ᴏᴄᴇ́ᴀɴᴏ ɴᴇɢʀᴏ

292 11 3
                                    

🏴

━─━────༺ - ༻────━─━
Yandere pirata x tripulante reader

⚠️Advertencia: aparte de la piratería como delito obvio, secuestro, embarazo no deseado, ligeras descripciones de: violación, mutilación, esclavitud, asesinato y tortura.

OC: Samael Toledo

━─━────༺ - ༻────━─━

"¿𝑷𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒐 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐 𝒎𝒊́𝒐? 𝑬𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒗𝒂𝒄𝒊́𝒐 𝒚 𝒓𝒐𝒕𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐

𝑬𝒍𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒏𝒐 𝒂 𝒔𝒂𝒍𝒗𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒕𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂"

Lacuna coil- blood, tears, dust.

El filo plateado centellea sobre el agarre de una mano y cierra los ojos esperando ese algo que ansía ¿Desde hace cuánto tiene el mismo sueño despierta?. Cómo siempre solo espera a que la presencia y los gritos a su lado se vuelvan insoportables hasta hacerla abrir los ojos para mirar a otro lado e Inhala, inhala arena, exhala sangre, inhala arena, exhala arena, inhala sangre, tose y exhala putrefacción. Ese peculiar aroma desprendido de los cadáveres ya no le causa molestia alguna, se ha acostumbrado tanto que le aterra, por qué es un sutil recordatorio del tiempo que pasó desde aquel funesto incidente hacía... ¿Cuánto tiempo?

Perdió la cuenta pero por las cicatrices deduce que alrededor de un año, un año que hasta ahora se le ha hecho eterno. De aquellos días cálidos y llenos de sol no queda absolutamente nada más que solo sentimientos en forma de ecos, desvaneciéndose en la lejanía del olvido. Recuerda muy apenas la sonrisa de su padre, amarillenta, desigual y cargada de alegría impulsada por el alcohol, la tonta canción que cantaba, los marineros acompañando su tosca voz con instrumentos de cuerda al rededor de la fogata, el ambiente festivo bajo las estrellas de un cielo despejado. Ella siendo un simple grumete no se atrevía a salir del puesto de control y compartir con la tripulación, gracias al pensamiento sexista que tienen muchos marineros sobre las mujeres a bordo y quizá por eso solo pospuso su final hasta transformarlo en un lento sufrimiento.

Aquella noche la brisa marina soplaba tenue a través de las velas y el aroma a salitre inundaba sus pulmones, en las aguas negras de abajo ni un movimiento perturbó el oleaje casi imperceptible de las aguas que reflejaban la luna a la perfección. Volvió su vista al libro de náutica con la esperanza de olvidar los comentarios algo hoscos que escuchó de algunos marineros esa misma tarde y comenzó a leer un párrafo que quería memorizar hasta que logró captar algo por el rabillo del ojo por espacio de unos segundos. Allá en la espesa oscuridad algo se acercaba rápidamente, perturbando la paz del mar y ella sabía exactamente que era eso.

"¿𝒀𝒂 𝒕𝒆 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆?"

Un chorro de agua salada le cae en el rostro y jadea por oxígeno, sin querer se desmayó, pero afortunadamente cerró los ojos después de terminar su trabajo. Una figura de cuclillas frente a ella la cubre del sol de medio día y ____ trata de incorporarse, pero este se lo impide recargando una pesada mano en su espalda y devolviéndola a su sitio con brutalidad, embarrando su rostro en la arena caliente. Hay sangre seca en las suelas de ese hombre y el pantalón camuflajeado en azul grisáceo tiene grandes manchas hasta las rodilleras, lo que la pone a temblar, porque sabe perfectamente lo que les hizo a los marineros que abordaron dos días atrás para saquear el cargamento. Uno por uno, de rodillas y en fila, el con cuchillo táctico en mano pregunta por las cosas de valor aparte de la mercancía, si la respuesta no le satisface, los dedos y las orejas empiezan a sobrar. Ese procedimiento lo conoce muy bien porque así fue como- frente a sus ojos- envió pieza por pieza a la tripulación de su padre hacia el lecho marino.

Con un pie la gira hasta dejarla boca arriba y ella se queja, mas no se resiste cuando la toma del poco cabello que le queda y la arrastra hasta uno de los agujeros que le obligó a cavar previamente. La arena en sus muslos raspa algunas heridas abiertas al colarse entre los vendajes; su brazo destrozado, con varias fracturas expuestas, serpentea entre las caracolas y ella gime adolorida, pidiéndole que se detenga. Alguien de su tripulación a lo lejos dice que ____ ha perdido suficiente sangre y que eso no la hará pasar de esta noche mientras señala el caminito rojo que dejaron sus piernas mutiladas, otras voces se unen a la observación para confirmar el más que evidente pronóstico de muerte. El capitán es bastante conocido en el océano Índico por su crueldad y que, a diferencia de otros piratas somalíes, este toma y tortura rehenes extranjeros sin pedir rescate alguno, solo por mera diversión y para desahogo de su tripulación descontenta con extraños saqueando los recursos de su tierra.

Con el pie comienza a echar la arena devuelta en el hueco de forma descuidada, mientras fuma un cigarro e ignora el llanto de la mujer. No es tonto, sabe que sus hombres se preguntan el por qué no la ha asesinado después de retenerla nueve meses en su camarote; quizá algunos asuman que es por el sexo gratis que obtiene de ella a la fuerza, aparte de usarla como pelota anti estrés cada que las víctimas de los atracos no le satisfacen la ira lo suficiente, y por los gritos que de seguro escuchan salir entre las paredes durante las noches, suponen que el capitán está más que contento con ella, pero solo él sabe que la bonita orquídea que tiene entre las piernas no es la única razón por la que aún no la manda a dormir con Poseidón. 

"¿𝑬𝒏 𝒔𝒆𝒓𝒊𝒐 𝒄𝒓𝒆í𝒔𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒊𝒃𝒂 𝒂 𝒎𝒂𝒕𝒂𝒓𝒕𝒆?"

Ella abre los ojos al escucharlo reírse de su estúpida credulidad y lo mira confundida, lo ve sentado en un montón de arena al lado de su supuesto lugar de reposo, sobre la tumba de uno de los cuatro ingleses que conservó para extorsionar a una base naval y que por supuesto ella cavó a como su muy atrofiado y dañado cuerpo se lo permitió. A su lado descansa el rifle de asalto con el que terminaría su vida y la idea de tomarlo para hacerlo ella misma se vuelve tentadora, pero su propio cuerpo se vuelve un gran obstáculo para eso: sin piernas, sin un brazo útil, con dos costillas que el rompió de un pisotón, heridas infectadas que le dificultan el movimiento y los constantes malestares peculiares que sufre desde hace varios meses... 

"𝑷𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓... 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒕𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒐... 𝒚𝒐... 𝒚𝒂 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒚 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒂𝒔 𝒐𝒃𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒆 𝒎𝒊... 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓 𝒕𝒆𝒏 𝒑𝒊𝒆𝒅𝒂𝒅... 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒓 𝒆𝒏 𝒑𝒂𝒛"

Una risa cavernosa vibra en los tímpanos de la mujer, la hace temblar por todo el torrente de recuerdos indeseables que libera de su mente. El capitán la mira con burla y tira el cigarro hacia un costado de su lugar, niega con la cabeza y con una seña les indica a los marineros que aborden el barco. Vuelve a mirarla, como si estuviera frente a una aparición y ríe.

"𝑻𝒖 𝒏𝒐 𝒗𝒂𝒔 𝒂 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒓 𝒉𝒐𝒚, 𝒗𝒐𝒚 𝒂 𝒅𝒆𝒋𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒊𝒓 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒕𝒆𝒏 𝒑𝒐𝒓 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒓𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓é 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒔𝒕𝒆𝒅𝒆𝒔."

Ella no entiende nada hasta que el se le echa encima, arrancando las pocas prendas que la cubren. Una vez más solo puede tratar de ignorar lo que está pasando mientras lagrimas calientes recorren su rostro maltratado, pero a pesar de fingir con mucho trabajo que el no existe, esas palabras pegajosas que se le escapan entre gruñidos se le enredan en las orejas. Dichas palabras las considera mentiras, cree que representan burla, escarnio y crueldad, pero para el contrario son pedazos de su propio corazón siendo lanzados hacia fuera como escupitajos sanguinolentos.

Antes de flotar a la deriva recibió un beso amargo y una amenaza contundente, para cuando la guardia naval la encontró ella estaba muriendo. ____ Deseaba hacerlo con todas sus fuerzas, deseaba desaparecer entre las olas, desaparecer entre la brisa cargada de salitre que guiaba a las gaviotas hacia el sur, por que no podía soportar el hecho de sentir cómo sus propias entrañas eran el hogar de alguien germinado de la violencia.








『✙ Yᴀɴᴅᴇʀᴇ Oɴᴇ Sʜᴏᴛs ✙』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora