Un Secreto En La Sangre (Libro 1 - Corrigiendo)

XXXVI - RUMORES

Lunes 28/10
Han pasado unos días y no he salido de la cabaña de Axel. Después de aquel momento, caí inconsciente y Axel me tuvo que cargar hasta la cabaña mientras todos estaban alterados. Axel no me quiso contar los detalles, pero estoy seguro de que todos quisieron expulsarme del clan o tal vez hasta matarme... Según él, todos estaban preocupados y se agruparon en la enfermería general, por lo que no lo vieron llevarme, pero sé que solo lo dice para calmarme... No se qué cosas habrá dicho para mantenerme aún en el clan, pero sé que a nadie le gustó y que aceptaron solo porque es el sucesor del líder... Seguramente Axel le dijo algo al líder y por eso ahora se va temprano en la mañana y regresa tarde en la noche. Hay veces en las que no logro siquiera verlo o saludarlo. 

Yo no he vuelto a ir a la enfermería general, no he hablado con la señora Nora como lo hacía antes y evito las visitas de Judy. ¿Para qué? Si de todas formas sé que también ha de estar enojada conmigo. Además, seguramente me advertirá que tenga cuidado de lastimar a Axel. Después de todo, aún no se me quita la idea de que siente algo por él. ¿Y cómo no hacerlo? Axel es perfecto... Y yo soy solo yo... Un asqueroso defecto humano que no sirve para nada y le hace daño a inocentes... No merezco vivir. No debí de venir aquí. Quiero desaparecer. No quiero herir a nadie. Se supone que soy solo un simple humano inútil, no debería de poder dañar ni una sola mosca. 

Escucho la puerta ser tocada y la voz de Nora detrás de ella.

─Oliver, ya está el almuerzo, por favor baja.

─...Ya voy. 

No he dejado de comer por el simple hecho de que tal parece que Axel le ordenó a Nora a informarle todo sobre mis comidas; qué dejo, qué no dejo, qué boto, qué no boto, qué vomito y qué no. No se si es porque se preocupa o porque no quiere que se desperdicie la comida, pero me da igual. 

No, no me da igual. No se ni para qué miento. Me importa mucho lo que piensa y más si es él. Me importa mucho y me hace ilusión saber que a pesar de todo se sigue preocupando por mí. Quiero creer que aún le importo y que después de todo seguirá conmigo por más egoísta que suene. Pero no quiero ser egoísta. No quiero que por mí deje todo lo que él es, lo que forma, lo que protege... Por un humano... Un estúpido humano... Sé que no lo hará. No abandonará todo lo que tiene por mí. No puede, no debe y no quiere. Ese es el terror de cualquiera. Pero no puedo evitar ilusionarme...

Salgo de la habitación. Últimamente han habido muchas ventiscas de nieve, pero a pesar de mi gusto por esta, no tengo los ánimos para emocionarme como siempre. Desde Virche, no había vuelto ha sentir este sentimiento hasta ahora. La emoción por la nieve ha quedado nuevamente sepultada por todo aquello que me abruma y realmente me gustaría que no fuese así de fácil. 

Martes 29/10
Alguien toca la puerta y yo continúo desayunando en silencio mientras Nora va a abrir la puerta. La voz de ella suena algo cansada, pero no pierde su amabilidad. Apuesto a que está sonriendo.

─¿Oliver? ─su voz lo llama al verlo en sentado en el comedor mientras desayuna.

─...Hola, Judy ─murmura sin mirarla. 

─Es bueno verte. Planeaba hablar contigo desde antes, pero Nora me decía que no te sentías bien y que no tenías ganas de hablar con nadie, así que no he podido verte hasta ahora.

─Lo sé.

─¿Cómo te sientes? Desde aquella vez-...

─No quiero hablar de eso ─la corta mientras intenta terminar rápido su desayuno.

─Entiendo... Solo me gustaría que sepas que Kai se encuentra bien... Él está en cama ahora mismo, pero sigue con vida ─habla con suavidad mientras lo mira.