3. Un pequeño problema.

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La llegada de Chigiri a Tokio fue rápida, apresar de que el vuelo se había retrasado un poco llegó bastante rápido, de inmediato tomo un taxi el cual lo llevo al edificio donde vivía el cual era parte de la universidad donde estudiaba, sabía que su compañero de habitación no estaba, así que era mejor para el, estar solo en esta situación, más al llegar encontró a dos personas, su mejor amigo y al compañero de habitación de este, el Omega pelinegro inmediatamente abrazo al más alto con fuerza también dejó salir su aroma buscando calmar cualquier pesadez en el corazón de este, más el peli rosa solo pudo llorar en el hombro del menor, sus lágrimas y gritos salían sin control alguno, no le importa que le escucharán, ni siquiera podía dejar de llorar. Fue tomado en brazos por su amigo alfa y llevado al sofá sentado en medio de estos.

-Chigiri-san... ¿Te... Te marco?- el mayor quito la bufanda que cubría su cuello mostrando aquella marca casi cicatrizada, aquella marca sin duda hizo enfadar el doble al alfa e hizo que el peli negro le abrazara una vez más.

-Yo... Es mi culpa... No tenía que entrar en celo... Es mi culpa por seducirlo.- Entre llantos y gimoteos se culpaba por aquello, una vez más el Omega pelinegro dejó salir Y aroma a limón para calmar.

-Hyoma, ¿Quien fue?- El mayor de los tres trataba de no gruñir o dejar salir sus feromonas para no asustar a los dos omegas los cuales estaban abrazados mientras uno de ellos lloraba.

-Recuerdas el maestro que... Nos daba el último año, ese del que me enamore.- el mayor asintió negandose a creer que aquel alfa le halla hecho eso.

-No me digas que fue el Profesor Kunigami.- El Omega asintió apretando al pequeño peli negro el cual acaricio suavemente su cabello. Mientras el más alto se levanto de golpe y comenzó a caminar por la habitación, sentía impotencia, asco y repulsión a su propia casta, para calmarse comenzó a acariciar su larga cabellera la cual sin duda era tratada con delicadeza. -Maldito, sabía que nunca me gustó ese acercamiento que tenía contigo, era demasiado molesto con todos y demasiado tierno contigo.- se sento al lado de su amigo arrebatándole de los brazos de su acompañante y quitando con brusquedad el saco que aún traía puesto ya que no se había cambiado.

-¡Aryu suéltame! ¡No me toques!- el peli rosa empujó al peli negro, hecho aquello se levanto tomando el saco y volviendo a colocarse, sus ojos destellaban un leve tono celeste mostrando su miedo e irá, al mismo tiempo sintió tranquilidad por el lazo. -Quiero deshacerme de esta marca, no la quiero, no quiero que sienta lo que yo siento, no quiero sentir lo que el siente, no quiero nada de el.- rasco su cuello con fuerza, provocando que gotas de sangre bajarán por su nuca hasta su camisa.

-Chigiri-san no haga eso, se hará daño- el menor de los tres se levanto tomando la mano del más alto quitando la. -Aryu-san, traiga el botiquín, déjeme hablar con el un momento, de Omega a omega.- el más alto obedeció dejando a ambos solos.

-Odio esto Niko, lo siento, no hemos hablado mucho y ahora me vez en esta situación, que vergonzoso, ¿No crees?- el mayor se abrazo a si mismo, sus lágrimas caían aún sin control, se sentía herido, usado, ultrajado, pero...

¿Que debía hacer?

No sabía que hacer.

Lo que si sabía era que deseaba deshacerse de ese maldito lazo que le estaba enloqueciendo con los sentimientos del alfa. Arrepentimiento, culpa, vergüenza, y Miles más, no deseaba sentir, deseaba apagar esa marca.

-Chigiri-san, no debe sentirse así, no se lo que acaba de pasar, no puedo decir que lo entiendo por qué no es así, pero usted debe seguir la vida, siga adelante, es un Omega fuerte y muy hermoso, déjeme ser su apoyo Omega, su amigo cercano, nada saldrá de aquí, solo si usted se lo dice a alguien.- brindo una pequeña y suave sonrisa, aquello reconfortó al Omega el cual con miedo retiro aquel saco dejando ver sus hermosos y delgados brazos moreteados, sus piernas con mordiscos y marcas de colmillo, lo poco que podía verse de su vientre era otra mancha morada, su rostro también tenía varios morados por ahí y por allá. -¿Que desea hacer Chigiri-san?- El suspiro soltado por el peli rosa se escuchó por toda la casa.

Fairy Tale - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora