🥀Caos: El fin de los tiempos

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Había pasado media hora desde que Jimin había despertado en el regazo de Taehyung y ahora, desde hace un rato todos estaban en un gran salón con una mesa de mármol y cristales, de la cual surgían diversas figuras las cuales formaban un perfecto mapa de Armeyn, mostrando cada reino, pueblo y límite de tierras así como las zonas mágicas del reino capital.

- Allí, ese es el camino más directo al reino de Katarium -
Señaló Hoseok apuntando con una pequeña bara de coral rojo un sendero hecho en el mapa tridimensional de la mesa.

- Sí, pero lo más seguro es ir por el oeste, hay un bosque bastante denso; si Jimin va por allí entonces tiene más probabilidades de llegar a donde es el imperio y que no sufra ningún tipo de daño. Debe de estar listo para todo, más si puede llegar a enfrentarse al Emperador -
Explicaba Taehyung mientras con su dedo indice trazaba una ruta imaginaria por la cual debería de ir Jimin para estar a salvo y llegar al imperio.

- No puedes asegurar nada Taehyung -
Se escuchó decir a Namjoon.
- Lo mejor es llegar de frente, por la entrada principal del reino y atacar, destrozar todo y acabar con ese alfa de mierd~ ! - Grita Namjoon dando un golpe tan brusco que da fin a la mesa de mármol que hasta hacía segundos se encontraba en una sola piesa, dejándola en escombros.

- Kim Namjoon! Silencio! -
Exclamó Taehyung furioso, a él no le gustaban las groserías; y mucho menos ahora que su hermano ya no se encontraba a su lado, se había vuelto más estricto en aplicar todo lo que Jin le había enseñado, para así ser un rey digno de su pueblo.
Pero a veces se olvida que él aún era joven y que en momentos solo se dirigía a sus amigos o a su Alfa Hoseok.

- Ya mi hermosa esmeralda, calma... no debes reaccionar así de brusco, además recuerda que tus cambios de humor pueden afectar al cachorro en tu vientre -
Dice Hoseok acariciando el pequeño bulto de Tae.

- Ha... sí, tienes razón; lo siento - Dice Tae apenado en sentido hacia Namjoon.

- Tranquilo Taehyung fue mi culpa, tengo tanta rabia en mi interior que... aún me cuesta mucho controlar mi temperamento - Se excusa Nam bajando la mirada y negando con la cabeza.

Por un momento el salón queda en completo silencio, hasta que...

- Oigan... y Jimin? -
Pregunta Hoseok.

Los tres miraron a su alrededor.

- No está, creí que estaba aquí -
Dijo Tae.

- Yo creí que seguí en su habitación... -
Expresó Namjoon.

- No... Él salió de allí al mismo tiempo que yo, él venía caminando detrás de... - Dejó de hablar Taehyung.

Los tres quedaron en silencio y se miraron confundidos, hasta que entendieron lo que estaba pasando.

- Corran! -

- Vamos, muévanse! -

- No debe de estar muy lejos, lo alcanzaremos! -

Ambos alfas y el omega corrían desesperados por todo el castillo intentando llegar a la salida y encontrar a Jimin; parecían lobos en plena cacería, dispuestos a atrapar a la presa a toda costa.

Rápidamente llegaron a las puertas del lugar y cruzaron el umbral, para luego seguir por los jardines delanteros y frenar de golpe a pocos metros de la entrada principal del mismísimo reino.

- ¡Rapido transformence en sus lobos y vayan tras él! No puedo perderlo, No a él, No puede morir! JIMIN!!... JIMIN!! - Gritaba Taehyung desesperado y con lágrimas en sus ojos.

Pero ninguno de los alfas cambió de forma, ya que muy a lo lejos, mezclándose con los colores cálidos y brillantes del atardecer, se divisaba la figura de un corcel blanco el cual galopaba a toda velocidad, y en su montura se encontraba aquel omega de cabellos dorados y piel porcelana, portando una armadura tan reluciente como etérea de color plata con el emblema del reino de Armeyn en la larga capa de seda que ondeaba junto al viento; perdiéndose lentamente en el horizonte y preparándose para aquello que debería por cuenta propia enfrentar.

OMEGA DE ORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora