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El fin de semana lo pasó adaptándose a convivir con dos hombres, le parecía raro, pero de a poco se acostumbró a ellos y sus rutinas durante el día. Ninguno era desordenado, ambos mantenían sus espacios. Feitan llevaba durmiendo en el sofá desde entonces, pero algo le decía a Hina que él no dormía bien.
Aunque un detalle importante era que Chrollo le daba demasiada atención, hasta había pensado en que tal vez le gustaba. No le parecía una idea loca ya que ella era preciosa, le preguntó a Feitan y este dijo que Chrollo era así. Continuaba siendo algo raro para ella.
Ese día ella volvía a clases, así que hizo su rutina de siempre solo que se levantó más temprano, seguía tomando sus medicamentos a primera hora de la mañana por lo que en las noches dejaba listo su vaso de agua.
Tomó su ropa, abrió la puerta para dirigirse al baño y darse una ducha. Observó el panorama frente a ella, Chrollo y Feitan ya estaban despiertos y al parecer Chrollo estaba preparando el desayuno, ya que asomó su cabeza desde la cocina con una gran sonrisa.
— Buenos días. — saludó algo confundida por esa recepción matutina.
¿Chrollo estará bien?
— Ve a bañarte, te iremos a dejar a la universidad después del desayuno. — anunció Chrollo, ella asintió para obedecer e ir al baño luego de saludar a Feitan con su mano.
Chrollo y Feitan se habían programado para que la chica no dejara su rutina de ir a clases de manera abrupta, ella había dicho que quedaba poco para las vacaciones. Debian tener paciencia, ya que durante el día se iban a encontrar con el médico tratante de Hina, todo gracias a que el "padre" lo contacto luego de ser obligado por Chrollo.
Al salir del baño ya arreglada para su día, se dispuso a desayunar con ambos hombres, Chrollo siempre realizaba unas cuantas preguntas intentando conocerla y ella hacía lo mismo, aún sin mencionar las veces que se encontraron en aquel restaurante.
Chrollo manejaba con Feitan de copiloto, Hina le indicó la ubicación de su universidad y allá fue llevada por ambos hombres.
— Avisa cuando estés por salir. — pidió Feitan.
— Vendremos a buscarte. — finalizó Chrollo, Hina asintió sintiendo como si tuviera dos perros guardianes cuidando de ella.
Su día en la universidad se pasó lento, casi eterno, les contó a sus amigos que se estaría quedando con Feitan porque sus padres al parecer discutieron, entonces para no alterar a Hina con las discusiones diarias su padre optó por dejarla con Feitan quien había prometido cuidarla con su vida. Al parecer su padre se lo tomó muy en serio ese día como para permitirle ese derecho de cuidar de ella.
Esperaba ver a sus padres cuando fue a su casa, pero no había rastro de ellos, todo se veía normal. Le ha estado escribiendo a su padre, deseándole los buenos días y las buenas noches antes de dormir, este le respondía de inmediato como siempre, le preguntaba si ya había comido y listo, esos eran los mensajes del día.
