𝐄𝐥 𝐭𝐫𝐢𝐚́𝐧𝐠𝐮𝐥𝐨 𝐚𝐦𝐨𝐫𝐨𝐬𝐨 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 || MichiHakuDou Bl Kny

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓

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El tiempo transcurrió rápidamente, cada jóven era seleccionado por un líder diferente. Michikatsu escogía cuidadosamente a sus futuros discípulos, observó a varios jóvenes, no le gustaba la idea de escoger a los más débiles ni a los más fuertes, debia ser un punto medio.

A veces escogía a jóvenes con una apariencia dura pero también estaban los que eran más débiles, lo mejor de entrenar era tener discípulos de ambos rangos, débiles y fuertes.

─¿Cuantos discípulos se escogerán este año comandante?.─pregunto kaigaku, observó que ya no quedaban muchos jóvenes y los últimos eran escogidos por los demás líderes.

─25. ¿Cuantos llevamos?.

─23.

Michikatsu observó detenidamente, habían dos jóvenes algo alejados, entre esos, estaba el muchachito rubio ceniza y otro jóven de cabellos color negros de un tono calipso en sus extremidades.

Parecían hablar algo animados, o eso veia en el rubio, le sonreía al chico de cabellos curiosos, asi que no dudo en acercarse, principalmente por que tenía a la vista dos jóvenes totalmente diferentes, uno demostraba dureza y el otro...no.

Aun que le molestaba el simple hecho de tener al niñato rubio cerca, pero los demás ya habían ido retirándose con sus discípulos jóvenes y a él le quedaban dos que ya tenia a la mira. Una vez cerca ambos jóvenes observaron a michikatsu, uno neutral y el otro algo asustado.

─B-bueno, yo ya me voy.─comento el chico rubio, intentando huir de la mirada agresiva de quién era el comandante.

─Oh claro que no.─comento kaigaku, deteniendo la huida del rubio.

─Seran parte de mi casta, kaigaku anotará sus nombres y luego deberán pasar a buscar sus prendas de la casta lunar.─con simpleza michikatsu dejo en claro lo que el futuro les esperaba.

─¿Casta lunar?. ¿Ya no quedan puestos en otras castas?.─pregunto extrañado el muchacho de cabellos negros.

─No.─respondio michikatsu con algo de agresividad.

─Muy bien, diganme sus nombres.─menciono kaigaku.

─Yo soy tokito muichiro. Crei que mi gemelo estaba por aquí...─murmuro el menor, extrañado, observando el ambiente para encontrar a su gemelo.

─¿Y tú?.─cuestiono kaigaku al Rubió.

─¿Yo?. N-no, yo...ire a otra casta.─sonrio el rubio, nervioso, intentando irse.

─Se llama kasumikaze dōma.─menciono muichiro, de manera tranquila.

─¡Muichiro!, jaja, n-no digas mentiras. No le crean, es algo...raro.─comento bajito dōma, sintiendo la pesada mirada de michikatsu.

─¿Okey...?, entonces, kasumi...kaze.─murmuro kaigaku extrañado por el apellido.─¿es un invento o algo así?.

─...Eso, no es de tu incumbencia.─se ofendio el rubio, mostrándose un poco molestó.

─Suficiente.─comento con firmeza michikatsu, sobando su cien molesto.─kaigaku, lleva a los discípulos a la casta lunar, debo hacer algunas cosas antes de ir allá. Llevalos a que se bañen y que esten listos una vez que llegué.

Michikatsu se retiró con prisa, necesitaba encontrar a hakuji y hablar un momento a solas con él.

─¿Kasumikaze no es tu apellido?.─pregunto muichiro, confundido.

─Claro...supongo.─murmuro dōma, suspirando un poco cansado.

─¿De donde sacaste tal cosa?.─rio kaigaku, algo burlesco de su parte.

─Agh. Naci en otra villa, fue invadida por el...clan al que estan al servicio.─murmuro molestó dōma.─no quiero estar aquí, este lugar me causa cosas...

─¿Es por el comandante?.─pregunto tranquilamente kaigaku.

─Algo asi. Me mira, feo.─murmuro bajito nuevamente el rubio.

─Volviendo a tu apellido. Es raro.─menciono kaigaku, observando al grupo de jóvenes que esperaban al lider de la casta lunar.

─Tks...soy especial.

─Claro.─sonrió kaigaku, haciendo un demás.─Muy bien, soy el discípulo principal de la casta lunar, seré su guía hasta la casta.

Los jóvenes siguieron a kaigaku, algunos en silencio y otros que estában asustados, principalmente por estar en un lugar nuevo y desconocido.

Dōma sintió un agarre en su yukata viejo, sobre saltándose y observando a muichiro, cuestionandolo con la mirada.

─Es para no perderme, soy algo despistado.─aclaro el chico de ojos calipso.

─¿Enserio te pierdes asi de fácil?.─pregunto dōma.

─Si...solo un par de veces.─sonrio muichiro, algo apenado por su actitud distraída.

─Vale, esta bien, no pasa nada entonces.─dōma suspiro, resignado al no poder irse de aquel lugar, extrañaba su pequeño pueblo natal.

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