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23 de Junio, 2024

Había salido de fiesta con los chicos y Mónica.
Hector y yo no nos dirigíamos la palabra, a veces le pillaba mirándome pero le ignoraba rápidamente.

La última vez que le pillé mirándome estaba apunto de liarse con una chica que le había estado persiguiendo un buen rato por la discoteca.

- Lia, ¿podemos hablar? -me preguntó Marc

- Si, claro, ¿Qué pasa? -pregunté preocupada al verle algo triste

- Ven, vamos fuera -me dijo señalando con su cabeza la puerta de la salida, yo asentí y le seguí entre la multitud

Cuando salimos de la discoteca nos apartamos un poco para que pudiésemos hablar tranquilos y escucharnos bien.

- Hector se ha liado con Mónica -soltó

- ¿qué? Pero ella es mi amiga, mi mejor amiga, eso es imposible -dije

- Al parecer le ha dado igual eso. -dijo Marc- Igual que le dio igual que él también era mi mejor amigo y ella se estaba liando conmigo

- No se como ha podido hacer eso -dije y él se encogió de hombros

- Al parecer yo no le importaba tanto, porque Héctor no era el único con el que se lio mientras estaba conmigo -dijo haciendo una mueca

- Entiendo como debes de sentirte -dije- Parece que a ambos el amor no nos ha tratado muy bien

- O simplemente eran las personas equivocadas -dijo

- Yo no creo en eso. Si la vida te pone a una persona en tu camino no es porque sea la equivocada, sino que te enseñará algo -dije- ¿Qué te parece si nos vamos de esta fiesta aburrida?

- Me parece un buen plan -sonrió Marc

Mientras caminábamos por las iluminadas calles de Barcelona, comenzó a diluviar de forma inesperada y torrencial.

- ¡Corre! -dijo Marc agarrándome la mano mientras reíamos y comenzábamos a correr

Cansados de correr y ya empapados por la lluvia decidimos parar para tomar aire.

Quedamos frente a frente aún con nuestras manos agarradas. Nos mirábamos a los ojos mientras sonreíamos.

Y ahí mirándole a los ojos había encontrado un poco de calma en la tormenta persistente que rondaba en mi cabeza, él era como un rayo de luz durante una tormenta, ese rayo de luz que provocaba un arcoíris precioso.

Nos acercamos poco a poco hasta que él decidió poner fin a la distancia juntando nuestros labios en un beso.

Un precioso beso bajo la lluvia.

Nos separamos un poco para coger aire y le volví a besar de nuevo.

- Ten, ponte mi chaqueta, sino te vas a resfriar -dijo cuando nos separamos y me puso su chaqueta sobre los hombros

- Gracias -sonreí

Héctor

- ¿Cómo que te has liado con Mónica? ¿por qué has hecho eso? -me preguntó Lamine

Sentimientos a medianoche - Héctor Fort Donde viven las historias. Descúbrelo ahora