♛꧁💖💞༒𓆩 - 𓆪༒💕💖꧂♛•°
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- Tom, ¡pss! - levanto la cabeza para ver a Bill, me ví obligado a dejar de usar el móvil para darle toda la atención y centrar la mirada en él, quien me llamaba desde uno de los vestidores. Tuve que ir obligadamente para saber. Le dediqué una de las mejores sonrisas mientras iba.
Que no se note el odio que le tengo por lo que me hizo, Bill sabía que me gustaba una de sus amigas y lo peor, que él, en su casa, se la haya besado cuando dijo que iba a ayudarme.
Bill no fue sincero.
Estaba en el centro comercial de ropa junto con su grupo de amigos afeminados, maricones, amanerados, delicados.
Odiaba a Bill pero a la vez quería sorprenderle, agradarle...
- ¿Todo bien?
- Necesito ayuda. - susurra mirando de un lado a otro. Antes de que hablara ya jala mi mano para estar dentro con él, frente a frente. Suspiré mirando su rostro.
- ¿Qué puedo hacer por ti?
- Mírame. - dejé escapar todo el aire de mis pulmones sin control, por poco y me desbarato por ver su cuerpo sin ninguna de esas prendas oscuras que suele usar. Bill traía una minifalda blanca y un crop top del mismo color.
Se adhiere muy bien a su cuerpo.
No era cualquier ropa de salida, era como tipo lencería...
- ¿Cómo me veo? horrible, ¿verdad?
- No...
- ¡La falda me hace ver cómo una tabla, Tom! - gritó/susurró con tristeza.
- A ver, date vuelta. - Bill obedece. Apoya ambas manos en el espejo mientras yo me sumergí en un mar de nervios. Que imposible era no verle el trasero. - ¿Cómo quieres que te quede?
- Súper ajustada, Tom. Es para la fiesta de Halloween, es el único día que me puedo disfrazar de una prostituta sin ser juzgado.
- Uhm...
- Necesito que se marquen unas curvas de carretera, pronunciadas y perfectas. - tenía las manos llenas de sudor. Guié el ganchito al último hueco para meter y que le quede justo como quería. Voltea a verse en el espejo y sonríe. - Wow, me gusta... haces magia, Tom.
- No es nada. - limpié el sudor en el jean. Si él llegaba a notarlo, probablemente haría un escándalo diciendo que le toqué con las manos sucias.
- Mírame. - vuelve a pedir con una voz seductora. A estas alturas de la vida acaba de darme una erección, la mente estaba volada y no sabía si mi ropa lo cubría, estaba inquieto. - ¿Crees que me veo cogible, Tom?
- ¿Qué? - murmuro con voz débil.
- ¿Crees que... - relame sus labios rosados. Pone la mano en mi pecho, no pude evitar sentirme perdido, con el corazón acelerado y molesto al estar pasando por esto. - ...algún chico se fije en mí?