Capitulo 31 Simplemente Tu

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gracias por leer esta historia como siempre con mis personajes favoritos.

Que son ...terry, candy agradesco su tiempo en leer esta Historia.

Esta es mi segunda historia que es totalmente mía.

Para ustedes my Lady

"Simplemente Tu"

De

Mari Grandchester





Esa mañana el corazón le palpitaba a mil por hora....¿no?... era a mil por segundo, esa energía que le brotaba en todo su ser, la hacia sentir como una adolescente enamorada,  vestida con un traje celeste y borde dorado, la bella Eleonor Grandchester esperaba a su amado.

Los Hombre en ese lugar admiraban a la hermosa mujer, en el fondo envidiaban al hombre que era dueño de tan bella Dama, de pronto el sonido de la enorme bocina interrumpió el sonido del viento y las gaviotas, al fin el barco había llegado.

El hombre hermoso dejo salir el nombre de la mujer que amaba, y ella escucho su susurro haciéndola temblar "Eleonor" escucho " amor mio".

Sus ojos se encontraron y sus alma nuevamente se entrelazaron sin importar la distancia, ni el tiempo, pronto estaría con ella y eso era lo más importante para ese hombre, las multitudes bajaban, unos desesperados por encontrarse con sus seres queridos, otros con pasos lento bajaban de la clase media con un costal entrelazado sin saber a donde ir, pero llenos de sueños y con la esperanza  que en America podría ser dueño de su propias negocios y con un poco mas de esfuerzo seria dueño de sus propia tierras.

las únicas parejas que  aun seguían sin moverse eran ellos, la guardia bajo primero y después El Duque Grandchester de Inglaterra, El sabia que su dama lo esperaba, a unas millas de ahí, en la ciudad de Washington Dc, el tren que llevaba al heredero del ducado llegaba a esa ciudad, faltaba poco para que la familia se reuniera.


- Eleonor - dijo mientras la abrazaba - No sabes cuanto te extrañe amor , déjame verte - le dijo mientras la miraba de pies a cabeza - estas hermosa mi amor - le susurro deleitándose con el aroma de su mujer.

- Mi duque - sonrío al ver el brillo de sus ojos, sabia que eso le gustaba mucho, en especial cuando ambos estaban desnudos en su habitación.

- No juegues con mi cordura Mujer - puso su frente con la de ella - me muero por hacerte Mia.

- Vamos a casa - El solo le sonrío.

Los duques fueron llevados a la mansión, donde  el personal no los vieron en todo el día, ambos no salieron de su  habitación, los sirviente no molestaron y la cocinera se ocupo hasta que llego la hora de la cena, cuando sus patrones salieron hambriento.

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El baboseo lo escuchaba lejano,  ese  sonido ya era conocido por el joven padre,  su tesoro mas apreciado había despertado,  abrió sus ojos poco a poco y  los ojos verde oscuros de su hija lo miraban alegre y sonriente.

- da..da..da. - le hablaba su hija.

- Hola amor - beso a su bebe - como amaneció mi princesa hoy.

- dada...pa..pa...pa. - le sonreía ella, dos pequeños dientecitos se dejaban ver.

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