❝ When everything, everything, everything you touch turns to gold, gold, gold ❞
Ren.
Está oscuro. Mi habitación, la casa, el mundo. Todo está oscuro y no existe nada que logre iluminar ni un vestigio de este abismo.
—Hay que irse, Serafín. —Mamá toma un par de cosas y las mete en una maleta improvisada—. Antes de que vuelva él.
—Pero mamá...
—¡Date prisa! —ordena.
Y sin siquiera dejar que agarre nada más, tira de mi brazo para llevarme a la puerta y tal vez, escapar de ahí. Sin embargo, nuestro intento es frustrado porque, nada más abrir, la imponente figura de un hombre fornido bloquea el paso.
—No puedo dejarte sola ni un segundo, ¿eh? —Su voz es dulce, pero su tono es tan aterrador como el olor a sangre impregnado en su cuerpo.
—Rouge —pronuncia mi madre, completamente atemorizada—. Yo no...
—Lleváosla. —Su orden es tajante y suficiente para que dos hombres entren a nuestro hogar y se la lleven. A pesar de sus súplicas, no la liberan y la arrastran hasta el sótano.
Entonces, el hombre se agacha a mi altura y las luces del recibidor se encienden. Me dedica una filosa sonrisa y no sé si estoy paralizado del miedo o tranquilo porque ya he aceptado las consecuencias.
—Serafín —dice hasta con cariño.
—Papi. —Trago saliva.
—¿Cuántas veces te he dicho que no tienes que imitar las acciones de tu madre? —pregunta.
—Yo... no sé.
—¿No sabes? —Su mano se dirige a mi muslo, descubierto debido a que estoy utilizando un pantalón corto de pijama. Comienza a apretar lentamente, pero con fuerza, haciéndome daño—. ¿Segura?
—Yo... ¿Muchas veces?
—Sí... ¿Y por qué nunca me haces caso? —Me pellizca justo donde tengo un moretón recién formado.
Y duele, duele como si estuviera ardiendo en el infierno.
—Papi, para por favor —ruego con lágrimas en los ojos—. No lo volveré a hacer.
—La última vez me dijiste lo mismo, Serafín. —Acaricia mi mejilla con su dedo pulgar.
—Yo...
—¿Tú? —repite con mofa.
—No podía dejarla sola.
—Tu madre está loca, Serafín. No puedes seguir sus mismos pasos.
Asiento lentamente.
—Sí, papi.
Entonces, se sienta en el sofá y palmea sus piernas como una señal; una orden. Me subo como puedo y me posiciono correctamente.
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Aquella melodía de verano © [BL] ✓ #PGP2024
Romance«Y el tiempo no puede detenerme como tú lo hiciste». *** Ren detesta a Airy; detesta esa sonrisa burlona que siempre tiene en la cara, detesta encontrárselo cada vez que está yendo a su estudio, detesta lo bien que canta, pero, sobre todo, detesta l...