|| Ultraviolence T.1 ▪︎ Leon S. Kennedy x Lectora || By: isstkiu .°•★!

《 Capítulo 26 》

Ambos comían en silencio sobre la cama, mirabas tu plato sin apetito, sintiendo la mirada de Leon, sobre ti.

-Estas muy callada, ¿Me quieres decir algo?- Preguntó Leon, quien hace varios minutos había acabado su comida, mientras que tu plato seguía casi intacto.

-No...- Murmuraste con la atención en tus pensamientos. -No tengo hambre.- Dijiste por fin apartando tu plato, dejándolo sobre la mesa de noche y poniéndote de pie para ir al baño.

-¿Te sientes mal?- Se levantó preocupado.

-Creo que voy a vomitar.- Respondiste algo nerviosa mientras sabías la tapa del baño y sentías suaves pero molestas arcadas.

Como siempre, Leon tomó tu cabello y acariciaba con la palma de su mano tu espalda. Y claro que vomitaste, todo lo que habías comido en la mañana lo habías devuelto.

-¿Mejor?- Preguntó mientras tomaba algo de papel higiénico para limpiar tu boca.

Negaste y al instante volviste a vomitar. -Me siento enferma... Todo me da vueltas...- El aire no circulaba bien por tus pulmones, haciendo que no llegue oxígeno suficiente al cerebro, provocando varios mareos y de un momento a otro, un desmayo.

Leon, quien te miró en estado de shock, te tomó en brazos y corrió hasta el auto, donde te recostó en el asiento y fueron rumbo al hospital.

Una hora después, despertaste algo desorientada y con algunos dolores corporales.

Miraste a tu alrededor buscando a Leon, pero no estaba. Poco rato después el doctor, junto con Leon, entraron a tu habitación murmurando cosas que no lograbas entender.

-¿Cómo se siente señorita ____?- Preguntó el doctor que traía en manos un formulario.

-¿Cómo estás, linda?- Preguntó también Leon, tomando tu mano.

-Yo... Me duele un poco el cuerpo.- Respondiste mientras mirabas la mano de Leon. Una sostenía tu mano y la otra acariciaba tu vientre y cintura. Sentiste una cierta incomodidad ante el toque, más bien tristeza, recordando tus anteriores embarazos fallidos.

-Por ahora descanse. En un momento vendré con los resultados y veremos si la damos de alta.- Con eso dicho, el doctor se retiró, dejándote a ti y a Leon, solos.

-Leon, necesito decirte algo importante, pero quiero que lo tomes con calma.- Comenzaste a decir con el corazón en manos.

El ya mencionado, te miró esperando a que hablaras. Presionó tu mano haciendote sentir un ligero escalofrío.

-Visité a tu padre antes de que muriera. Tu madre cree que yo lo mate, pero escucha. Tal vez tenga razón, debemos divorciarnos, este matrimonio ya no rinde ni un fruto y no estoy logrando lo que quiere tu madre. Fallé como esposa y futura madre. Pero, ¿Sabes? Tu padre me dijo cosas que me hizo pensar que tu madre estaba equivocada. Su único deseo antes de morir era que reicieramos nuestra vida. Me dijo que me divorciara de ti, y al principio no entendí por qué, pero me explicó que el ya estaba viejo, y que si se iría al infierno, al menos lo quería hacer con la conciencia limpia. El quiere que terminemos todo, eliminar ese contrato y volvernos a casar, pero como un verdadero matrimonio el cual si se ame. Dijo que le hacia ilusión poder dejar hacer nuestra vida como merecemos. No siguiendo un contrato con limites de tiempo.- Lágrimas caían de tus ojos recordando el momento.

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-No lo mal interpretes. Estoy viejo y yo ya no podré salir adelante, tal vez hoy sea mi último día con vida. Quiero que sepas que la mitad de mi herencia será para ustedes. Gasten el dinero en una nueva boda, en esa casa en el campo que tanto querías. Se feliz con mi hijo, porque realmente lo haces feliz, jamás lo había visto tan contento cuando era solo un adolescente. Recuerdo cuando se escapaba de casa por las noches y corría por las calles hasta llegar a tu hogar... Oh, era realmente un romántico contigo. Todos sus ahorros de fin de mes los gastaba para darte algún regalo, alguna joya o una salida tan sencilla como un picnic o un restaurante lujoso.- Lo miraste con un nudo en la garganta.

-¿Usted lo sabía?- Preguntaste.

-Claro que si, querida. Siempre supe que eras tu desee un principio. Jamás olvidaría la cara de una niña tan linda y angelical, eras realmente un ángel, salvaste a mi hijo y me pone triste saber que por culpa de nosotros y tus padres hayas tenido que sufrir tanto. Me hubiera gustado poder ayudado en ese momento y no haberte apartado de mi hijo. Sabes que quien da las órdenes es mi esposa, de no ser por ella ustedes serian felices, aun que, gracias a ella logramos salir de aquel mundo de pobreza. Leon, lo único que quería era ser suficiente para tu familia y poder sacarte de ese lugar. Se que no me queda más tiempo, así que quiero que sepas que tienes mi total bendición, apoyo su matrimonio y quiero que sean una familia feliz. Dile a mi hijo que, realmente lo siento por no parar a su madre, y que lo amo, al igual que a ti, cielo. Eres una mujer muy fuerte y maravillosa, se que podrás con esto y mucho más.- Abrió sus brazos esperando que acertaras.

Rápidamente entre lagrimas abrazaste a tu suegro, quien ya se veía desgastado y desanimado.

-Esta bien linda, no te preocupes por mi, sabes que tienes mi total permiso de quemar ese contrato. Rompanlo y vivan una vida larga y hermosa, y hagan las cosas a su debido tiempo. Lo más probable es que mi mujer te pida que te divorcies. No lo hagas para irte, hazlo para empezar desde cero. Siempre serás un gran tesoro, por favor, cuida bien de mi hijo, confío plenamente en ti.- Comenzó a sonar el pitido de la máquina, la cual controlaba los signos del señor Kennedy, quien ahora abrazabas su cadáver.

Rompiste en llanto sin poder creer que pasara esto así como así. Te separarte y saliste corriendo en busca de un médico y los enfermeros, tenías fe, una fe que pronto se fue apagando al ver que ya no daba resultados.

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mmmm, MMMMM ni me dolió