11. Todo empeora

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Chigiri jamás pensó ver a su amigo al borde de la depresión, además de eso él no podía con su, sentimientos, aparte se enteró que aquel alfa del que se estaba enamorando había encontrado a su destinada y deseaba estar con ella, por eso el nunca confío en las alfas, por eso el odiaba a las alfas, por eso es por lo que no quería volver a enamorarse, ahora ahí estaba, con su hijo enfermo, su mejor amigo embarazado, marcado, con su alfa muerto y un vínculo roto que podía hacer que el falleciera.

¿Qué haría? Tenía muchas cosas encima, tenía demasiadas cargas, no podía solo, no podría llevar a su hijo más allá de lo que el ganaba, pensó en darle aquel tratamiento a su hijo por sus ganancias en la empresa, pero Reo perdió el poder absoluto de la empresa al negarse a casarse con otro alfa, y él obviamente había Sido despedido sin razón alguna, solo dijeron que no necesitaban a gente como el en la empresa, solo tenía una opción. No deseaba usar esa opción, pero no le quedaba de más, dejo a su amigo durmiendo en el sofá donde él dormía y tomo su móvil, marco a un número que por más que odiar lo sabía a la perfección.

— ¿Hola? ¿Quién habla? — La voz del otro lado del teléfono lo hizo sentirse nervioso, sabía qué hacía mal después de haberlo rechazado, pero no quedaba de otra...

— ¿Este es el número de Kunigami Rensuke? — Obviamente lo era, aun así, pregunto más que nada por cortesía que por otra cosa, además sus manos temblaban.

— Si, el habla, ¿Y usted es? — No creía que Kunigami no reconociera su voz, pero era algo de vida o muerte, no le tomo importancia.

— Soy Chigiri... Necesito que vengas al hospital de Tokio, hay algo que necesito hablarte. Si no deseas venir dilo aquí y ahórrate...— Fue interrumpido de inmediato, escucho nuevamente aquella voz que tanto le ponía nervioso.

— En 15 minutos estoy ahí, espérame. — La peli naranja corto enseguida, no lo dejo hablar solo corto, estaba nervioso, debía estar firme, pero ¿Cómo podría hacerlo?

— Mami... — La delicada y rota voz de su hijito se escuchó, él rápidamente corrió hasta su pequeño sentándose a su lado acariciando su cabeza. — ¿Por qué el tío Reo está aquí? Dijiste que no le dirías a nadie. — La boquita enfurruñada del menor era algo que Chigiri amaba, pero en ese instante odiaba con todo su ser, solo tenían como una semana y su hijito, su príncipe, el amor de su vida, tenía sus labios partidos y secos, también estaba pálido y delgado, esperaba Que todo se solucionará rápido para evitar algo más a su hijo.

— El tío Reo está aquí por otra cosa mi niño, el tío Reo está triste, hay que darle mucho amor. — El pequeño asintió con una pequeña sonrisa en sus labios mirando a su tío Reo dormir en el sofá con ropa de su tío Nagi.

— Señor Chigiri, una persona lo busca. — Había llegado la hora, tenía que enfrentar a aquel alfa dueño de sus pesadillas, y mierda... ¿No pudo llegar cuando Kai estuviera dormido? Soltó un suspiro acercándose a la recepción donde debía estar aquel hombre.

Fairy Tale - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora