Capítulo VI

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La mañana del viernes transcurría sin complicación alguna, antes de salir de la casa con mi papá y mi hermanita, me revise en el espejo, tenía unas ojeras horribles, ¡parecía un zombie! Pero nada que un poco de maquillaje no pudiera cubrir.

Subí al auto y comenzamos nuestra marcha a la escuela, comenzaba a llover, no era extraño, eran los primeros días de verano, observaba la lluvia caer, mientras pensaba en mi pesadilla de la noche anterior, realmente me gustaría estar en la cama y dormir un poco más.

Al llegar a la escuela como siempre, estaban Valeria y Demian esperándome; y como siempre peleando, cada uno tenía un paraguas en la mano, así llueva o caigan meteoritos nuestra amistad es incondicional.

Me despedí de mi papá y mi hermana con un beso en la mejilla. Al momento de bajar abrí el paraguas, dejando caer sólo unas gotas sobre mi mano; me acerque a la entrada, Valeria y Demian me recibieron con un beso cada uno, pude ver por sus expresiones que el enojo no había disminuido en ninguno de los dos.

-Bueno y ahora ustedes dos por qué están peleando- pregunté con tono maternal.

-Pregúntale a Valeria- dijo Demian arreglándose los lentes.

-Pasa que tu amiguito nos quito el tiempo ayer, y no me quiere pasar la tarea- carraspeo Valeria en tono altanero.

-Yo no les quite el tiempo, de hecho ustedes me pidieron que les ayudara a estudiar, no es mi responsabilidad hacer su tarea, además Valeria cuantas veces no te he pasado tareas o trabajos a lo largo de estos que te gusta ¿siete años?

-Mira Demian si ya no quieres pasarme la tarea dímelo en mi cara- Valeria sonava indignada.

-Te lo estoy diciendo en tu cara Valeria- respondió el chico de los lentes.

-Me desesperas.

-El sentimiento es mutuo.

-¡Cristo redentor!, no hay un solo día que no puedan pelear- solté, molesta por aquella discusión y por no haber dormido –Valeria, Demian tiene razón, bien pudiste hacer la tarea, antes o después de vernos, él no tiene la culpa de tu irresponsabilidad, si quieres yo te la paso pero por favor dejen de pelear.

Pronto sonó la campana, me dirigí al salón de clases, me senté en mi lugar habitual, es decir hasta atrás en una esquina, es el lugar favorito de los tres desde que tengo memoria, siempre nos hemos sentado en el mismo lugar en cada salón que hemos estado.

Nos sentamos, y le preste la tarea a Valeria, ésta comenzó a copiarla a un paso apresurado. Aunque no tardo en aparecer la profesora y comenzó su clase.

La primera hora es historia, no estaba de ánimos para hablar de La Revolución Francesa o de Cleopatra, solo quería dormir.

-Lola, ¿Te puedo decir algo?- preguntó Danniel sonriendo.

-Claro- contesté con una sonrisa no tan bonita como la suya.

-Te amo.

De pronto ambos nuestras caras estaban juntas, podía sentir su respiración, el acercaba su cara cada vez más, hasta que por fin llego a mis labios fundiéndonos en un beso.

-¡Lola Ferro del Valle!- gritó alguien.

Me levanté de un salto, la persona que acababa de gritar era ni más ni menos, que la profesora de Historia, Gertrudis; o como muchos la llamamos "Gerbrutis".

La bruja... la maestra más estricta y mala de toda la secundaria, una señora bajita, de cabello blanco y lentes, con muchos años, podríamos apostar que ella estuvo en el nacimiento de Jesucristo.

-¿Qué cree que hace señorita?, esta es una institución seria venimos a aprender no a dormir- parecía que me iba a matar con la mirada.

-Disculpe profesora, no fue mi intensión, no tuve una buena noche.

-A mí no me importa lo que hace, o lo que no hace que no se repita, o tendrá problemas ¿Escucho bien señorita Ferro?- dijo con tono desafiante –además usted no es un genio exactamente en historia, así que necesitara mucha ayuda para pasar mi materia.

Me molestaba como la bru.. profesora te humillaba en público. En ese momento sólo deseaba estar en los brazos de Danniel... es decir en mi cama.

Me tenia que concentrar, ¿en que estaba pensando? Por Dios eso ya no era sano.

En una esquina del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora