Harry estaba esperando para embarcar en el vuelo Heathrow-Van Nuys. Había una multitud de gente cerca de la puerta de embarque. Miró el tablón de embarcar: el vuelo se había retrasado. El embarcar comenzaría en una vez minutos. El joven exhala lentamente y se pasa la mochila al otro hombro, las manos le tiemblan ligeramente. Estaba claro que beber tanto café por la mañana no merecía la pena. Harry no estaba acostumbrado en absoluto a esa bebida: no la servían en Hogwarts, y no se podía pedir a los Dursley...
Sin embargo, después de derrotar a Voldemort, el chico empezó a beber mucho café. Mucho. Todo el que podía: hasta el punto de que el corazón se le aceleraba, hasta el punto de que le temblaban las manos... sólo para mantenerse despierto. Porque si se dormía, seguramente tendría visiones... No había bebido mucho esta mañana, pero ya le temblaban las manos. Tal vez Harry estaba nervioso por el vuelo.
Sí, tal vez sea una estupidez, pero tenía miedo de volar en avión. Era difícil confiar su vida a la tecnología muggle, que de alguna manera incomprensible tuvo que elevarse en el aire y volar casi nueve mil kilómetros para llevarlo al aeropuerto Van Nuys, cerca de Malibú. La mano del joven presionó involuntariamente la varita mágica en su bolsillo. Al darse cuenta de esto, volvió a exhalar lentamente y se obligó a relajarse.
La mirada de Harry se detuvo en la mujer con el bebé en brazos. A juzgar por su aspecto exhausto, para ella se trataba de un traslado, no de su primer vuelo. El niño miró a Harry con sus brillantes ojos azules y el le parecía cálidamente. El bebé saltó emocionado en los brazos de su madre y se enterró en su cuello, mirando de nuevo después de un par de momentos.
Echando otro vistazo al marcador, Harry suspir. Faltaban ya dieciocho minutos para el aterrizaje. Parece que el tiempo se ha revertido.
El joven miró a la gente que lo rodeaba: todos estaban ocupados con algo. Niños y adultos estaban inclinados a varios dispositivos muggles. El chico no sabía qué podía hacer tanto un pequeño dispositivo.
A pesar de crecer con los Dursley, Harry tenía muy poco conocimiento de la tecnología muggle. El joven pasaba casi todo su tiempo libre antes de Hogwarts encerrado en un armario, y el mayor milagro tecnológico que vio fue la televisión. Un poco más tarde también vislumbró la computadora de Dudley. Sin embargo, el propio Harry nunca usó una computadora, un teléfono móvil o incluso un televisor. Así que miró a la multitud con desconcierto e interés, captando fragmentos de vídeos, música y conversaciones.
Era sorprendente cuánto había avanzado la tecnología muggle en tan poco tiempo. Harry estudió en Hogwarts, luchó en la guerra y en ese momento los muggles desarrollaron tanto su tecnología que se volvió casi imposible ocultar la magia.
Después de la derrota de Voldemort, la comunidad mágica dio un suspiro de alivio. Harry, Ron y Hermione fueron a Hogwarts para completar su educación. Por primera vez estudiaron con calma e hicieron planes para el futuro. Esta vez el golpe llegó de donde nadie lo esperaba: el Ministerio de Magia declaró la ley marcial. Los niños apenas lograron graduarse de la escuela antes de que ésta cerrara, al igual que otras escuelas de magia del mundo. La razón era simple: con el desarrollo de la tecnología, ocultarse se volvió casi imposible. Absolutamente todos los métodos de movimiento mágico estaban prohibidos, ya que eran rastreados instantáneamente. Esto casi congeló la vida de la comunidad mágica. Era posible lanzar hechizos libremente sólo en áreas mágicamente ocultas.
El Ministerio de Magia intentó explicar las razones, pero, con el nivel de educación de los magos en este campo, era difícil entender algo. Como Harry se dio cuenta, los muggles estaban filmando todo. Ahora no había calles que no estuvieran vigiladas por satélites u otros sistemas de videovigilancia, y donde uno pudiera aparecerse o moverse mediante un portal. También todo en el local resultó complicado: grabaciones de vídeo, escuchas telefónicas, sensores de movimiento...
ESTÁS LEYENDO
Hechizos y Armaduras
FanfictionHarry Potter, el héroe que derrotó a Voldemort, ahora enfrenta un nuevo desafío: abandonar la Tierra. Después de la declaración de la ley marcial y la imposibilidad de ocultar la magia en un mundo cada vez más tecnológico, la comunidad mágica toma l...