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Después de comer Héctor y yo fuimos a su habitación.

- ¿Una siestecita? -pregunte abrazándole por detrás

- Uf si, por favor -dijo

Yo le solté y él se tumbó en la cama, después me tumbe encima de él abrazándonos.
Le di un pico y después escondí mi cara en su cuello. 

- He quedado con mis padres a las siete, ¿quieres venir? -pregunte

- Pff no sé, a tu padre no le caigo bien -dijo

- Porque no te conoce bien, deberías de venir y que vean cómo eres de verdad -dije- Además me hace ilusión que vengas, y fijo que a mi hermano le encantaría verte otra vez

- Entonces si te hace ilusión iré -dijo y yo sonreí separándome de su cuello para besarle.- Pero ahora vamos a echarnos una siestecita

- Ya verás al final caerás bien a mis padres y te cogerán el mismo cariño que te tengo yo -dije dándole un besito

- Nunca imaginé que podría llegar a estar así contigo -confesó

- Yo tampoco -dije- Tampoco imaginé que podrías hacerme feliz y que te cogería tanto cariño

- Lo que menos te esperas es lo mejor -dijo y yo asentí acomodándome a su lado en la cama mientras le abrazaba y apoyaba mi cabeza en su pecho

Poco después ambos nos quedamos dormidos

•••

- Hola parejita, ¿a dónde vais? -preguntó Marc entrando a la habitación

- A pasar un rato con mis padres y mi hermano -respondí

- Intentando ganarte al suegro, eh -le dijo Marc a Héctor

- Es lo que toca -dijo Héctor

Cogimos nuestras cosas, nos despedimos de Marc y después nos fuimos en bus hasta la playa.

Una vez allí fuimos al bar donde estaban mis padres y mi hermano esperando

- Hola -sonreí

- Hola -dijo Héctor con timidez

Mis padres nos saludaron y después se pusieron a hablar conmigo, mientras que Héctor jugaba con mi hermano.

- ¿Y qué tal te va en el fútbol, Héctor? -le preguntó mi madre

- Bien, me han subido al primer equipo -respondió

- Anda que bien, ¿y de qué posición juegas? -preguntó mi madre

- Soy defensa -respondió

Mientras mi madre y él hablaban yo le miraba con ilusión.

- Tati, quiero chuches -me dijo mi hermano

- Vamos a la tienda de chuches y te compro algunas -le dije mientras me levantaba de la silla

Le acompañé y le compré unas cuantas chuches, al volver al bar tanto mi padre como
mi madre hablaban entretenidos con Héctor, incluso se reían de algo que había dicho Héctor.

- tati -me llamo mi hermano y yo le mire- ¿Héctor es tu novio?

- Mhh, no, por ahora no -respondí

- Jo, yo quiero que sea tu novio -dijo y yo reí

Aproveché para pedirme un zumo de piña y después volvimos a la mesa.

- Déjame un regaliz -le pedí a mi hermano

- No, son míos -dijo

- Pero te los he comprado yo -dije

- Pero ahora son míos -dijo

-  A que a mí se que me das uno -dijo Héctor

- Si, toma -dijo extendiéndole la bolsa de gominolas

- Eh, no es justo, yo soy tu hermana -me queje

- Anda Dani, dale también a tu hermana -dijo mi padre y Dani me ofreció

- Muchas gracias -dije cogiendo un regaliz

Un rato después salimos del bar y fuimos a pasear por el paseo marítimo.

Allí nos encontramos a Sofía y a sus padres, que se pusieron a hablar con los míos.

- Hola -me miró sonriendo

- Hola -dije imitando su gesto

- Hola, Héctor -dijo cambiando el tono de voz por uno más dulce

Eso me pareció raro, muy raro.

- ¿Pasando la tarde con tu familia? -preguntó mirándome

- Si -sonreí haciendo una mueca

- Que raro que Héctor le caiga bien a tus padres, nunca les has hablado bien de él -dijo y yo alce mis cejas seria

- Antes no tuve motivos para hablarles a mis padres bien de él, pero ahora quiero que vean cómo es él de verdad -dije

- Yo entiendo que antes nunca les haya hablado de bien de mí -dijo Héctor- No me merecía que les dijese algo bueno de mí

- También es raro que ahora le hables a él así cuando nunca te ha caído bien -dije

- ¿Así como? -preguntó con inocencia

- Sabes bien a qué me refiero, no te hagas la tonta -dije

Escuchamos como nuestros padres se despedían así que ella también se despidió de nosotros.

- Adiós -me dijo con una sonrisa- Adiós, Héctor -dijo con el mismo tono con el que le saludo

- Adiós -dije con una sonrisa forzada, en cambio Héctor no dijo nada

- Idios Hictir -dije imitando su voz chillona y Héctor río

- Vaya amiga que tienes -dijo Héctor

- Ya ves -dije

•••

Mis padres nos llevaron devuelta a la masía y una vez allí nos despedimos.

- Voy con Lamine y estos a la sala de juegos -me dijo

- Yo voy a mi habitación -le dije

Una vez en mi habitación allí estaban Marc y Mónica.

- ¿qué tal con tus padres? -me preguntó Mónica

- Muy bien, mi padre está empezando a llevarse bien con Héctor -conté- Pero nos hemos encontrado a Sofía y sus padres, y va Sofía me saluda y luego a Héctor y dice "Hola, Héctor" con una voz ahí súper chillona y para despedirse igual, y luego me dice "que raro que le caiga bien a tus padres, nunca les has hablado bien de él"

- Vaya chavala madre mía -dijo Mónica

- ¿Sofía la de clase? -preguntó Marc y ambas asentimos- Madre mía esa chavala siempre ha intentado tirarle la caña a Héctor, pero él siempre pasa de ella, que le reaccionaba las historias y le comentaba las fotos

- Joder con Sofia, luego te decía que Héctor era un gilipollas y que había mejores tíos en Barcelona -dijo Mónica

- Lo que quiere es la banda libre para meter gol -dijo Marc y ambas reímos- Pero Héctor es muy buen defensa. Tampoco veo a Héctor muy centrado en otras tías

- Mejor, así no la caga -dijo Mónica

Sentimientos a medianoche - Héctor Fort Donde viven las historias. Descúbrelo ahora