Capítulo 22.Sentimientos descubiertos.

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─ Anda, Olga, te podrías haber arreglado un poco.

─Me he arreglado ─ contesté mirándome de arriba a abajo .

─¿Llamas arreglarse a ponerte unos vaqueros y una camiseta? Eso es adecuado para cualquier día de diario , no para hoy.

─Miriam, se puede ir perfectamente mona con unos vaqueros. Además , llevo unos zapatos de cuña y hoy me he maquillado para estar algo diferente.

Ahí sí me había esmerado un poco más delineándome la línea del ojo y acompañándolo con una sombra gris ,mientras en los labios había optado por aplicarme un color de un tono grosella, puesto que también el cabello lo peiné como de costumbre, con una sencilla coleta .

─¡Qué menos! ─exclamó Miriam levantando las manos al cielo, que para mi gusto iba demasiado exagerada, aunque no me sorprendía, siempre le había gustado destacar. Ella lucía un vestido corto en negro , y unos tacones tan altos que costaba mirarla sin hacerte daño en el cuello. Se había maquillado los ojos con un efecto ahumado y los labios , por supuesto , de un rojo pasión. ¡Le encantaba ese tipo de rojo!¡Era de sus favoritos! Como último toque llevaba un moño alto y tirante.

─Va, déjala ya. Estás muy guapa , Olga ─me defendió Carmen ,quien llevaba un vestido de flores en colores pastel, con unos zapatos bajos en beige ,un maquillaje en colores discretos y el cabello liso adornado con una diadema.

─¡Pelota!

─Miriam , no sé si recuerdas que aunque vayamos a una fiesta, Mario y yo nos encargaremos de atenderos a todos. En eso quedamos con Félix, y no creas que no nos costó convencerlo, pero queremos que él disfrute de la compañía de Sol tranquilamente , sin ningún ajetreo que le altere.

─Eso os va a costar muchísimo .Félix no es de los que se queda sentado así sin más, y menos en su propio negocio─apuntó Carmen .

─Ya lo sé.─Suspiré. Sabía que sería una tarea difícil mantenerlo quieto , como un invitado más , degustando la cena que él mismo había elaborado, pero yo también era muy cabezota , y si me empeñaba en que no se moviera de su silla , podía conseguirlo.

 ─No hay excusa que valga ,Olga. Te aseguro que si yo estuviera en tu lugar ,me habría esmerado del mismo modo en mi imagen, aunque tuviera la misión de servir los platos. Pienso que debemos estar siempre ideales , por lo que pueda pasar...Además , nena , no somos unos clientes sin importancia, sino tus amigos.

Reemprendí el camino dando por terminada aquella conversación, pues me parecía inútil continuarla, ya que no nos íbamos a poner nunca de acuerdo. Miriam y yo , en algunos aspectos éramos muy diferentes.

Abrimos la puerta de El Refugio y observamos que se encontraba vacío de clientes.

─¡Vaya , chicas!¡Qué guapas os habéis puesto! ─Mario fue a la primera persona que vimos.

─Gracias , morenazo, pero no lo dirás por ella ─me señaló Miriam con el pulgar.

─Lo digo por las tres.

─Pues a mí me parece que deberías ir al oculista ....¿tú crees que se  puede vestir tan informal para una fiesta?─le preguntó volviendo su cuerpo hacia mí.

─Miriam , te recuerdo que no es una fiesta , simplemente una cena para despedir a Sol.

─Bueno , lo que sea .─Miriam movió la mano en ademán de desdén ─.El caso es que es algo atípico , que pocas veces hacemos , y con más razón debería haberse preocupado mas por su aspecto.

Rodé los ojos y me giré hacia Carmen , quien me dedicó un gesto de compasión.

─Para mi gusto va estupenda.

Enséñame a creer en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora