𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎; 𝙢𝙪𝙡𝙩𝙞𝙛𝙖𝙣𝙙𝙤𝙢

DYLAN O'BRIEN

"Interview"

Me levanté sintiendo su pecho debajo de mi cuerpo, nos habíamos quedado dormidos juntos, claro, pero el sentimiento de su cercanía me obsesionaba, no quería que se levantara de tal lugar.

—¿Al fin te levantaste?— preguntó

Gemí en respuesta ya que no quería emitir sonido alguno, en cambio me aferré mas a sus brazos.

— No podré dormir más tiempo, recuerda que tengo una entrevista justo ahora— dijo.

Emití un sonido de disgusto y lo dejé levantarse, mientras se ponía la camisa, admiraba su definido cuerpo, su cabello y preciosa cara.

—¿No nos podemos quedar en cama para siempre?— pregunté.

—Sabes que me encantaría, igual,puedes verme por la tele.— dijo preparándose para salir por la puerta.

—Va a ser una eternidad— dije mientras el se acercaba para dejar un beso en mi mejilla.

—Lo valdrá.— dijo.

Se fue de nuestra habitación y con la mayor pereza me levanté de mi cama, y me dispuse a darme una ducha, desayuné y me puse a hacer unos trabajos pendientes de la universidad, gracias a mi completa soledad en casa, pude poner la música al mas alto volumen, y bailar sin que nadie me viese, claro , aunque Dylan me viera, no se molestaría ni pensaría que soy rara, el se uniría a mi pequeña fiesta privada.

Llego la hora del almuerzo y mi querido aún no llegaba, sabía que está entrevista iba a tomarle toda la mañana, y además tendría que ir a un evento de firmas con sus fanáticos, puede parecer raro el ser novia de un famoso actor, pero es todo lo contrario, lo único malo es su excesivo trabajo, que nos deja aveces, días enteros sin vernos, y claro, la gran cantidad de fanáticos que nos encontramos en las calles.

Prendí la tele, puesto que iban a pasar el programa donde pasaban su entrevista, al parecer lo prendí algo tarde, puesto que el ya estaba en pantalla.

—Bien Dylan, muchos de nuestros medios dicen que te han visto con una joven en varias ocasiones, los fans se mueren por preguntar, ¿están saliendo?.— le preguntó la entrevistadora mientras él se sonrojaba.

—Vaya, realmente se mueren por saberlo no?, bien, si, estamos saliendo desde hace ya 6 meses.— dijo con una sonrisa encantadora.

—Ahí lo oyeron chicas, han perdido su oportunidad.— dijo la joven rubia al público, el cual abucheó en respuesta.

—Dime, ¿Como es ella?.—preguntó

—Ella es, la chica más hermosa que he conocido jamás, nos conocemos desde hace años, pero me atreví a contarle de mis sentimientos hace poco, ella es dulce y divertida, y cocina una lasaña deliciosa.— dijo en un tono burlón.

— Ahi lo tienen chicas, nuestro amigo está enamorado— dijo.

El resto de la entrevista fueron solo preguntas sobre sus proyectos futuros y demás, pero lo que había dicho anteriormente me había dejado completamente sonrojada, y me pase viendo el resto de la entrevista a mi novio, lo guapo que se veía y lo lindo que había hablado de mi en televisión nacional.

Decidí en forma de agradecimiento por tal acto, cocinar lasaña, con aquella salsa que lo volvía loco y como forma irónica de disfrutar un lindo momento.
Estuve ocupada en mi creación por horas, tanto que no medí el tiempo y cuando mire el reloj ya era de noche, a su hora de llegada.

Tenía la bata de cocinar, el cabello recogido en una semi cola y salsa de tomate por doquier, no estaba lo suficientemente arreglada para nuestra pequeña cita, así que deje la lasaña en el horno y me di una ducha, me puse un vestido rojo carmesí y me maquillé un poco.

—Cariño, ya llegué a casa.— se escuchó una voz al momento de abrir la puerta principal.

Salte de golpe de mi tocador y me dirigí a la cocina, para encontrarme con la lasaña, la cual se había estropeado por completo por la cantidad de tiempo que la había dejado en aquel horno.

Me senté en el suelo por la decepción mientras Dylan seguía preguntando por mi ubicación.

—Estoy en la cocina— dije en voz baja.

Llegó a mi lugar y apreció la escena frente a sus ojos, mi persona sentada en el suelo mientras el humo salía del horno y la lasaña estaba en todas partes.

—¿Que fue lo que pasó?, ¿estas bien?— preguntó mientras se sentaba a mi lado.

—Lo estoy, solo que quería prepararte algo especial y se destrozó.— dije en voz baja.

— Pero cariño, con tu sola presencia cada momento es especial.— dijo mientras limpiaba un poco de salsa de mi mejilla.

— Dios, eres tan perfecto.— dije mientras me acerqué para abrazarle.

— Tu lo eres más preciosa.— respondió.

—Elizabeth