Un Secreto En La Sangre (Libro 1 - Corrigiendo)

XIX - UN CLICK

~Narradora~
Los del clan Golden observaban alertas a Oliver. La madre de Olivia se acerca corriendo a su hija al ver como la sombra a su alrededor desaparece y la abraza entre llantos al verla herida mientras se la lleva lejos de Oliver.

─... ─suelta la espada y las sombras desaparecen.

Los practicantes de ofensiva, tanto los lobos como los que aún estaban en su forma humana, empiezan a rodear a Oliver en posición de combate, alertas y listos para atacarlo si hace algún movimiento extraño.

Oliver baja la mirada unos segundos para después levantarla y observar a los que lo rodeaban, aún con sus ojos en aquel estado.

─¡Alto! ─se escucha y los practicantes se quedan quietos, pero aún alertas.

Oliver observa como él pasa en medio de todos los lobos y personas que lo rodeaban hasta llegar hasta él. Inconscientemente da un paso hacia él, haciendo que los lobos empiecen a gruñir.

─Dije, alto ─dice de forma amenazante mientras se pone en frente de Oliver, mirándolo fijamente, pero dirigiéndose a los lobos quienes se callan.

Oliver y Axel empiezan a mirarse fijamente durante unos segundos hasta que finalmente el menor abre la boca.

─Yo... Lo siento... ─murmura mientras sus ojos empiezan a volver a la normalidad.

El brazo de Oliver se encontraba desangrándose por culpa de la mordida del lobo, llamando la atención de Axel. No obstante, vuelve su mirada rápidamente al rostro de Oliver y sostiene su cuerpo al ver como este cae inconsciente después de que sus ojos volvieran a la normalidad por completo.

~Oliver~
Empiezo a abrir lentamente mis ojos. Mi vista borrosa empieza a aclararse y mientras miro el techo en silencio, los recuerdos empiezan a llegar a mi mente.

Cierro nuevamente los ojos y suelto un suspiro mientras siento como estos empiezan a arder. A los pocos minutos, las lágrimas empiezan a salir por las comisuras de mis ojos.

─¿Oliver?

Abro los ojos y me limpio las lágrimas, a pesar de que continuaba con los ojos llorosos.

Observo como Judy se acerca, preocupada y nerviosa al mismo tiempo. Desvío la mirada al ver su temor.

─¿Cómo te sientes?

─Estoy bien. Déjame solo ─murmura sin mirarla.

─...Pero...

─Vete ─insiste y la mira, viendo como se sobresalta.

Judy asiente y se va, cerrando la puerta. Aprieto los dientes y vuelvo a cerrar los ojos, reteniendo las lágrimas que luchaban por salir.

Se escuchan voces afuera y a los segundos, alguien abre la puerta.

─Judy, te dije que te fueras.

─No soy Judy.

Siento mi cuerpo tensarse al escuchar su voz y abro mis ojos para poder observarlo parado frente a la puerta, mirándome.

Veo como se acerca después de cerrar la puerta y se coloca al lado mío sin apartar sus ojos de mí. Su mirada descienden por mi cuerpo, examinándome hasta llegar a mi pierna vendada.

─¿Puedes moverte? ─murmura.

─No lo he intentado ─responde igualmente con un murmullo.

─Has pasado todo lo que quedó del día de ayer inconsciente ─le informa.

─Entiendo... Lamento eso.

Observo como asiente y regresa sus ojos a mi rostro. Veo las preguntas formularse en su cabeza casi como si las estuviese diciendo.