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𝐏𝐚𝐝𝐨𝐤𝐢𝐚.
𝟏𝟐𝐚𝐧̃𝐨𝐬𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞́𝐬.
— Corazón. — abrió sus ojos al sentir una mano en su hombro, la cual la agitó suavemente para despertarla — Hina.
bostezó estirando sus brazos fuera de la cama. Como siempre, su padre ya estaba ahí para despertarla. No necesitaba alarma cuando lo tenía a él.
— Tu medicamento. — le tendió las pastillas y un vaso de agua.
Hina las recibió para tomarlas. A veces le cansaba tener que tomar todos los días en cuanto despertara un coctel de pastillas.
nunca entendió el motivo por el cual debía tomar esas pastillas, bueno, tampoco es que ella pudiese recordarlo. Sufrir de amnesia no era lo mejor del mundo.
a veces sus amigas le decían que ellas desearían tener su condición, así olvidarían las veces en que les rompieron el corazón, pero para Hina no era así. Era como vivir con una gran laguna mental en la que todo estaba en blanco. Era frustrante no recordar una parte esencial de su vida como lo era su infancia, ¿qué cosas le gustaban? ¿cómo fue que se hizo esa cicatriz en su rodilla? ¿por qué razón sus padres tuvieron que mudarse a Padokia?
solo sabía de su infancia por las anécdotas que contaban sus padres cuando revisaban el álbum de fotos familiar.
y su caso de amnesia era algo particular. Es sabido que las personas que sufren amnesia mayormente tienen problemas con la memoria corto plazo o para aprender información nueva (ligado a la memoria corto plazo), pero en este caso... Hina sí recordaba lo que aprendía. Hina era una excelente estudiante y que además estaba dispuesta a ayudar a los que les iba mal.
— Buen día. — su padre besó su sien y se marchó para que ella pudiera ir a darse una ducha.
su relación era mejor con su padre, él era más comprensivo, la cuidaba, pero le daba su espacio. Su madre era parecida, pero más sobre protectora. Los primeros años después de que fue diagnosticada con amnesia, su madre la mantuvo encerrada en casa. No le permitieron asistir a la escuela, le contrataron profesores particulares.
Fue solo cuando cumplió 15 años y su único deseo era poder asistir al instituto como el resto de los chicos de su edad. Hina quería vestir el uniforme escolar, quería escuchar los chismes del salón, quería participar de actividades competitivas entre los diferentes cursos.
quería sentirse normal.
Su padre fue quien decidió meterse en una batalla con su madre. Diciendo que ya era tiempo de permitirle vivir una buena vida.
