Capítulo 24: Calma

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El agudo pitido de la computadora despertó a Bruce. Con dificultad levantó la cabeza y miró la pantalla. En el monitor aparecía la hora: las cuatro de la mañana. Al parecer se quedó dormido en su escritorio mientras esperaba los resultados de las pruebas. Le dolía el cuello. Banner se estiró, frotándose los músculos rígidos. No había nadie más en el laboratorio excepto él.

La computadora volvió a sonar. El hombre hizo clic con entusiasmo en la notificación. ¿Están listos los resultados de la prueba? La pantalla se llenó de datos.

¿Qué demonios?

Bruce miró las mesas frente a él con incredulidad. Los ojos del hombre se entrecerraron, sus manos apretadas en puños, la rabia llenándolo, amenazando con salirse de control.

Harry se despertó sobresaltado. Mi corazón latía salvajemente en mi pecho y por alguna razón el grito de Hermione estaba en mis oídos. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué está tan preocupado por sus amigos? ¿Todavía se está recuperando de su encuentro con el boggart? Ay Merlín, ¿por qué no se ocuparon de las comunicaciones?

Harry se concentró en su respiración. Inhala exhala. La calma volvió lentamente a él. El chico miró a su alrededor. Tony no estaba en el dormitorio, por supuesto. El joven sonrió involuntariamente. La pasión con la que Stark trabajó en sus inventos no pudo evitar inspirarlo. Harry disfrutó observando al hombre mientras trabajaba, así como su progreso. Tony estaba dedicado a su trabajo y realmente lo amaba. Fue... impresionante.

El tipo se dejó caer sobre la gruesa alfombra. Quizás la meditación te ayude a comprender tus experiencias. Al ponerse cómodo, Harry cerró los ojos, concentrándose en el aire que llenaba sus pulmones. Poco a poco su conciencia se aclaró y su respiración se estabilizó. De repente las sensaciones físicas pasaron a primer plano. Con sorpresa, el joven se dio cuenta de que sus muñecas y yemas de los dedos parecían arder. Harry miró sus manos. No, todo estuvo bien. Los dedos eran tan sensibles que incluso el más mínimo movimiento de aire se percibía como un toque en toda regla. Había una sensación constante de tirón alrededor de los dispositivos, como si los estuvieran alejando de algo.

Decidiendo estudiarlo más de cerca, Harry se concentró en los dispositivos. Podía sentir claramente los implantes y cómo interactuaban con su magia. Como prueba, Harry lanzó un Lumos. El hechizo se desarrolló a su alrededor. Pero lo que el chico sintió en ese momento le hizo contener la respiración con admiración.

Fue increíble. El joven podía sentir claramente cada giro de la magia, cada parte del hechizo. Observó cómo se desarrollaba el hechizo ante él. Harry pudo discernir claramente la fórmula mágica, vio corrientes de energía entrelazándose entre sí, formando una bola de luz flotando en el aire frente a él. También sintió claramente su magia, listo para responder a cualquier llamada. Harry nunca lo había sentido tan claramente antes. Parecía que ni siquiera necesitaba ningún hechizo para controlarla. Sólo la concentración y la fuerza de voluntad serán suficientes para guiarla. Harry se dio cuenta con sorpresa de que sentía la magia como parte de sí mismo, como otra mano, cuyas capacidades eran casi ilimitadas, como una extensión de su voluntad. ¿Cómo pudo Tony crear algo como esto? ¿Qué más se podría lograr si magos y científicos pudieran trabajar juntos?

Inhala exhala. Inconscientemente, el chico levantó la mano hacia el arete. La sensación de tirón en mis dedos se intensificó. Interesante... Harry se puso de pie, turnándose para caminar hacia la tecnología en la habitación y levantar las manos hacia ella. Obviamente, la sensación de tirón se debía a los campos magnéticos de los aparatos, pero había tantos en esta casa que la sensación apenas disminuyó. Harry no podía llamarlo desagradable, sino más bien inusual. Sólo... me pregunto... ¿realmente podriá ver los campos magnéticos?

Hechizos y ArmadurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora