Amar... A Través Del Tiempo (Escribiendo)

Cap 19 UNA NOTICIA POCO FELIZ

Alex
Estoy esperando a Jennifer en casa de mis padres, la cité para hablar y mi padre al enterarse, pensando que era para ultimar detalles de la boda, decidió salir con mi madre y dejarme la casa para estar cómodos.
El timbre sonó y le dije a Elsa, que yo me encargaba y que nadie nos molestara, abrí la puerta y estaba parada ahí, con un vestido rojo a las rodillas, tacones altos al tono, un abrigo de piel blanca, lo que sabe que odio, un atuendo demasiado ostentoso para mi gusto, al vernos mutuamente ella, me miró de arriba abajo con disgusto, obviamente mi look un tanto relajado de jeans azules, sweter celeste y zapatillas, no está a su altura
-¡Ay Querido! Que son esas fachas...hasta el chófer luce mejor que tu- dándome un frío beso en la comisura de mis labios.
-Perdón, no sabía que nuestros encuentros tienen códigos de vestimenta específicos- digo irónicamente.
-Bueno cariño, vamos al grano, me tienes muy abandonada...y eso me inquieta un poco...no me estás prestando la atención que me merezco.
-¿Quieres tomar algo?- digo desentendiéndome de su reclamo
-Por el momento no...pero dime...¿de que quieres hablar? - dijo quitándose el abrigo y sentándose en el sofá.
-Bueno...voy a ir al grano...No es una novedad que nuestro compromiso fue arreglado por nuestros padres...lo que obviamente no ha permitido que pudiéramos conocernos en otro ámbito que no sea el de nuestro círculo, y creo que eso fue desgastando el vínculo y ensanchando la brecha entre los dos...sinceramente Jen...lo nuestro no podría funcionar, creo que lo mejor es terminar con éste compromiso y seguir nuestro camino.- dije y pude ver como su expresión cambiaba.
-Haber cariño...¿estas terminando conmigo?...te informo que a mi nadie me hace semejante desaire...y menos después de que mi padre ya ha anunciado a todas nuestras amistades, de que tu y yo nos casaremos muy pronto- dijo con disgusto
-Pero no se trata de lo que digan...sino que no puedo casarme si no te amo...porque esa es la realidad...no te amo Jennifer...por eso lo mejor es terminar.- dije con total sinceridad.
-Te lo digo Alexander Malcolm...a mi nadie me deja...te aseguro que te vas a arrepentir...aun tengo un as bajo la manga...cuando tu padre lo sepa no te podrás negar a casarte conmigo.- dijo mientras se ponía de pie frente a mi.
-¿De que estas hablando? - pregunté
-Te aseguro que lo sabrás antes de lo que crees...¡esta me la pagas!- dijo mientras salía hecha una furia por la puerta, azotándola con fuerza.
Elsa se acercó preocupada por el escándalo.
-¿Que sucedió señor?
-Creo que Jennifer se enojó cuando le dije que terminaba con ella.
-¿En serio?...ay señor, me va disculpar el atrevimiento...pero esa mujer no es para usted...se merece a alguien más parecida a usted.
La abrace y al oído le susurré
-Elsa, creo que encontré a la indicada.
-¿De verdad?...cuanto me alegro...se merece ser feliz.
-¡Gracias Elsa!...y te he dicho que no me llames señor...aun sigo siendo tu pequeño niño.- dije dándole un beso en la mejilla.

Era la tarde, cuando mi padre entró a la casa discutiendo con mamá y preguntándole a Elsa por mi. Evidentemente Jennifer fue corriendo a llorarle a su padre y él le reclamó al mío, ahora tenía que enfrentar a mi padre y sostener mi decisión.
Cuando mi padre entró a la biblioteca, me encontró sentado junto al fuego de la chimenea disfrutando de un libro, pero pude ver en su rostro el enfado que cargaba.
-¿Estas loco?...¿como te atreviste a dejar a Jennifer?...su padre me llamó, pues como te imaginarás ella estaba desecha.-dijo levantando la voz.
-Papá está decidido...no me voy casar...¡NO LA AMO!
-¡AY POR DIOS!...¡hijo no puedes dejarla!...quiero que la llames en este instante y le digas que lo pensaste bien...y que todo fue un error.
-Papá no voy a hacer tal cosa...no lo haré simplemente porque no me voy a casar con ella y eso es todo.
Mi padre me tomó del brazo y me ordenó
-Te vas a casar y punto.
-¡NO! ¿Papá no lo entiendes? Estoy enamorado de otra mujer y ella lo es todo para mi-dije casi suplicando que me entendiera.
-Por favor, seguramente es algo pasajero...un romance fugaz...estoy seguro que puedes dejarlo y cumplir con Jen.- dijo sin importarle mis sentimientos.
Parado frente a él invadido por la impotencia que me provocaba su falta de consideración hacia mis sentimientos, lo miré con enfado, tomando mi cabeza entre mis manos conteniendo los deseos de gritarle, no podía creer que pensara que lo que siento por Ania, era algo pasajero.
-Padre, esto es serio, mamá lo sabe-
Mi padre giró su mirada hacia ella y la increpó
-¿Tu lo sabias?...y no me lo dijiste...podríamos haberlo resuelto antes de que se saliera de control.
-¿Es que no lo puedes entender? La felicidad de nuestro hijo está en juego...¡y no es un maldito negocio!- dijo mi madre muy enfadada.
-¿Negocio? ¿De que hablas? El y Jen, se conocen desde hace tiempo...siempre se han llevado bien...era cuestión de tiempo para que terminaran casados.- dijo mi padre insistiendo.
-¿Es que no te das cuenta? Este matrimonio sin amor lo destruirá. El ama a alguien más.
-¿Y que vamos a hacer? Tiene que cumplirle a Jen. - ordenó
-Jennifer podrá superarlo, podrá encontrar a alguien que si la ame a ella, pero nuestro hijo será infeliz si se casa con ella, teniendo a alguien más en su corazón.- explicó mi madre
-Pues debió pensarlo antes de embarazarla.
Al escuchar las palabras de mi padre, todo mi mundo se derrumbó en un segundo. Me dejé caer en el sofá, como si todo hubiera acabado para mi, lo que para cualquier hombre sería una maravillosa noticia, para mí se había transformado en una enorme carga, que acababa de pisotear mi corazón.
-Te casaras lo antes posible-sentenció mi padre.
Cuando saqué todas las fuerzas de mi interior y le dije
-Me haré cargo...pero sólo del bebé.
-¡Te casas y ya!
- ¡NO! No me voy a casar, porque amo a Anastasia...Anastasia Winston...y no pienso renunciar a ella por ningún motivo.
-¿Que? ¿Acaso te volviste loco? ¿Anastasia Winston?...sobre mi cadáver...¿y tu lo sabias?-afirmó acusando a mi madre
-Si, pero tu estúpida e insólita historia de venganza familiar, hizo que te lo ocultáramos.- dijo mi madre enfurecida.
-Te das cuenta del lío en el que nos has metido, por tus tonterías...No voy a tolerar que sigas viendo a esa muchacha, y sobretodo después de lo que esa familia le hizo a la nuestra...No quiero a una Winston en mi familia...no lo permitiré. Te casaras con Jen y esa es mi última palabra.
-Pero eso pasó hace muchos años. Ellos no tienen la culpa de haberse enamorado y tampoco deben pagar por culpas ajenas.- dijo tratando de hacerlo entrar en razón.
-¿Pero no entienden? Un gran hombre de nuestra familia murió por culpa de una mujer de esa familia. Es mi deber moral no permitir que mi hijo esté con ella.
-¡Me decepcionas, en ningún momento te has puesto en el lugar de tu hijo! Estás ciego por una estúpida venganza...yo no voy a contribuir a la infelicidad de mi hijo.
-Papá, por favor-dije con desesperación.
El nos miró a mamá y a mi, giró y salió de la biblioteca dejándonos, sin lograr entender su actitud.