TATE LANGDON

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Advertencia: contenido explícito.

"¡MY TITS ARE FALLING OFF!"



Enojada, si que lo estabas,llevabas todo el día tratando de encontrar una posición cómoda en tu escritorio mientras realizabas un ensayo para tu clase de química, aparte de que no entendías nada, tu pecho izquierdo te estaba doliendo desde que te levantaste.

Buscaste en internet, lo primero que se te vino a las mente, "que hago si me duele una teta", no fue la mejor pregunta formulada en tu vida, pero estabas desesperada.

Fue tu sorpresa al ver como aparecían respuestas de enfermedades peligrosas, que podían llevar a amputación de el pecho, te aterraba esa idea.

—¡Se me van a caer un pecho!— exclamaste en voz alta.

El joven rubio de nombre Tate, estaba recostado en tu cama ojeando algún disco de Nirvana, pero al escuchar tu fuerte exclamación, se levantó y se acercó a tus espaldas, observando el computador al frente de ti.

—dolor repentino del seno izquierdo lleva a problemas digestivos hasta afecciones cardíacas.— dijo leyendo lo que estaba en la pantalla.

—¿Te duele el pecho?— preguntó retomando la palabra.

—No me duele, mira mira, ¡dice que se va a caer!— dijiste con preocupación.

—Que mierda, no te va a pasar eso, ven.— dijo para levantarte de tu silla en tu escritorio y dirigirte hacia la cama.

Te sentó en una esquinita en frente de un espejo y te dio un beso en la mejilla, claro, Langdon el mas protector posible con tu persona.

—Alza los brazos— dijo, obedeciste y de quito la camisa que traías puesta, junto con el sostén.

No podías hacer nada, estabas totalmente sonrojada por la situación, además de la erótica imagen que tenías enfrente, Tate atrás de ti tocando tus curvas mientras tenías el torso desnudo.

—¿Dices que es el pecho izquierdo?— pregunta mientras te lanza una mirada por el espejo.

— Si.. si ese.— respondes sin quitar tus ojos de los suyos.

Empezó a masajear aquel pecho, mientras lo sentías respirar con dificultad cerca de tu cuello.Acarició el pezón, dándole suaves toques en círculos, ya sentías como el dolor iba disminuyendo.

—Eso se siente muy bien.— dijiste cerrando los ojos.

Agarró tu cara con fuerza y te obligó a mirarle fijamente.—Vas a mirarme mientras te toco, ¿De acuerdo?.—
Gemiste en respuesta, pero pareció no gustarle, por lo que te dio un ligero apretón en el pezón.

—Cuando te hable, contéstame con palabras.— dijo volviendo a masajear tú ya rosado pezón.

—Si si, de acuerdo Tate.— dijiste entre cortos gemidos.

—¿Se siente bien?.— preguntó mientras dejaba besos en tu cuello.

—Mierda, si—

—¿Sabes que se sentiría mejor?—pregunto mientras detuvo su mano de masajes para ponerse enfrente tuyo.
—¿Que cosa?.— preguntaste.

No hubo respuesta, si más se abrió paso entre tus pechos para empezar a chuparlos, dejándolos húmedos y erectos.

Gemiste y gemiste, la sensación era deliciosa, su lengua revoloteaba en círculos tus pezones, mientras su mano amasaba tus pechos.

—Cuanto me encantan estas.— dijo separándose por un segundo.

Continuó su trabajo hasta que ya no sentiste dolor, tomó un paño seco y te limpio el desastre que tenías en el torso, todo gracias a él, tu solo podías míralo por el espejo, sus cabellos rubios salvajes, sus rosados labios por la reciente acción y cara de concentración mientras te limpia.

—Creo que te he dejado una marca, ¿no importa verdad?, la lamento.— se disculpó.

—Claro que no importa Tate.— dijiste riendo.

Te dio una sonrisa tierna y te vistió con uno de sus suéteres, se acostaron en la cama un buen rato escuchando música hasta quedarse profundamente dormidos, no sin antes recibir un "te amo", y uno que otro beso de su parte.

Elizabeth

𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎; 𝙢𝙪𝙡𝙩𝙞𝙛𝙖𝙣𝙙𝙤𝙢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora