Capítulo XIV

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Tomé el celular, la batería en ese momento estaba al 60%, lo suficiente para llamar a Demian, mire la hora apenas las diez de la noche, por poca vida social que tuviera Demian, era muy temprano para dormir, incluso para él.

Desconecte mi celular, rápidamente lo desbloquee, sin siquiera ver la pantalla, claro que había memorizado cada una de las teclas de mi celular y de mi laptop, fui a contactos, busque a Demian y lo llame.

-Hola, soy Demian, por el momento no puedo contestar, ya sabes que hacer, deja un mensaje, y te llamare después- era la contestadora de Demian.

Intente llamar dos veces más, me senté en mi cama y me deje caer, volví a llamar, pero con la diferencia de que ahora si me contesto.

-¿Qué paso?- preguntó –¿por qué llamas a esta hora?, ¿apenas llegas a casa?

-Sí, obvio, es bien normal, estar desde las tres de la tarde, hasta las diez de la noche, de camino a tu casa... en auto- dije sarcástica.

-Bueno, el sentido del humor no se fue con ese viaje- dijo divertido -¿Por qué no me mandaste el mensaje?

-Por eso te llamaba- contesté –al parecer me enferme, cuando llegue, me duche y después tome una pequeña siesta, que realmente fue una siesta como de cuatro o cinco horas. Tenemos una conversación pendiente Demian García Jiménez- usualmente, lo llamaba así, cuando estaba molesta.

-Uy, Lola ya se puso ruda- dijo Demian divertido –hablando de eso, ¿Por qué mejor no lo olvidas?

-Porque no, ¿qué tal que es tu única oportunidad de amor, en la vida?

-Lola, no seas intensa, además esa persona, ya tiene a al "amor de su vida, y yo ya me resigne a mi eterna soledad.

-Y yo soy la intensa, te escuchas como un señor de cincuenta años, que tiene gatos, y que aún vive con sus padres.

-Eso sonó muy dramático ¿no crees?

-Puede ser, pero es la verdad, si no te le declaras a Vale, podría pasar.

-¿Sigues insistiendo con Valeria?- dijo Demian, que ahora pasaba de divertido, a molesto –ya la verdad, es que no me gusta nadie, sólo te dije que si, para que dejaras de presionar con Vale.

-Vamos, ya admítelo no le diré a nadie.

-¡Que no me gusta Valeria, Lola, cuando lo vas a entender!- dijo gritando –disculpa, sólo que te pusiste muy insistente.

-Discúlpame tú, creo que es la verdad, soy molesta- dije con tono serio –supongo que me gustaba la idea de que mis mejores amigos fueran novios. En serio ¿No te gusta nadita?

-Aquí vamos de nuevo...- soltó un suspirito.

-Ya, ya, no te enojes, mejor te dejo dormir- dije tranquilamente –cuídate, hablamos mañana, te mando un beso.

-Igual Lola, descansa.

Dicho esto, colgó, eran las diez veinte de la noche, aún no tenía nada de sueño, deshice la cama, y me metí entre las sabanas, saque la Laptop de mi cajón, y entre a Facebook, no había ninguna novedad, bueno no en mi muro, revise las solicitudes de amistad, acepte a algunas personas. Volví a la página de inicio y vi algo que arruinaba todavía mas mi día.

En una esquina del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora