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Alphard se sienta en la cama de James, quien le hizo la ley del hielo.

-Hijo, por favor- no obtiene respuesta, solo escucha su llanto, tampoco lo deja tocarlo- James, no estés enojado, hijo. Solo quería cuidarte.

-¡Soy un adulto! ya no necesito estar bajo tus alas, y no estoy enojado. Estoy decepcionado. Creí que eras diferente, y el que es igual que su hermana eres tu. Lo juzgas sin conocerlo.

Auch. Las palabras de James se le clavan en el corazón.

-Claro- asiente mientras siente las lágrimas deslizarse por sus mejillas- comprendo.

Sale de la habitación de James. 

El menor de los Potter se queda preocupado.

No quiso decirle eso.

-Fui un idiota, papá. No quise decirle eso. Sé que no es igual que Walburga.

-Es la peor comparación que podrías hacer ¿sabes? es su mayor miedo. Hace pocos años pudo sacarse la idea de la cabeza y dejar de llorar cada cierto tiempo por eso.

-Soy un estúpido, pero es que... él no debió hacerlo, perdí a Regulus. Realmente lo amo, papá.

Mont asiente.

-Comprendo que tu padre se haya sobrepasado, ya lo hablamos, y él ya se disculpó contigo. Solo haz buenas elecciones, ve si él vale que te pelees con el ser que te dio la vida, si Regulus lo vale, si estás seguro; nada más importa. Pero elige bien por quien luchas.

James asiente.

-No quiero elegir entre Regulus y papá.

-Nadie te pide que elijas, James. Solo aclara las cosas y piensa en lo mejor para ti.

-Eso haré, gracias papá.

Sangre Black// Jegulus/WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora