Secret Love pero... [BAKUTOGA]

5.2

(Si queréis la letra o la original os dejo por aquí el enlace, encontré esta versión en japonés y me enamoré: https://youtu.be/JlSvPI6hC2M?si=nqOUjqlbUndy4r_w )

Al día siguiente ya estaban empezando a anunciar el evento de Yūei y Emma estaba increíblemente nerviosa. Ambos hermanos volvían a casa y al abrir la puerta escucharon a sus padres discutir.

-¡Ah! ¿¡Y la solución es esa!? ¿¡Castigarla!?-Gritó Toga.

Ambos niños se acercaron a la cocina y los miraron.

-¡No, dejamos que con 16 años tenga un bebé!-Respondió el rubio.
-Estás paranoico...
-¿¡Paranoico!? ¡Es que el problema no es ese Himiko! ¡El problema es que se lo permites a mis espaldas!
-¿Es que tiene que vivir sola el resto de su vida?
-¡No digo eso! ¡Tiene muchísimo tiempo para encontrar a alguien en condiciones!

Toga suspiró y salió de la cocina. Subió las escaleras y cerró la puerta de la habitación con fuerza. Bakugo se giró y los miró. Miró de mala gana a la niña y se acercó a ella.

-Esto es culpa tuya... No eres capaz de aceptar una simple norma y te has aprovechado de tu madre...-Dijo serio.

Emma lo miró callada y lo vio salir de casa dando un fuerte portazo.

-¿Estarás contenta?-Se quejó Kota.

Emma frunció el ceño mirándolo y se sentó en una de las sillas después de soltar su mochila.

-¿Por qué no puedes hacerle caso a papá y evitar que se peleen por tu culpa?
-Callate ¿quieres?
-Pasas hasta de esto... Eres increíble...

Emma rodó los ojos y cogió su comida ignorándolo para sentarse en el sofá a ver la televisión. La rubia bajó al poco tiempo y se sentó en el sofá junto a su hija la niña avergonzada no dijo nada, pero si madre tampoco. Unas horas después volvió su padre y Emma lo miró. Llevaba una bolsa que dejó en la cocina y luego se metió en el baño. Toga se levantó del sofá y se acercó a la cocina para olisconear que era lo que había traído el rubio y la niña la siguió. Toga se sonrojó al ver que había en la bolsa y miró a su hija.

-¿Flores?-Preguntó la niña
-Hija, busca un chico que te regale flores sin que se lo pidas...-Dijo Toga agarrando las flores.
-Que ñoñería...-Se quejó.

Bakugo salió del baño y las vio en la cocina con las flores.

-¿No podías quedarte quieta..?-Preguntó rascándose la nuca.

Toga negó con la cabeza sonriendo y Bakugo suspiró.

-Siento haberte gritado así...-Dijo acercándose a ella agarrando una de sus manos para besarla.

La rubia apartó la mirada sonrojada y poniéndose de morros avergonzada.

-¡Te perdono Katsuki, pero ponte una camiseta!-Se quejó la rubia sin mirarlo.

Este se rió y la soltó. Subió a la habitación y la rubia sonrió ampliamente poniéndose las manos en las mejillas.