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"Hay una vida escondida en tus pupilas, la que se asoma cuando miro y no me mira"

Cuídate - Valeria Castro

Era Viernes por la noche, y estaba llevando a Héctor a mi lugar favorito, el lugar al que iba cuando necesitaba estar sola y tener paz.

Caminamos hasta llegar a una estación de tren abandonada, donde había un puente sobre las vías, subimos allí y nos sentamos en el borde dejando que nuestras piernas colgaran.

- Hay más cosas aquí que tengo para enseñarte, pero primero quiero que me conozcas más a fondo -dije- Vengo aquí cuando necesito estar sola y despejar mi mente, cuando necesito evadirme un rato de mi vida. Verás el hombre que considero mi padre y está casado con mi madre, no es mi verdadero padre -dije y vi la cara de confusión de Héctor- Mi padre murió cuando era pequeña, tenía unos 8 años cuando sucedió, fue en un accidente de tráfico, y a los dos años mi madre conoció al hombre que considero mi padre y comenzaron una relación. Pero por más que le consideré mi padre, nunca podré sentirlo como mi verdadero padre. Y además de venir aquí cuando necesito estar sola, también lo hago para sentirme un poco más cerca de mi padre, ven sígueme

Ambos nos levantamos y le guíe hasta dentro de la estación abandonada, encendí el flash de mi móvil y enfoque a una pared graffiteada.

- ¿lo has hecho tú? -me pregunto mirando la pared asombrado y yo asentí

- Me enseñó mi padre, y me encantaba ir con él a graffitear, ahora esta es la única forma que me queda para sentirle un poco más cerca de mí -dije con los ojos cristalizados

- Son preciosos -dijo observándolos con apreciación y se acercó a mi para abrazarme- tienes mucho talento

- Mi padre siempre me lo decía -recordé con una sonrisa

- Y no se equivocaba -dijo

Salimos de la estación y volvimos al puente, nos sentamos en el borde con las piernas colgando mientras Héctor me abrazaba por los hombros

- A mi padre le habrías caído genial -dije- Él siempre me dijo que si un chico me hace feliz él sería el triple de feliz, porque lo único que quería era "ver a su ángel feliz"

- ¿Y sobre tu relación con tu padrastro? -preguntó

- Le tengo mucho cariño también, él desde que me conoció me cuidaba, y le considero mi segundo padre, aunque nunca sentiré la misma conexión que tuve con mi padre -dije apoyando mi cabeza en su hombro

Después recosté mi cabeza sobre sus piernas, mientras el me acariciaba él pelo yo le contaba anécdotas que tenía con mi padre.

Pasamos horas ahí sentados bajo la luz de la luna y las estrellas, yo abriéndome con él y él escuchándome atentamente, cuando termine de hablar nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos.
Héctor puso su mano en mi barbilla y se agachó un poco para poder besarme lentamente y con amor.

- te quiero -murmuró sobre mis labios

- Yo también te quiero -murmure- Deberíamos de volver, es bastante tarde

- Podría quedarme aquí escuchándote hablar horas y horas seguidas sin parar -dijo y yo sonreí

Nos levantamos y Héctor pasó su brazo por mis hombros acercándome a él, luego comenzamos a andar de vuelta a la masía.

- mi niña bonita -murmuró para después darme un besito en la cabeza

Cuando llegamos a la masía me despedí de Héctor para irme a mi habitación.

- Descansa, bonita -dijo dándome un besito en la frente y yo sonreí

- Buenas noches, Fort -dije y él sonrió

Después cada uno nos fuimos a nuestra habitación.

Me puse el pijama, sin hacer mucho ruido ya que Mónica estaba dormida, y me metí en la cama.

Héctor era el único chico con el que había tenido tanta confianza para abrirme, con ningún otro chico había sentido la necesidad de contarle la otra parte de mi vida pero con él si.

La intimidad también es cuándo el otro habla de su infancia, familia, de las cosas que le duelen, de lo que le hace sentir vulnerable y de lo que más miedo le da.

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Este capítulo es para conocer un poco más a Lia❤️‍🩹

Sentimientos a medianoche - Héctor Fort Donde viven las historias. Descúbrelo ahora