Deberia sentirse como castigo.Está mañana, llegamos de argentina y gracias a dios, Isaac no me ha amarrado. Desde que llegamos he estado sentada en la sala de la casa, sin hacer nada más que ver a Isaac, hacer llamadas, caminar de aquí para allá, con expresión preocupada, quién sabe porque.
Hace unos minutos entro el amigo de el, igual de preocupado.
― Isaac, ya despejamos todo y al parecer, todo está bien.
Comenta el chico, dejando su teléfono de lado.
― Necesito que vayas y las traigas aquí.
Le dice Isaac, dejando de caminar.
― Pero tenerlas aquí....
― Solo haz lo que te digo.
El chico asiente no muy convencido y se retira de la sala.
La sala queda en total silencio y yo me coloco a jugar con el borde de un cojín, mientras veo como Isaac, escribe rápidamente en su teléfono.
― ¿Está todo bien?
Eso escapa de mis labios, sin siquiera percatarme, y luego el sentimiento de arrepentimiento llega a mí.
No tuve porque preguntar eso.
― ¿Y a tí que si lo está o no?
Escupe, con la voz un poco agría.
― ¿Por qué siempre eres así?
Como respuesta se encoje de hombros, en un gesto indiferente.
― Puedes tratar que mi estadia aquí sea.... ¿Agradable?
― No ― responde secamente, fijando su vista en el teléfono.
Iba a hablar, pero este me interrumpe.
― Kim, estamos en la vida real, ¿Sabés? ―quita su mirada del teléfono y la enfoca en mí― Soy tu secuestrador ¿Recuerdas? Tu estadia no tiene que ser agradable, y no tengo porque pasar palabra contigo, a menos que sea extremadamente necesario, ¿Entiendes?
― No tiene porque ser así.
Nuevamente me arrepiento por decir las cosas antes de pensarlas.
― Claro, se me olvidaba que en tu cabeza, ya tienes imaginada la pelicula de 365 dias conmigo, ¿No?
― ¡Claro que no!
Aclaro con rapidez, sintiendo el ardor en mis mejillas.
― Eres muy peliculera, Kim.
Me levanto para encerrarme en la habitación, y no seguir hablando con el, no tiene caso, es un....
― ¿A donde vas?
Inquiere, agarrándome cuando he intentado caminar.
¿Cómo fue que llego a mí, tan rápido?
― A-a la habitación.
Escupo tibuteando.
― No te he dicho en cual vas a dormir.
Siento el agarre de su mano en mi muñeca hacer algo de presión y bajo mi mirada hacía ella, para luego subirla a sus ojos.
― La primera que vea, esa es.
Le digo intentando safarme, pero es en vano.
― Te quedaras aquí, hasta que yo ordené lo contrario ¿Vale?, recuerda que también tengo la opción de amarrarte y creeme, esa me gusta bastante.
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Isaac
RomanceMi vida antes, a pesar de no ser linda ni encantadora, era tranquila.... Cosa que mis padres acabaron, al comprometerme con un chico, solo por obtener más de lo que ya tienen. No tengo tranquilidad, con el idiota de mi novio, respirandome en un lado...