13. Mi alfa.

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Kunigami jamás había sentido algo así

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Kunigami jamás había sentido algo así. Después de verse con Chigiri sintió como todo su mundo se venia abajo, sentía como si toda su vida no tenia sentido, como si algo le hiciera falta y la verdad si, le hacia falta su omega, ese que había perdido por su idiotez, ese que había tocado y violado como si fuera un omega cualquiera, después de ese día no pudo volver a tocar otro omega sin sentirse asqueado, lo intento varias veces, incluida aquella que seria su esposa, ya que sus padres los habían comprometido desde hace tiempo, mas aun asi no se habían casado al ella notar como las veces que deseaba llegar a algo mas con el contrario, el simplemente se detenía y se iba a otro lado, o simplemente se quedaba, la satisfacía con sus dedos y ya, no hacia más nada.

El día en curso se sentía raro, había algo extraño, como si su pecho supiera que habían sentimientos ajenos, como si su lazo nuevamente se sintiera, como si su omega hubiera bajado la pared, aun asi no creyó mucho aquello, Chigiri lo había mandado al diablo, lo sabia y entendía, no lo quería volver a ver, lo sabia, pero, saberlo era una cosa y aceptarlo otra, quería  a su omega, quería a su otra mitad pero jamás pensó que seria difícil recuperarlo, o eso pensó. Sintió la ola de sentimientos al borde de la locura. ¿Qué era eso? ¿Por qué lo sentía? ¿Acaso de verdad Chigiri había bajado la pared del vinculo? si era asi debía correr al hospital, sabia donde estaba asi que sin esperar mucho se subió a su auto y condujo hasta el hospital como loco, su mente no figuraba nada, solo que su Omega lo necesitaba con urgencia.

Alfa, te necesito.

Mi cachorro morira.

Tengo frio alfa, dame tu calidez.

Esas palabras llegaron a su mente, mientras conducía trato de enviar la calidez que el Omega necesitaba, sus instintos se despertaron como nunca así que sus ojos iban de un fuerte tono dorado mientras sus colmillos se mostraban. Un gruñido broto de sus labios cuando un semáforo fue el que detuvo su andar, como acababa de cambiar piso el acelerador y siguió rompiendo una ley del tránsito, no le importo, y menos estando tan cerca del hospital.

Llegando bajo corriendo del auto sin estacionarlo bien, solo dejandolo aparcado en un sitio cualquiera, corrió a donde sus instintos le dijeron que corriera, hasta que lo encontro, su Omega, el mismo levanto la mirada roja de tanto llorar, pero sus irises azules celeste, entre tropezones se levantó y corrio a los brazos de su alfa soltando sus feromonas de angustia, dicha angustia que corria por su cuerpo y se colaba por el lazo que los unia. Kunigami soltaba suaves feromonas buscando calmar el pesar de su Omega, no entendía que podía hacerlo derrumbar, así que curioso estiró un poco su cuello notando a un chico desnudo, su piel era pálida, por la anatomía del cuerpo era un Omega, y aquella mancha que se mostraba en las sábanas junto una pequeña bolita entendía que podía ser, entonces callo en cuenta.

— Hyoma, Omega, ¿Dónde está nuestro cachorro? — pregunto suavemente tomando con una mano delicadamente la mejilla del mas bajo, el trago con fuerza la saliva que se acumulaba en su boca y agachó su mirada.

Fairy Tale - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora