— ¡Pato, ya llegue!. — Anunció Rubius al llegar al apartamento, fue rápidamente recibido por Quackity.
Lo tomo de los hombros sacudiéndolo — ¡Rubius! Dime que tú te llevaste tu chaqueta.
— ¿Eh? No, si esa ya es tuya.
— Mierda, mierda, mierda.
El menor lo soltó y empezó a volver a mover los cojines del sillón, ahora que lo veía bien toda la sala estaba patas para arriba.
— ¿Te has vuelto loco, tio? deja de destrozar la sala, animal.
— ¡No la encuentro!.
— Aver pato, ¿donde fue la última vez que la viste?.
— Ayer, la dejé en el cesto de ropa sucia en el baño porque le cayó café.
El mayor suspiro — ¿Ya buscaste en tu cuarto?.
— ¡Que si Ruben, no esta!.
Rubius se acercó a Quackity dándole un abrazo — Tranqui chiqui, ya es muy tarde, mañana la buscas.
— Pero.
— Shh, vamos a dormir.
Lo acompaño a su cuarto, si pensaba que la sala era un desastre, no se comparaba con el cuarto del menor — Igual tiene que estar por aquí ¿Quien se metería a robar y solo se llevaría una chaqueta?. — Soltó una risita para después cerrar la puerta y desearle buenas noches al menor.
Quackity se tiro a su cama, suspiro cansado viendo su teléfono, eran las 2 de la madrugada, su hermano tenía razón mañana la encontraría.
Se acurruco en su cama
¿Quien se metería a robar y solo se llevaría una chaqueta?.
Oh.
Sabia de quien se trataba.
La mañana siguiente Quackity tomó un bate que guardaban en su apartamento para emergencias y furioso salió de su casa.
Sabia exactamente donde estaba esa maldita chaqueta.
Fueron al rededor de 15 minutos de camino, pero a Quackity no le importaba si eran 5 minutos o 2 horas, su mente estaba caliente del coraje.
Al llegar a esa casa noto que la puerta principal no tenía candado, perfecto, entro de una vez, era muy temprano en la mañana en un fin de semana así que dudaba que alguien estuviera despierto.
Subió las escaleras hasta el cuarto del castaño, la puerta tampoco estaba cerrada, cuando entro pudo verlo durmiendo pasivamente.
Su enojo subió más, tomó su bate con ambas manos y golpeó a la almohada que estaba justo a un lado de la cabeza de Wilbur, este despertó de un brinco.
— Quiero mi chaqueta, ahora.
El mayor no contestó, se froto los ojos y trató de enfocar sin sus lentes a la persona que se encontraba enfrente de el.
— ¿Quackity?.
— Mi chaqueta.
Wilbur suspiro, se levantó lentamente de la cama sin voltear a ver al menor quien lo veía con detalle, justo cuando el castaño iba a dirigirse a su closet, este le arrebato el bate que portaba Quackity, lo tomo por sorpresa.
— ¡Ey! — No pudo terminar de hablar porque el más alto lo había tomado del cuello para golpearlo contra la pared.
— ¿Quien mierda te crees para entrar a mi casa de esa manera?. — Preguntó enojado Wilbur, aplastándolo más contra la pared.
— Te pregunto lo mismo. — Contestó con dificultad Quackity, la mano del contrario seguía en su cuello robándole cada vez más su aliento. Aun tenía sus manos libres así que con la fuerza que le quedaba le dio un golpe en las costillas.
Lo soltó de su agarre pero esto no duró mucho tiempo ya que volvió a sujetarlo de la camiseta que llevaba puesta para lanzarle otro golpe.
Ambos chicos soltaban golpes al azar hacia el contrario, demasiado enojados para calcular bien sus movimientos, muchas cosas del cuarto del castaño cayeron al suelo gracias a los empujones.
Quackity empujó a Wilbur contra la cama, se puso encima de el para tener mejor control de sus ataques, demasiado cansado intento soltar más golpes pero el más alto pudo tomarlo de las muñecas y pararlo.
Pararon un segundo cuando se dieron cuenta en la posición que estaban, ambos jadeando por la reciente pelea, Quackity estaba sentado justo encima de él, ambas piernas separadas teniendo la cabeza de Wilbur entre ellas.
Antes de que pudieran decir algo, El menor empezó a quitarte la camisa que llevaba puesta, el contrario no tardo ni un segundo para seguirle el paso, Wilbur empujó a Quackity para acostarlo contra la cama, ayudándolo a quitarse sus pantalones.
El azabache lo jalo del cabello hacia sus labios, a diferencia de las otras veces las cuales se habían besado, no había nada dulce en ese beso, sus dientes chocaban mientras peleaban por quien dominaba los labios de quien.
Las manos del castaño bajaron hasta el pelvis del menor, un jadeo de escapó de sus labios al sentir las yemas de los dedos del contrario tan cerca de su miembro.
Tenía suerte que ninguno de sus hermanos o sus padres se encontraba en casa, la primera planta se encontraba en total silencio, pero al subir las escaleras podías escuchar una de las camas rechinando y los jadeos de ambos jóvenes.
Quacktiy colapsó en la cama, había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que tuvo alguna clase de intimidad con alguien. Sus ojos se empezaron a sentir pesados.
Wilbur se levanto de la cama buscando su mochila, al encontrarla sacó la chaqueta del azabache, volteó a verlo, sus ojos se habían cerrado y parecía que en cualquier comento iba a quedar dormido.
Lindo.
Le lanzó la prenda a la cara, no tan fuerte pero si lo suficiente para hacer que Quackity brincara.
— Aquí no es motel, toma tu chingadera y vete.
Quackity termino de acomodarse los pantalones y colocarse el resto de sus prendas para después salir del cuarto sin decir ninguna palabra.
Bajo las escaleras y salió de esa casa azotando la puerta principal. Su mente daba miles de vueltas ¿Que le había pasado? Odiaba a Wilbur y aun así al estar cerca de el perdió el control de su cuerpo y terminaron besándose y tocándose.
— Maldito virgen. — Se insultó a sí mismo en voz alta.
Que tan desesperado tenía que estar para dejarse tocar de esa manera por alguien tan irritante.
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Quisiera ser alcohol !? TNTDUO
FanfictionPor las calles del pueblo quesadilla se pueden escuchar las risas y gritos de jóvenes vándalos causando problemas por donde crucen.