Nunca lo admitiría en voz alta, pero su sangre hervía de enojo cada que lo veía tan contento, quería que sufriera como el lo estaba haciendo.
Quackity era amigo de todos, y eso empezaba a irritarle. Todas las fiestas ahí estaba el, charlando con sus amigos, se veía feliz, extrañamente feliz ¿Que acaso ya no sentía nada por el?.
¿Acaso su ruptura había sido tan insignificante? Wilbur aun deseaba que de alguna forma pudieran ser amigos o algo por el estilo.
Pero sabía que no podía ser así, después de la última vez que se vieron en ese callejón nunca volvieron a hablar, Wilbur intento acercarse una última vez pero el azabache pasó de largo, así que decidió no volver a intentarlo.
Wilbur se encontraba por la entrada de la escuela esperando que su amigo Charlie saliera de su ultima clase, su mente se mantuvo ocupada pensando en el menor y sus sentimientos confusos.
— Muévete, pendejo. — Wilbur se había perdido en sus pensamientos, cuando volvió a la realidad fue por un pequeño golpe en el hombro, al voltear vio a Quackity caminar con sus amigos a lo lejos.
Pero a la mierda, a Quackity no le importaba mas Wilbur ¿Porque tendría que importarle a el Quackity?.
— Se dice "con permiso" inútil. — Alzó la voz para que pudieran escucharlo.
Todo su grupo volteó, menos el azabache.
— ¿Algún pedo, cabron? — Uno de ellos habló, Aldo. Este iba a empezar a caminar hacia la dirección del castaño cuando Quackity lo tomo del brazo deteniéndolo.
— Déjalo, vámonos. — Empezó a caminar mientras los demás le daban una última mirada a Wilbur para después seguirlo.
Entonces primero lo ignora como si nada hubiera pasado, ahora lo empuja y lo insulta pero cuando uno de su amigos quiere hacerlo ahí traza la línea, increíble, el también podía jugar ese juego.
El también podía jugar sucio.
Al pasar el tiempo, Wilbur había encontrado un sentimiento placentero al molestar a Quackity, eran cosas tan simples que podrías llegar a pensar que eran accidentes, si es que estos no fueran casi todos los días.
Normalmente cada que pasaba a un lado del menor parecía que no había más espacio en el cuarto y tenía que pasar a un lado de él para empujarlo, cuando el azabache pasaba enfrente de el tropezaba porque Wilbur le ponía el pie.
Si tenían la "suerte" de estar en la cafetería al mismo tiempo el castaño encontraba cualquier excusa para chocar con el otro haciendo que su comida caiga y manchara sus prendas.
Quackity estaba harto, el no mostrar reacción ante las acciones del mayor no había hecho que este se aburriera, al contrario, lo estaba incitando a seguir molestando.
Sonó la alarma que anunciaba el fin de clases de ese día, los chicos estaban caminado por los pasillos.
— Déjame partirle la madre, wey.
— Que no, Aldo, en algún momento se va a aburrir el pendejo — Quackity iba a seguir hablando cuando de repente siento como alguien le había quitado el gorro.
Volteó a todas partes, lamentablemente había mucha gente para distinguir quien había sido, aunque era obvio.
— Hijo de la chingada. — Insultó en voz baja.
Empezó a caminar enojado, al salir del edificio vio al castaño riendo con sus amigos.
Cuando llego al lado suyo lo jalo del brazo — ¡Ey pendejo!.
— ¿Qué pasa, Quackity?. — Este preguntó fingiendo inocencia.
— No te hagas el imbecil, regrésame mi gorro.
— ¿Tu gorro? no se de lo que hablas — Quackity lo seguía viendo enojado, alzo los brazos — Si no me crees, anda, revísame. — Soltó una risa.
Este cabron, ya lo tenía harto.
Quackity le soltó un puñetazo en la cara borrándole esa tonta sonrisa del rostro, sus nudillos cosquilleaban, se sentía tan bien.
Wilbur dio un paso atrás por el impacto, uno de sus amigos lo sostuvo por los hombros preguntándole si estaba bien.
Estaba de maravilla.
Rápidamente su sonrisa volvió por la satisfacción de haber roto a Quackity.
— ¿Enojado?.
— Mi gorro, ahora.
— Es una lástima, de verdad no lo tengo.
Se quedaron en silencio por un rato hasta que escucharon a los hermanitos de Wilbur gritarle desde lejos.
— Me tengo que ir, fue un gusto hablar contigo — Wilbur pasó de el, empezando a caminar en dirección de sus hermanos — Espero encuentres tu gorro.
La sangre de Quackity ardía, quería golpearlo otra vez, solo un puñetazo no era suficiente, quería tenerlo contra el piso como esa vez del callejón, después de estar casi un mes estar aguantando los jueguitos de Wilbur tenia la necesidad de devolver las agresiones.
Pero Quackity no era realmente alguien que se metiera en peleas físicas a propósito, el no era la persona en dar el primer golpe, no sabía que le estaba pasando y de donde salía su deseo de arruinar al castaño. Maldito Wilbur, seguía teniendo tanto impacto sobre el.
— Quackity ¿Todo bien?.
— Si, vámonos.
ESTÁS LEYENDO
Quisiera ser alcohol !? TNTDUO
FanfictionPor las calles del pueblo quesadilla se pueden escuchar las risas y gritos de jóvenes vándalos causando problemas por donde crucen.