Capítulo 8

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Capítulo 8 — Soundwave

Me quedé aparcado en una zona segura, con la puerta abierta y una actitud de molestia. Observaba por mis cámaras a Megara, esperando que se bajase. Estaba en shock, sin saber que hacer.

—Tenemos todo el día, ¿no?

—No voy a discutir —contestó con una mezcla entre molestia y una emoción que no pude identificar—. Solo recuerda que el señor Prime no quiere que conduzcas solo, para que no alarmes a las personas.

─ ¿Y si te digo que eso no me importa? ─contesté fríamente, aunque entendía que debía ceder, no iba a conseguir que lo hiciese de una sola vez sin ninguna consecuencia.

─Vamos, Prime es tu líder. Deberías hacerle caso.

─Genial, la desobediente dando clases de obediencia ─comenté.

─ ¿Y has pensado que hablarnos en publico hará que se den cuenta de que eres un robot alienígena de la misma manera y Heather y Prime nos van a colgar de las patas? ─preguntó, con cierto tinte gracioso en su voz.

─Súbete de vuelta ─dije. Cuando se montó con una sonrisa triunfal la até con el cinturón al cuerpo y sonreí triunfal─. ¿Qué tan lejos queda tu casa?

─No te voy a decir hasta que me sueltes ─dijo retorciéndose en el asiento.

Entonces usé nuevamente mi comunicador, esta vez para llamar a Ratchet.

─ ¿Soundwave? ─dijo tras unos segundos, inundando mi interior con su voz nerviosa─. ¿Qué ha ocurrido? ¿Necesitan ayuda tan pronto?

─Sé, pero no como piensas. Necesito saber donde vive la humana ─dije con calma, intentando no parecer insistente ni asustar al autobot. No quisiera que se pusiesen en mi contra.

─ ¿No está ella contigo? ─preguntó con cierto grado de preocupación, algo que no me pareció normal, pero dejé pasar.

─Sí, pero no me quiere dar las indicaciones. ¿Puedes mandarme las coordenadas? ─pregunté con calma y esperé unos segundos por una respuesta.

─Dame unos segundos más ─dijo entonces el muchacho del equipo siete, James. Aunque no sonaba como la otra vez, hablaba algo distinto.

─Perfecto ─contesté en voz baja, antes de que me llegase un mensaje.

─Listo. No se peleen mucho ─dijo Ratchet, como si le hubiesen obligado a decir eso─. Recuerden las ordenes de Optimus.

─No lo olvidaremos ─contesté, entonces continué con un: ─¿Verdad, Megara?

─Por supuesto. Vamos a casa ─dijo, aunque se notaba demasiado que estaba mintiendo. Intentaba soltarse con todas sus fuerzas. Cuando colgué la llamada, ella pidió: ─¿Me puedes soltar? Vamos, no voy a hacer un desastre.

─Bueno. No creo que Heather piense de la misma manera. Mejor te dejo atada por un rato más.

─Rayos ─dijo un poco desalentada. Puso los ojos en blanco y dejó de luchar─. ¿No me vas a soltar nunca?

─No puedo dejarte amarrada en tu casa.

─Que suerte ─susurró. Entonces una sonrisa se dibujó en su rostro─. Si no puedo moverme, puedo ir contándote sobre mí. Ya sabes, lo típico de mi color favorito y esas cosas.

─No quiero saber.

─Mi color favorito es el rosa y... ─le interrumpí colocando una melodía de rock alternativo.

***

Hola. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Quería agradecerles porque ya somos 100 lecturas en esta historia!!!!!!!!! No pensé que llegaríamos a tanto y les agradezco muchísimo por eso nwn

Nuestra Libertad ↑ SoundwaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora