『✙ Yᴀɴᴅᴇʀᴇ Oɴᴇ Sʜᴏᴛs ✙』

Mᴀᴍᴀ́ sᴀʙᴇ ᴍᴀ́s

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Yandere bartender x extranjera ebria reader.

⚠️Advertencias: Intoxicación hacia reader, mención de violación, lesiones provocadas por la misma y acoso.

OC: Sven Lindström

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La mayoría de los sucesos son tan lejanos en su memoria que casi parecen un sueño, Las luces estroboscópicas y los pósteres neón parecían sacados de un trip provocado por alucinógenos. El sonido se iba a momentos, cuando todo se ponía negro y difícilmente podía controlar el caparazón en el que habita al que llama cuerpo. Por los retazos de memoria que tiene puede averiguar que estuvo en una fiesta y gracias al dolor agudo en el cuerpo, confirma que el asunto se salió de control.

"¡𝒀𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒕𝒂𝒔𝒕𝒆!"

A su lado puede reconocer a su amiga Thaís que la mira con una mezcla de alivio y pena, parece no haber descansado en días por el gesto involuntario de cansancio en su mirada. Al bajar la vista hacia su cuerpo ve una bata de hospital azul pálido y siente como las sábanas duras debajo de ella raspan contra el pañal que tiene puesto, una pregunta cruza por la cabeza de la chica que no ha podido hilar en orden los sucesos de esa noche, la garganta le quema y su cabeza está a punto de estallar, sin mencionar el dolor en su zona baja que ignora por tratar de buscar imágenes perdidas en su cabeza.

"𝑷𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓 𝒏𝒐 𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒇𝒖𝒆𝒓𝒄𝒆𝒔, 𝒆𝒍 𝒅𝒐𝒄𝒕𝒐𝒓 𝒅𝒊𝒋𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓𝒂́𝒔 𝒃𝒊𝒆𝒏, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒂𝒏𝒔𝒂𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓𝒕𝒆"

Esta en el hospital, pero ¿Como llego aquí? ¿Qué paso? Al mirar a los lados se percata a través de su vision borrosa que esta canalizada por el dorso de su mano y más arriba recibe una transfusión sanguínea, al mirarse bien ve moretones púrpuras y cortadas no tan profundas en su piel, pero duelen al pasar por ellas las yemas de los dedos. Aparte de las heridas en su cuerpo tiene una muy grande en la cabeza y palpa las vendas con cuidado mientras rebusca en sus recuerdos nebulosos una respuesta a su condición pero no encuentra nada más que música, la vibración del suelo, humo purpura y rosa, vodka, cocaína y a su nuevo amigo.

Todo lo anterior no son nada más que piezas de un vitral en pedazos, un rompecabezas que no puede armar sola y para el cual necesita ayuda. Mira a Thais en busca de respuestas, buscando tal vez la confirmación a esa teoría que se le acaba de ocurrir, aunque el miedo le diga que en verdad paso pero que fue tan horrible que su cerebro en un afán de protegerla lo enterró en lo profundo de su subconsciente.

"¿𝑻𝒊𝒓𝒐𝒕𝒆𝒐? ¿𝑪𝒖𝒂́𝒍 𝒕𝒊𝒓𝒐𝒕𝒆𝒐?"

Los ojos de su amiga se cristalizan mientras trata de fingir que no entiende su urgencia por conocer los hechos. Acomoda su cabello corto y lacio hacia atrás mientras sale de la habitación apresurada para contestar una llamada entrante, seguro es la madre de su amiga. Sabe que debió contarle lo que le pasó en el antro y conociéndola como es de seguro está en el aeropuerto en estos momentos, no la culpa, la señora cruzaría la galaxia para poder estar con su hija, además de alguna u otra forma se acabaría enterando y los reclamos típicos de madre mortificada no tardarían en escucharse. ____ ve la silueta de Thaís tras las persianas abiertas de la puerta de pino y suspira acongojada, lo último que quiere escuchar de su progenitora es un "te lo dije" y el clásico sermón de que en los lugares de mala muerte siempre habita el diablo, cobrando factura de los vicios carnales que hacen tropezar al ser humano. Gracias a ese tipo de discursos religiosos se vio privada de disfrutar muchas de las cosas que hacen los niños y adolescentes, y ahora que ya tuvo en sus labios la dulce y ansiada libertad no quiere escuchar algo sobre las malas decisiones que la llevaron a dónde está ahora.