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Bakugo y Toga se alegraron de que Emma y Ejiro al fin estuvieran saliendo. Bakugo por fin podía respirar en paz y Ejiro estaba casi todos los días en casa de estos, al igual que Aiko.

Después de una semana llegó el día tan importante de la pelirosa y habían quedado todos en casa de los rubios para prepararse. Aiko y Emma se preparaban en la habitación de la rubia, mientras que Kota y Eriko se preparaban en la del rubio.

—Vamos hombre...—Se quejó Kota esperando en la puerta del baño.
—¡No puedo! ¡Se ha atascado!—Respondió Ejiro.
—¿El qué?
—La cremallera del pantalón...

Kota se empezó a reír y Ejiro le regañaba porque se reía. El pelinegro abrió la puerta del baño mientras se cubría con las manos y el rubio no puedo evitar reírse más.

—¡No es gracioso!—Se quejaba para agarrar uno de los cojines y golpearlo con él.
—Vale vale, te prestaré uno de los míos—Respondió acercándose al armario.

Agarró un pantalón cualquiera y se lo dió.

—Gracias—Dijo para luego meterse de nuevo en el baño.

La puerta de la habitación sonó y después su madre.

—Kota, ¿puedo pasar?—Preguntó la rubia.
—Si

Esta abrió la puerta y al verlo bien vestido se acercó a abrazarlo.

—Ay que guapo mi niño...—Dijo apretándolo con fuerza.
—Mama...
—Shh... Déjame abrazarte un ratito...

Kota suspiró y la abrazó también.

—¿Que te pasa?—Preguntó este.
—Lo sabía... ¿Quieres dejarlo tranquilo?—Se quejó Bakugo entrando a la habitación.
—Nooo

Bakugo suspiró y Kota la miró.

—Sus días...—Dijo su padre.
—Ah, vale—Añadió sonriendo.
—Himiko... Déjalos que se están preparando para salir...

Toga se separó un poco y sonrió ampliamente.

—He visto a Aiko salir de la habitación de tu hermana, está preciosa...—Dijo burlona.
—Mamá... No es mi novia...
—Ya, ya lo sé... Pero seguro que te atrae aún que sea un poquito

Kota suspiró y Bakugo agarró a la rubia.

—Vamos, déjalo en paz
—Pues no está muy lejos señora Bakugo—Dijo Ejiro saliendo del baño.

Toga lo miró y luego volvió a mirar a su hijo.

—¿Por qué lo dices?—Preguntó esta.
—Pasan demasiado tiempo juntos y mira mucho porque esté bien

Kota rodó los ojos metiéndose las manos en los bolsillos y Ejiro se acercó a él rodeándolo con su brazo.

—¿O no?
—Callate anda... Paso más tiempo con ella porque hice un trato con sus padres...
—¿Y por qué hiciste ese trato?—Preguntó burlón Ejiro.
—Porque Emma no puede tener su bocaza cerrada
—A mí me lo vas a contar...—Interrumpió Bakugo.

Toga lo miró y se abrazó a él. Bakugo rodó los ojos y correspondió el abrazo.

—Kota, no te voy a decir si la quieres o no, si no la quieres ya está, pero si la quieres díselo, como conozca a alguien más o por lo que sea os distancieis te arrepentirás—Dijo Bakugo.
—Ya, ya lo sé... Pero que no siento nada...—Insistía molesto.
—Bueno, pues entonces ya está, terminad de cambiaros—Añadió para luego salir mientras abrazaba a la rubia.

Ejiro lo miró, se dió cuenta de que ahora estaba pensativo y sonrió. Se acercó a cerrar la puerta y lo miró.

—Nada de lo que hablemos saldrá de aquí—Dijo.

Secret Love pero... [BAKUTOGA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora