~Todo el mundo habla de las primeras veces, ¿pero y las últimas? Nadie nos prepara para las últimas veces...~
☆Anónimo☆
『 ISABELLA 』
—Amm, ¿Q-qué haces aquí, Robert? —inquirí tratando de controlar mi respiración.
Desde hace mucho tiempo no había tenido un ataque de ansiedad, gracias a Jake y a los chicos.
Y tengo miedo ahora mismo, de tener uno, perder la conciencia y con Robert aquí no sería algo seguro.
—¿Qué que hago aquí? —repitió soltando una risa irónica —. ¿No es obvio? vine por ti, mon amour.
—No me llames así, porque al parecer sabes a la perfección que tengo pareja.
Alzó ambas cejas.
—Mmm, ahora resulta que en menos de un año pasaste de mí... increíble —lo último lo dijo con una sonrisa cínica.
Vi como lentamente se acercaba a mí, y en cada paso que daba, mi deseo de que Cris apareciera por la puerta en este instante aumentaba cada vez más.
—¿Él es mejor que yo, acaso? ¿Él sabe que estuviste a punto de tener una hija conmigo pero que por un puto descuido me arrebataste el privilegio de ser el padre de una hija tuya? —soltó con recelo, con indignación, con molestia. Mandando escalofríos a todo mi cuerpo, queriendo hacerme temblar del miedo.
—Jareth sabe todo de mí, Robert, no tendría porque ocultarle nada a mi novio...
Él río y su simple risa burlona y con ironía me hizo cerrar los ojos con fuerza, sentí pinchazos en mi pecho, pero trate de ignorarlos.
—Mira nomás como cambian las cosas... Ahora resulta que un imbécil sabe todo de ti, y precisamente no no soy yo. Sabes, me molesta que nunca hayas confiado en mí mientras éramos novios, pero con tu actual novio sí.
Me enderecé en el instante que me rodeó.
—Que mal que hayamos acabado con destinos y caminos diferentes, pero sabias que existen los famosos atajos en los cuales cualquier cosa puede pasar, pues imagina que un camino es Jareth, tu maldito y jodido nuevo novio, y que el atajo soy yo. ¿A quién crees que deberías escoger ahora que estoy planeando apartarlo de mi camino para tenerte de vuelta?
La vista se me nubló, y mi garganta comenzó a arder.
—No deberias hacer esto, Robert, sabes que a pesar de todo y nada siempre escogeré a Jareth, y no quieras amenazarme con hacerle algo a Jareth porque no te lo voy a permitir.
Escuché su risa detrás mía.
—¿Es lo que tu creés? No pudiste impedir que tus padres murieran aquella noche, y aún así crees impedir que ese sea el mismo destino de tu nuevo novio. Por Dios Isabella, que poco uso de inteligencia, que ignorante.
Se plantó delante de mí, con sus facciones serias y endurecidas, parecía molesto a decir verdad. Y su seriedad me daba miedo.
—Oh, no llores, pequeña, que sensible eres... pero ahora estas más sensible que antes, ¿No será que es cierto lo que dijo tu hijo, Jake. Sobre que estas embarazada? Oh cielos, ¿No me digas qué...? —desvíe la mirada, eso aún no estaba definido, yo aún no me había hecho la prueba, y había quedado con Jareth de hacermela esta noche, a más tardar mañana como máximo para sacarnos de duda.
Robert se alejó unos cuantos pasos de mí, soltó un bufido y luego un gruñido frustrado.
—¡Enserio tuviste el maldito descaro de embarazarte de ese idiota y pensar en tener un bebé con él, pero conmigo ni siquiera comentaste que estabas embarazada! ¡Tuve que enterarme porque terceros me lo habían dicho, pero nunca me lo dijiste tú! ¡¿Qué demonios te ocurre a ti?!
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Hasta que llegaste tú
RomanceÉl, un padre soltero de veintiún años con un niño de cuatro años. Dueño de una empresa, millonario, frio, tiene carácter, serio, pero con su hijo es todo lo contrario, les encanta jugar bajo la lluvia. Su padre acaba de fallecer, y no sabe que hacer...