✨️Hierro rosado

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- Auu... Me duele... - Jin se quejaba para si mismo, luego de unas tres hora de decirles la verdad a Jimin y Tae, su celo emprebaza a crecer, al igual que aumentaba el dolor.

Luego de la charla había decidico ir a la biblioteca del castillo para tomar algún libro, leer lo ayudaba a distraer su mente del dolor que le causasba su celo, el cual siempre era fuerte, ya que jamás había tenido a un alfa con él en esa cituación para aliviarlo.

- Jm!... Ha... -

Jin estaba intentado tomar un libro el cual se encontrba en una estantería un poco alta para él, y cuendo logó alcanzar el libro con la punta de sus dedos un fuerte dolor lo hizo gritar.

- Ah! -

Al instante sus ojos se tornaron fuccias, su celo ahora estaba en su punto más alto.

- Ha... Ha... De-debo... Llegar... a algun... dormitorio, ah!... - Decía entre jadeos.

Aferró el libro a su pecho y salió de la biblioteca, luego de algunos pasos comenzó a caminar torpemente; sus piernas querían fallarle, querían que callera allí en medio del corredor. Por la comisura de su labio comenzó a gotear saliva acompañada de varios suspiros y gemidos, pero todo empeoró cuando sintió que su zona pélvica estaba húmeda, ya se había comenzado a lubricar.

- Ha... No... no... - Jin rogaba a su cuerpo recisitir un poco más para poder llegar a algún dormitorio. Pero al estar casi fuera de si, no notó quién estaba delante de él.

Al dar un paso, pechó a alguien, Jin levantó la vista y allí estaba, Namjoon!

- Jin!... Estás bien?!... Qué suce... - Namjoon quedó en silencio.

Jin, al ver a Namjoon comenzó a soltar con fuerza su aroma, éste era la mezcla perfecta entre miel y lavanda, sus feromónas estabas fuera de control.

- Ha... Nam... Namjoon... A-ayuda... - Le rogó Jin.

Al escuchar el pedido de ayuda de Jin y recibir esa bocanada de feromonas, Namjoon se descontroló.

Sus ojos brillaron de un azúl eléctrico y comenzó a gruñir.

- Grrrr... Omega, mío - Namjoon dirigió sus manos hacia Jin y lo levantó en el aire hasta cargarlo sobre sus brazós, luego comenzó a caminar hasta llegar al dormitorio que él tenía en el castilo de Jimin.

Dejó a Jin sobre la cama, luego se dirigió hacia la puerta y la azotó con fuerza para cerrarla.

Miró hacia la cama, contempló con un poco de perversidad como Jin se retororcía suavemente y gemía, arqueaba su espalda y daba pequeñas patadas.

- Ha... Alfa... Alfa!... Donde... ha... Estás, ah!... - Jin rogaba a llantos y con la voz casi imperseptible entre gemidos.

Namjoon lentamente pero con paso firme fue avanzando hasta llegar a la cama, al estar más serca de Jin, estiró su mano y con el dorzo de la misma acarició el rostro del omega.

- Alfa... ha!... Tomame... Alfa!... - Exclamó Jin en medio de un gemido mientras acurrucaba su cabeza buscando el tácto de la gran mano de Namjoon.

Namjoon no dijo ninguna palabra, prosiguió a quitarse la ropa, dejando su gran y fuerte torzo al desnudo. Luego subió a la cama y cruzó una de sus piernas para quedar por ensima de Jin.

- ha... ha... -

Los suspiros del omega eran como una suave melodía para los odios de Namjoon, pero él quería que eso se transformara en una canción completamente diferente, quería que "cantara" su nombre.

- Omega - Jin lo miró atento. - Si hoy te tomo, serás mío... Y me darás cachorros - Finalizó Nam con voz firme.

Jin se sentó en la cama como pudo y se avlanzó sobre Nam abrazándolo.

- Sí, tómame. Quiero que lo hagas, ha!... Quiero... quiero a tus cachorros en mi, LO QUIERO! -

Esta última palabra por parte de Jin, fue una orden dicha por un rey, así que Namjoon obedeció.

Con Jin aún abrazándolo, violentamente arrancó la ropa del omega de un soló tirón, lo acostó sobre la cama y comenzó a besarlo en la boca desenfrenadamente.

Entre esos besos se colaban suspiros y gemidos, al igual que sus lenguas encontrandose y sintiendose.

Luego Namjoon bajó hasta quedar a la altura del pecho de Jin, y comenzó a lamer los pezones de éste, a besarlos y chuparlos. Jin ya no hablaba, solo suspiraba y gemía, mientras su cuerpo comenzaba a sudar.

Luego de ver los pezones eréctos del omega, Namjoon se enderezó y prosiguió por liberar al miembro ya duro de Jin. Lo contempló por un momento y luego su mano lo tomó sin titubear.

En ese momento Jin se dió cuanta de que tan grande era su alfa, ya que la mano del mismo cubría por completo a su miembro erecto, entonces sin previo aviso, Namjoon comenzó a estimularlo.

Jin cerró los ojos y aferraba sus manos fuertemente a las sábanas, no podía verse ya que en ese momento sentía verguenza, soltó una mano y se cubrió el rostro.

- Omega, qué haces? - Dijo Nam con voz sería y grave.

- Ha... yo... siento verguenza, ha... de mi... - Decía Jin derramando una lágrima.

Namjoon dejó de estimular a Jin y se acercó a él, para luego tomar su mano y quitarla de su rostro.

- No digas eso, mi omega es lindo, mi omega es fuerte, mi omega es valiente, mi omega es un rey... Y es MI OMEGA -

Al escuchar esto Jin lo miró perplejo... y lo besó.

Ese beso tan intenso hizo que las manos de Namjoon viajaran rápidamente a su zona baja, se separó de Jin por un momento se quitó la ropa, dejando al descubirto su "inmensidad" ya dura.

Los minutos fueron pasando, las estimulaciones fueron cambiando, los gemidos eran constantes y el alma de estos lobos solo deseaban una cosa...

Familia.

Entre las sabanas, Namjoon penetraba con fuerza y envestía una y otra vez sin demora entre sus movimientos. Jin solo se dejaba ser en ese momento, se dejaba poseer por su Alfa, quien luego de unos momentos, quedó dentro de Jin, haciendo el nudo y a la vez mordiendo con sierta profundidad el cuello del omega.
Para luego de una ardua noche de pasión, pudieran dormir acurrucados uno contra el otro y soñar con el hermoso futuro que les espera.

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Aquí el final de un nuevo capítulo.

Hasta el cap. 24!

OMEGA DE ORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora