mandé?

Sage: Que puedo hacer yo para que no te sientas así. Eso fue lo que dije.

Eggette: Oh ¿podrías acompañarme mañana a la escuela como si fueras mi guardaespaldas mientras averiguó como se encuentran los demás? así no me sentiría tan sola.

Sage: Está bien.

Eggette *contenta*: ¡Gracias Sage! ¡sabía que contaria contigo!


La IA estuvo un momento en silencio, volteando a otra dirección dijo: Me tengo que ir, nos vemos mañana.


Ignorando la despedida de su amiga, dio un salto cayendo hacia la calle empezando a caminar hasta que se desvaneció de la vista de Eggette, usualmente Sage deambulaba por las calles observando el sistema antirrobo de las casas, caminaba por los barrios sucios y grafitados, pesé lo moderna que estaba la ciudad que sus edificios tenían forma de hongo seguía habiendo siendo inseguridad en las calles. Por esos lugares se concentraba mayormente una cantidad de basura de diversos artefactos tecnológicos o donde paraban las cañerías a veces donde el agua que salía era de un color morado mortal. El olor a petróleo era percibido por las habitantes de esos sectores que vivían cerca del bosque de Ouranopolis pero Sage ni lo llegaba a sentir, eventualmente por una calle miro de lejos una pelea callejera, no le interesaba el motivo pero si no como actuaban los humanos, al momento que se acercaba había alguien que le llamaba la atención, su vestimenta y color de pelo le hacía conocidos previamente. Dicha persona sólo se limitaba a sentarse en una silla de madera mientras su pelo cubría su rostro, una de sus manos portaba un vaso de madera circular y una bombilla.

Sage: Tú.


La persona volteo sin prestarle mucha atención.

La Chola: ¿A?

Sage: Donde has conseguido-.

La Chola: Wena po shica albina, tanto tiempo. * levanta la mano*

Eggette  Strickes BackWhere stories live. Discover now