6-La cena

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Shoto estaba sentado en la cama cubriendo su rostro entre sus rodillas, sus ojos estaban rojos de tanto llorar y le ardían. No pasó mucho tiempo hasta que tocaron la puerta de habitación.

-¿Quién es?-Preguntó.

-¡La señorita Mina!

-Me levanté de la cama y abrí la puerta, para mi sorpresa no había nadie del otro lado.-¿Qué?

-Pensé que te gustaría un poco de té.-Habló desde abajo la tetera rosada acompañada de la tacita amarilla, un azucarero y leche.

-¿Pero qué? Tú...-Retrocedí sorprendido golpeandome con el armario en el proceso y logré escuchar como este se quejó.

-¡Oh! Cuidado, dulzura.-Dijo amablemente.

-Imposible.-Me senté en la cama tratando de asimilar tanta información.

-Eso ya lo sabemos pero las cosas son así. Por cierto, un gusto conocerte, yo soy Momo.-Se presentó gustosa el armario.

-El gusto es mio, Momo. Yo soy Shoto Todoroki.-Sonrió

-Te dije que era muy bonito, Mina.-Dijo la tacita.

-Esta bien, Denki. Ya lo vi.-Sirvió un poco de té dentro de la tacita.

-Gracias.-Tomé un poco del té que me dieron.

-Lo que hiciste fue muy valiente, mi niño.-Habló Mina.

-Todos hicimos eso.-Siguió Momo.

-Pero perdí a mis padres, mis hermanos, mis sueños, todo.-Su rostro reflejaba tristeza y algo de enojo.

-Ánimo, mi niño. Todo saldrá bien, ya lo veras.-Esas palabras le dieron esperanzas al menor quien volvió a mostrar una muy ligera sonrisa.-¡Oh, vaya! Estoy perdiendo el tiempo y la cena no está en la mesa.-La tetera rosada se fue hasta la salida junto a la tacita.

-Y ahora ¿cómo te vestimos para la cena? ¡A ver que tienen mis cajones!-El armario abrió sus puertas y algunas polillas salieron de esta, avergonzada se cerró rápidamente.-¡Pero que vergüenza!

El menor río ante lo sucedido.

-¡Mira! Aquí hay algo.-Sacó un traje elegante compuesto de una camisa blanca con un corset negro en la cintura y un pantalón negro ajustado.-Esto es elegante y hará resaltar tu figura.

-Eres muy amable pero...no bajaré a cenar.

-¿¡Qué?! Oh no, no, no, no. Tienes que bajar.

Ambos dirigieron si vista a la puerta donde estaba el reloj de plata, Iida.

-La cena esta servida.

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Mina, Kirishima y Bakugo estaban en la sala a la espera de Shoto e Iida que aún no llegaban. El cenizo caminaba impaciente en sus cuatro patas de un lado a otro dando gruñidos.

-¿Por qué se tarda tanto? Le dije que bajara ¿¡por qué no ha llegado?!-Gritó lo último.

-Trata de ser paciente, Bakugo.-Pidió Mina.-El chico perdió a su familia y a su libertad, todo en un mismo día.

-Bakugo, ¿has pensado en que tal vez sea el chico el que rompa el hechizo?-Preguntó Kirishima.

-¡Por supuesto que sí! No soy tonto.-Respondió el cenizo.

-Bien, así que tu te enamoras de el, el se enamora de ti y ¡puff! Se rompe el hechizo.-Comentó alegre.-Seremos humanos a la medianoche.

-No es tan fácil, Kirishima. Todo eso lleva tiempo.-Dijo Mina.

El Doncel y la Bestia [BAKUTODO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora