𝟎𝟐𝟎

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𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐌𝐞𝐭𝐞𝐨𝐫𝐨

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𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐌𝐞𝐭𝐞𝐨𝐫𝐨

Pasaron unos días desde que llegó a Ciudad Meteoro. Satomi pasaba sus días con Feitan en casa de este, no salía y continuaba sin apetito, al menos comenzó a aceptar el agua que Feitan le ofrecía para que no se deshidratara. 

Feitan le pidió a Chrollo y al resto de la brigada no visitar a Satomi durante los primeros días de su llegada, ella recién comenzaba a adaptarse a ese ambiente, además de estar recuperando de a poco su ánimo. Ella continuaba llorando de vez en cuando, sobre todo cuando se quedaba sola y reflexionando hacia algún punto, pues ahí caía la culpa sobre ella.

pero a diferencia de Feitan, había alguien que no pensaba lo mismo, alguien que consideraba que permitir que Satomi le llorara a unas personas que provocaron el dolor de no saber quién era ella. Uvogin no pensaba permitir que Satomi continuara llorando y dejando de comer por un "duelo" hacia esas personas.

Así que un día tumbó la puerta de la casa de Feitan, asustando a la chica que justo descansaba en la habitación y que escuchó el alboroto que se formo en la confrontación de Feitan y Uvogin.

Satomi se asomó a ver la escena, Machi estaba en la puerta o más bien lo que alguna vez fue la puerta de entrada de la casa. No intervenía en la discusión de Feitan y Uvogin.

Uvogin al percatarse de la presencia de la joven Lucilfer decidió acercarse a ella con paso marcado e ignorando los insultos de Feitan a su espalda.

— ¡Tú! — la señaló con una expresión dura, Satomi se asustó al ver que se estaba dirigiendo a ella.

— ¿Qué pasa? — preguntó en voz baja y temblorosa.

Uvogin la observó, ojeras marcadas, párpados hinchados, las esquinas de sus ojos presentaban marcas de tanto llorar los días anteriores. La chica se veía apagada en apariencia y era claro que le hacia falta darse un buen plato de comida, así que Uvogin la tomó como si fuera un saco de papas y la cargó sobre su hombro con ella soltando un grito de sorpresa.

Feitan le exigió bajar a Satomi y Machi igual, diciendo que se estaba excediendo, pero Uvogin no hizo caso alguno. Salió de aquella casa con paso firme y derecho hacia el mejor lugar de Ciudad Meteoro, en su opinión.

Satomi estaba mareada, con la vista en el suelo y los movimientos brutos de Uvogin al caminar. Soltó un suspiro de alivio cuando su cuerpo fue depositado, nuevamente, sin cuidado alguno, en una silla. Agradeció al cielo poder poner sus pies en el suelo una vez más.

— ¡Lo mismo de siempre, pero para dos! — ordenó Uvogin con una gran sonrisa victoriosa de haberse salido con la suya. Feitan no había tardado en llegar hacia ellos y lo estaba asesinando mentalmente por haberse llevado a Satomi de esa forma y por haber tirado la puerta de su casa — ¿También vas a querer o qué?

𝐅𝐞𝐢𝐭𝐚𝐧  | 𝐇𝐱𝐇 ˣ ᵒᶜ ᶠᵉᵐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora