👑Epílogo: El nacimiento del Sol

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Todo a su paso se destruía sin dejar rastros, como si nunca hubiera existido y no formara parte del recuerdo o la historia.

En medio del colapso de aquel mágico mundo un omega arrodillado lloraba a gritos por el amor de aquella vida que había escapado de sus manos y ahora el cuerpo tieso de éste descansaba sobre su regazo.

Un inmenso pedazo de techo del templo amenazó con caer sobre el joven y el cuerpo de su amado, pero estando a escasos centímetros ese inmenso bloque se desintegró.
Rodeando a la pareja, un campo u escudo los protegía de cualquier amenaza que pudiera dañarlos.

Jimin seguía mirando y acariciando el rostro de Jungkook, con la esperanza de que solo estuviera dormido y de la nada despertara con una cálida sonrisa en su rostro la cual le brindaría solo a él.

Pero la desilusión sería grande si Jimin enfrentaba la verdad y aceptaba lo que ante sus ojos había ocurrido hacía unos minutos atrás.

Fuera de esa burbuja en la cual se encontraba la pareja todo era una pesadilla.

Namjoon, Hoseok y Tae intentaban acercarse y romper esa barrera para sí llegar a Jimin y hacerlo entrar en razón para que dejara de causar destrucción con sus poderes, pero era inútil, la espada de Nam se había hecho añicos, el hacha de Taehyung se había partidos a la mitad y el látigo de Hoseok se había desintegrando apenas tocó ese campo protector mágico.
Era imposible entrar y cada vez, Armeyn se dirigía a la muerte.

Dentro del escudo no escuchaba ningún ruido, todo era pacifico y cálido, todo era un sueño que debía durar para siempre; pero algo alfín hizo entrar a Jimin en razón.

- Waaah! Waaaaaah! -

- Lucero... - Susurró el omega.

Su bebé.

Jimin levantó la mirada y ante sus ojos se encontraba la imagen de Taehyung cargando a su cachorro, el cual lloraba y gritaba por miedo; y fue allí cuando la primera lágrima de muchas brotó de los ojos de Jimin al ver lo que había causando.

- L~ Lucero... mi amor... yo~ ha... lo siento tanto, perdóname mi bebé, perdóname... - Rogaba Jimin desde adentro del campo mágico.

- Si quieres que no Lloré, déjalo entrar! -
Gritó Tae a todo pulmón.

Y Jimin solo asintió extendiendo sus brazos hacia su bebé y del campo formarse una pequeña abertura para que éste entrará y luego de estar en brazos de su padre omega, cerrarse al instante.

- Shh, shh, mi niño lindo... Ya estás con papi, no llores... mi precioso cachorro, shh... - Decía Jimin logrando calmar al pequeño.

Luego sus miradas se encontraron y el brillo dorado de los ojos de Jimin se reflejó en los pequeños ojitos negros de su cachorro.
Ante lo cual, Jimin tomó una decisión.

Sujetando a su cría con una mano y dirigiendo la otra hacia el Alfa, Jimin habló.

- Tienes que ver el amanecer junto a mí y tu hijo luego de que te me propongas y nos casemos Alfa -

Y así, sin titubear, Jimin tomó la mano de Jungkook y junto a la suya las acercó a su pecho y con fuerza clavó las uñas de ambos, tanto hasta que ambas manos entraran en su pecho para luego sacarlas, cerrarse su pecho, y llevar en ellas un objeto dorado, tan brillante que parecía emitir luz propia; esto era su corazón.

En el mismisimo silencio y con todas las miradas enfocadas en el objeto palpitante, Jimin introdujo con cuidado esa mitad de su corazón en el pecho opuesto y luego de depositarlo en el interior, con delicadeza trazó una línea a lo largo de la herida y como si una aguja invisible estuviera cosiendo, la herida cerró.

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