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Yuki bostezo y si no estuviera en su auto, estaría estirándose a sus anchas

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Yuki bostezo y si no estuviera en su auto, estaría estirándose a sus anchas.

Ese día había estado casi doce horas en la universidad, se sentía exhausto, sólo quería llegar a casa, cenar, correr a Max (que se la vivía más ahí que él mismo), tomar una ducha y finalmente dormir.

Metió segunda y arrancó cuando el semáforo se puso en verde.

Ni se sorprendió cuando se encontró con el auto de Max frente a su casa.

Max le caía de poca madre y a pesar de que era bastante bromista, era también muy respetuoso, esa era la principal razón por la que no le molestaba que pasara tanto tiempo en su casa aún cuando él no estaba presente, porque sabia que si fuera cualquier otro de sus amigos de inmediato habrían querido coquetear con su papá, cosa que lo molestaba tanto que sentía la bilis subirle hasta la garganta.

Estaciono su auto detrás del de su padre, alcanzo su mochila y un par de carpetas del asiento del copiloto y salio de ahí.

Estaba colgándose la mochila al hombro cuando la señora Heartley paso por su acera paseando a su pomerania.

—Yuki ¿Cómo te encuentras?— le dijo deteniéndose a unos pasos de él y haciéndolo querer llorar ¡Había estado tan cerca de llegar a casa!

—Muy bien, señora Heartley— dijo intentando poner su mejor sonrisa — ¿Y usted?

—¡En perfectas condiciones!— dijo animada, su rata peluda y de ojos bizcos comenzando a saltar y ladrar a su alrededor— El otro día vino mi sobrina Melanie, de la que te conté hace meses ¿Recuerdas? Y resulta que todavía no tiene alfa, así que quería presentarlos, lo malo es que aún es muy joven, tendrían que esperar algunos años para hacer oficial la relación, pero si no quieres esperar también está su hermano, Gabriel, él si tiene tu edad, bueno es un año más chico ¿Si tienes veinte, verdad? Pero pueden arreglárselas muy bien y es muy guapo mi sobrino, se fue unos meses de intercambio a sudamerica y regreso tan bronceado que mucho alfas se le lanzan encima, aunque según me comento él, ninguno que valga la pena.

—Señora Heartley— interrumpió cuando ésta tomo un respiro— le agradezco mucho su atención, pero realmente me siento cansado ¿Le parece si dejamos ésta conversación para otro día?— él comenzaba a tener jaqueca.

—Oh, si, por supuesto —Yuki le sonrió y comenzó a levantar la mano para despedirse cuando ella volvió a hablar— ¿Y cómo está tu papá? Lo veo más radiante desde que se consiguió a ese guapo novio suyo ¿Es más chico que él? Oh, bueno no importa, lo importante es que son felices y el alfa realmente se ve muy atento con él, me recuerda a mi-

—Creo que se está confundiendo, mi papá no esta saliendo con nadie — estaba tenso ¿Novio? ¿Más chico que mi papá?

—Oh no te preocupes, tu papá no debería avergonzarse, a nadie le importa que esté saliendo con alguien más joven— hizo un ademán de mano, restándole importancia—, además es muy guapo su alfa, todo piel bronceada y ojos azules, realmente me recuerda a mi Robert— soltó un suspiro soñador, ignorante de la tensión creciente en el cuerpo de Yuki.

Dicha | Chestappen | AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora