✨️Cristal

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La luna alumbraba las calles de pueblo, las guirnaldas decoraban las fachadas de las casas y la música seguía sonando como si fuece eco; no podía existir una noche tan hermosa como ésta.

Todos bailaban y cantaban al son de las diferentes melodías, pero todos esperaban el clásico de siempre, el Bals de Luna. Esta melodía había sido creada por su primer líder y rey de Armeyn, teniendo a la luna de cristal como emblema y en cada festividad se la tocaba.

Al comenzar a sonar los primeros acordes, todos se posicionaron con sus parejas y comenzaron a bailar suavemente al ritmo del bals.

Jimin, miraba con ternura como las parejas bailaban y los niños intentaban bailar como juego; pero su atención cambió cuando sentió que alguien lo llamaba.

- Me permite ésta piesa
querido príncipe? -

Jimin giró y lo vió.

Era Jungkook, haciendo una leve reverencia, extendiendo su mano derecha y mirando a Jimin a los ojos.

Jimin no dijo nada, solo asintió y tomó la mano de su amado; comenzaron a acomodar sus posturas y empezaron a bailar dirigidos por la magia del bals.

Así todos disfrutaban de la compañía de sus parejas, Jin y Nam bailaban bien pegados uno al otro, de una manera tan íntimas como si guardarán un secreto; Tae y Hoseok, como si estuviesen en la primera cita bailaban tomándose de los hombros y a una distancia razonable un cuerpo del otro; pero Jimin y Jungkook...

El momento era solo para y de ellos, existían ellos en ese lugar y nadie más; bailaban con ritmo y elegancia el bals de una manera muy fluida, eran giros, cambios de lado y posiciones, algunas levantadas en el aire y mucho más, ellos solo se encargaron de disfrutar el momento, pero...
Toda la magia desapareció con el primer grito que se escuchó.

- Oscurus! Oscurus! -

- Corran, hay vienen! -

- Los niños, protejan a los niños! -

Al escuchar esto, todos comenzaronna correr, eranun caos total lo que se presenciaba, los Oscurus entraban a las casas por la fuerza, destrozaban los faroles, bancos y decoraciones del lugar, capturaban personas y algunas terminaban...

Era tanta violencia y masacre la que percibían los ojos de Jimin, ver como sus amigos luchaban y también eran lastimados, eso no le gustaba y lo hacía enfurecer; pero él aunque peleara contra los Oscurus, nunca lograría hacerles daño, ya que necesita de su magia para poder matarlos, pero creía que no era correcto usar el bien de manera maligna.

Su concepción de esa idea cambió cuando a lo lejos vió a todos los niños del bueblo, desde los más pequeños hasta los jóvenes ser rodeados por almenos ocho Oscurus, fué allí cuando al escuchar el horror de los pequeños, sus ojos brillaron del celeste eléctrico intenso pues, su lobo había despertado.

- Cachorros!... Debo salvar cachorros!...
Auuuuu! -

El aullido de Jimin aturdió a todos dejándolos medio desorientados; pero nadie esperaba que a los pocos segundo, una inmensa manada de lobos grisaseos llegarán al pueblo.

Jimin no dudó y por primera vez, su voz de mando se escuchó.

- ATAQUEN SIN PIEDAD, DE AQUÍ NADIE SALE CON VIDA SI A UN CACHORRO HAN DE LASTIMAR! - Exclamó Jimin casi en un grito.

Los lobos, sin dudar, se abalanzaron velozmente sobre los Oscurus, eran zarpazos y mordidas por aquí y por allá, la sangre y podredumbre salpicada por todos lados.

Jimin aprovechó que los niños ya no estaban rodeados y corrió hacia ellos.

Aún con su lobo presente, se dirigió a los niños diciendo:

- Tranquilos mis cachorros, no les pasará nada, ahora vengan conmigo, vamos! -

Todos los pequeños se tomaron de las manos y se aferraban al príncipe, junto a él comenzaron a correr en dirección a la salida del pueblo, porque si lograban llegar al castillo estarían a salvo gracias a su magia; pero no lo lograron.

De la nada y de un salto apareció delante de Jimin un Oscurus, pero éste era más grande que los demás.

Jimin supo que si no luchaba, los pequeños estarían en peligro, entonces levantó los puños, ya que no tenía armas, y se decidió a pelear.

El Oscurus comenzó a correr hacia él, Jimin no tenía casi esperanzas, pero decidió intentar cantar una melodía para ver si su magia funcionaba y con voz suave pero firme pronunció...

- Estrellaaas... denme fuerzaaas... Luna guíameee, protegemeee y con tu luz yo lu-cha-réee -

Y así de forma inmediata los ojos del chico se iluminaron aún más; nuevamente, como el día de su transformación y cuando salvó a Jungkook e hizo despertar al lobo del mismo, sintió esa fuerza y no dudó en usarla.

Tomó aire con profundidad, esperó a que el Oscurus estuviera lo más sercano posible a él y cuando casi podía tocar la cara del joven con sus manos putrefacta, el grito del Omega se escuchó por todo el pueblo.

La frecuencia a la que se encontraba el grito era tan alta que sólo los lobos; siendo caninos; podían percibirlo y aullaron un poco por el dolor; pero luego nadie entendía porqué el joven príncipe gritaba y no se lo podía escuchar. Pero fue en ese mismo momento en que el Oscurus dió un alarido de dolor y explotó en miles de pedazos, desapareciendo del lugar.

- Jaja, ahí tienes maldito Oscurus! Ha... - Dijo Jimin aliviado y entre una risita y un suspiro.

Se dió la vuelta para ver a los pequeños que sonreían y victoreaban la genial acción que Jimin había echo; pero pronto las risas pasaron a ser gritos.

Los ojos de Jimin se abrieron de par en par, bajó la cabeza y miró fijamente la zona de su bajo pecho; había sido apuñalado.

Al estar atento a los cachorros, no se había percatado de que otro Oscurus venía directo a él, y le atravesó el torso con una vara de hierro negro cubierta con la putrefacta sustancia de los Oscurus.

El Oscurus sacó la vara de hierro del cuerpo de Jimin, haciendo que éste diera un quejido de dolor y callera al suelo; quedando en posición fetal, se llevó las manos a la herida abierta e hizo presión sobre la misma.

Los niños se acercaron y rodearon al joven, preocupados lloraban y le pedían a Jimin que no muriera, que lo querían mucho y que cuando fueran más grandes lucharían en su ejército y le serían leal a su reinado y fieles a su persona;
Pero Jimin no decía nada, su reacción era mínima, el dolor era tanto que apenas podía respirar, los ojos se le aguaron y las lágrimas comenzaron a surgir; sabía que probablemente, frente a esos inocentes niños, daría su último aliento y ...

Y Jimin cerró sus pequeños y preciosos ojos del color del cristal.

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Hola mis BabyValkys, antes de que me regañen, pido perdón de antemano si la estabilidad emocional de alguno de ustedes se desacomoda en éste capítulo; aviso desde ya que no me hago responsable y que no pago terapias, jeje...

Bueno, tranquis que se viene el Cap. 27

Saludos!

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