Mi marioneta personal || Shalnark & Oc

»¿Integración?

Después de unos minutos eternos, Kishumi deja de lado sus pensamientos y dudas para concentrarse en el día de hoy. Si ya había sido útil para Shalnark, también debería serlo para las demás arañas. Si no estaba mal... hoy tenían algo importante que hacer.

Kishumi decide salir de la habitación. Con pasos firmes camina hacia las escaleras y baja con confianza, intentando demostrar seguridad y disposición para hacer todo lo que los otros miembros ordenen.

Antes de doblar hacia la derecha, cómo Shalnark antes le había indicado para poder encontrarlo, un gran escombro roza su hombro casi impactando contra ella. La pelirroja estaba en shock, no sabía cómo reaccionar. cuándo volteó su mirada, se dió cuenta que aquél pequeño "niño" con pelo largo y grisáceo, había tirado ese objeto, claro, sin intención de querer lastimar a alguien.
El chico ladea su cabeza y deja los demás escombros en el suelo. Este se acerca a Kishumi y alza su cabeza para poder mirarla.

Las mejillas de Kishumi se colorean una vez más por el nerviosismo que tenía, no sabía qué hacer, qué decir, o cómo actuar. — "P-perdón por haberme interpuesto por tu camino... N-no debí haber hecho e-"

-"Kishumi, ¿verdad?" — Habló el peligris interrumpiendo a la menor en su oración.

La pequeña se mantiene en silencio, pero responde a la pregunta de su contrario asintiendo con su cabeza. — "Kortopi." — Dice el pequeño estirando su brazo.

Kishumi lucía intrigada. ¿Qué estaba pasando? Casi le rompen la cara, y ahora esa misma persona que hizo eso, ¿está hablando con ella? ¡¿CÓMO SI NADA?!. Sin entender el comentario del joven, la pelirroja hace una mueca de confusión y duda. El chico hace corrección de su comentario, haciéndose entender un poco más. — "Soy Kortopi." — Dice aún con su brazo estirado.

La menor soltó una sonrisa tímida al ver que el pequeño se estaba presentando. Esta también estiró su brazo para hacer un pequeño apretón de manos. Un silencio incómodo invadió el ambiente, dejando una atmósfera tensa para Kishumi. ¿Por qué ese niño seguía ahí? ¿Kortopi es un niño siquiera? ¿Por qué estaba tirando escombros en primer lugar?

Para romper el hielo, la pelirroja hace el esfuerzo de poder hablar y hacerle una pregunta a su acompañante, para conocerlo mejor y que el ambiente se disuelva un poco.

-"Y... ¿C-cuántos años tienes?"

-"No lo sé."

-"Ah... ya veo..."

La pelirroja guarda silencio y aquella terrible tensión vuelve. Kishumi no soportaba el silencio cuando estaba alrededor de la gente, creía que todos los ojos apuntaban hacia ella y aquellas miradas la juzgaban sin cesar. Ella no quería hablar, pero si quería liberarse de esa tortura debía hacerlo. Kortopi tambien es callado, así que por parte de él ni una palabra saldría de su boca.

-"Y... t-tienen una misión por lo que he escuchado... U-usuario de cadenas no?" — Pregunta la menor elevando sus comisuras incómodamente.

Kortopi baja su mirada y se puede notar una expresión de tristeza en aquél ojo visible que resaltaba. Algo indicaba que no estaba bien y que afectaba en gran medida al pequeño.

-"Básicamente, toda la brigada lo odia y le guarda rencor. Por su culpa, tenemos un miembro menos." — Menciona el peligris con un tono de voz bajo y tenue. Se podía notar cómo este intentaba evadir el contacto visual con su contraria. Algo... algo malo está pasando.

-"Ahh, sí... Lo han capturado, ¿no es as-"

-"Está muerto."

Kishumi se sobresalta y queda en shock. Nunca lo llegó a conocer, pero sin saber porqué, de repente sintió una sensación punzante en su pecho. Un sentimiento de lástima y culpa invadía su cabeza y una gota de sudor frío empezó a bajar de su frente.