Me desperté de madrugada con un sobresalto, sintiendo el peso de la preocupación aplastándome el pecho incluso antes de abrir los ojos. La noticia urgente que había recibido el general había resonado en mi mente como un eco inquietante, y me senté en la cama con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho.
Unos golpes resonaron en la puerta de mi habitación, interrumpiendo mis pensamientos. Me levanté de la cama y me dirigí hacia la puerta, sintiendo una sensación de urgencia que me impulsaba hacia adelante. Al abrir la puerta, me encontré con el general de pie frente a mí, su expresión seria y preocupada.
―Su Alteza, lamento despertarlo a esta hora, pero hay noticias urgentes que necesita saber ―dijo el general, su voz tensa con la gravedad de la situación.
Fruncí el ceño, preparándome para lo peor. ―¿Qué ha sucedido, general? ―pregunté, conteniendo el aliento.
El general inhaló profundamente antes de responder. ―Hubo un ataque durante la noche por parte de las fuerzas de Aflos. Lograron infiltrarse en nuestras fronteras, pero afortunadamente, nuestros soldados pudieron detenerlos y salir victoriosos. Además, hemos capturado a algunos de los atacantes como prisioneros ―informó el general, su voz resonando con una mezcla de alivio y preocupación.
Un suspiro de alivio escapó de mis labios al escuchar las palabras del general. Aunque estábamos agradecidos por la victoria, sabía que esto era solo el comienzo de una larga y ardua batalla contra las fuerzas de Aflos.
―Gracias por informarme, general. Por favor, prepárese para partir de inmediato. Quiero ver a esos prisioneros y discutir nuestros próximos movimientos ―ordené, mi mente ya girando con planes y estrategias.
El general asintió con determinación. ―Entendido, Su Alteza. Estaré listo en unos momentos ―respondió antes de retirarse de la habitación.
Cerré la puerta detrás de él y me dirigí hacia mi armario, sintiendo la urgencia de la situación pesando sobre mis hombros. Necesitaba estar preparado para enfrentar lo que sea que el día tuviera reservado para nosotros.
Me cambié rápidamente de ropa, optando por una armadura ligera y una capa que me identificaba como príncipe de Pendragon. Ajusté la espada a mi cintura y me aseguré de tener todas mis pertenencias necesarias antes de salir de la habitación, listo para enfrentar lo que fuera que el día tuviera reservado para nosotros.
Cuando salí de mi habitación, el general me estaba esperando afuera, su expresión determinada mientras esperaba instrucciones. Nos dirigimos juntos hacia las mazmorras, donde los prisioneros estaban siendo retenidos, y mi mente estaba llena de pensamientos sobre nuestros próximos movimientos y estrategias para asegurar la seguridad de nuestro reino.
―¿Qué piensa hacer, Su Alteza? ―preguntó el general mientras caminábamos por los pasillos del castillo.
―Necesitamos interrogar a estos prisioneros para obtener información sobre los planes y movimientos de Aflos. También debemos fortalecer nuestras defensas en las fronteras y prepararnos para futuros ataques ―respondí, mi mente ya trabajando en un plan detallado para enfrentar la amenaza de Aflos.
El general asintió con aprobación. ―Entendido, Su Alteza. Haré los arreglos necesarios de inmediato ―aseguró antes de separarse para cumplir con mis órdenes.
Mientras caminaba por los pasillos del castillo, mi mente estaba llena de pensamientos sobre la guerra que se avecinaba y las responsabilidades que recaían sobre mis hombros como príncipe heredero. Sabía que había mucho trabajo por hacer, pero estaba decidido a hacer todo lo posible para proteger a mi pueblo y garantizar la seguridad de nuestro reino.
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Mi Imperio
RandomSigue la vida de Liam, un valiente sargento con experiencia militar y habilidades de ingeniería, quien, tras perder la vida en un acto heroico, se encuentra reencarnado en un mundo medieval en el Reino de Pendragon. Consciente de su vida pasada, Lia...