"Mi Más Loca Obsesión" [PAUSADA]

Capítulo 4: "primera parte"

Hola chic@s lamento la demora, he estado algo ocupada. Acá les dejo la primera parte del capítulo 4, a más tardar en la noche o mañana publicaré la segunda parte.

Pueden encontrar errores, les ruego me disculpen si es así, es que lo he tenido que corregir muy rápido y tal vez se me pasó algo por alto.
¡¡Espero les guste, voten y comenten!!
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Brenda:

-Con un extraño sabor amargo en la boca salí de mi habitación luego de ducharme y ponerme algo más o menos desente, y me encaminaba al que de seguro sería mi tortura mañanera del día de hoy.

Y....no me equivoqué(como de costumbre), pues en la mesa ya estaban ocupados casi todos los puestos con exepción del mío y...el de mi madre, que en casa era irreemplazable, el cual estaba situado justo al lado de el de mi abuela en la cabeza de la mesa y al lado del mío(sí, todo tradicional como ocurría en las "para mí" estúpidas telenovelas de los 60).

Los demás presentes eran mi hermano Brendan, mi "amada" abuelita, mi "carismática" prima(que al parecer estaba de visita esta mañana), y...para mi sorpresa había un puesto de más ocupado por una señora de edad que no logré identificar como conocida para mi, pero que al parecer si lo era para Claire, puesto que estaba sentada justo al lado de ella frente al lugar que una vez...ocupó mi madre.

La mujer era de cabello blanco, plagado de canas, con unas cejas espesas pero al mismo tiempo bien marcadas, que enmarcaban a la perfección dos zafiros azules profundos y penetrantes como ojos, tenía arrugas notables por la edad, pero se veía bastante bien.

Llevaba puesto un conjunto color malva, la parte de arriba tenía un escote execivamente recatado, con bordados delicados en las mangas largas que se extendían hasta sus muñecas,y la parte inferior era un sencillo pantalón de la misma tela con hermosas pequeñas perlas como detalles.

Traía el cabello recogido en un elegante pero poco llamativo peinado, y llevaba pendientes y un collar que reconocí de plata con pequeñas piedras amatistas incrustadas. Sin dudas aquella señora era sencilla pero elegante, llamativa con un aire misterioso y al mismo tiempo lucía agradable con esa sonrisa blanca resplandeciente, amigable y nada hipócrita para cualquiera, pero demasiado común para mí.

Yo había conosido a muchas personas como ella, amables, respetuosas, elegantes y sociables, pero que en realidad eran simples políticos o empresarios falsos en busca de negocios, tratos, contactos y falsas amistades que en realidad eran pura conveniencia, eran un puñado de vívoras asesinas con sed de poder.

-Brenda querida, te presento a la señora Belett, es la amiga de la que te conté, la dueña de la casa en donde pasarás seis meses conviviendo, y la he mandado a buscar porque ha habido un cambio de planes en último momento.- soltó de pronto Claire sacándome de mi analítico proceso.

-Es un placer conocerte Brenda- habló por fin la señora desconocida y extendió una mano hacia mí- Mi nombre es Christina Belett, pero tú puedes decirme Christin, así me llaman todos mis amigos.- dijo con esa voz arrastrada pero amistosa y me recorrió un escalofrío por la columna, era como si de pronto, esa voz fuese conocida para mi, como si estuviese teniendo un extraño e incomplensible Déjà vu.

-¿Cómo que un cambio de planes?- ignoré deliveradamente a la mujer y me enfoqué en lo importante luego de analizar por un momento la situación.- ¿A qué vino la señora Belett hasta aquí, si se supone que me voy mañana por la noche?

- Ya no te irás mañana por la noche, te irás ya mismo, pues hoy en la noche habrá una horrible tormenta que azotará el país entero, y se piensa que estarán cerradas las calles y aeropuertos hasta dentro de dos semanas como mínimo, así que lo mejor será que seas amable con la señora Christina y subas a arreglarte porque te vas dentro de media hora querida Bry.- dijo sin más, con una tranquilidad en la voz alarmante.